martes, 25 de septiembre de 2018

Ciudadano Valls


Si haciendo y deshaciendo Valls es capaz de recuperar para sí el espíritu del Maragall alcalde, puede arrastrar muchos votos ciudadanos: los de Ciudadanos, los del catalanismo siempre moderado y ahora espantado, muchos del PSC y todos los que le queden al PP. Eso es transversalidad y lo demás gaitas.




En mi artículo de esta semana en VozPópuli reflexiono sobre el revulsivo que puede suponer para Barcelona que uno de sus candidatos a alcalde haya sido Primer Ministro de Francia. Puedes leerlo aquí.

Un día habrá que convocar elecciones


Un día no muy lejano tendrá que haber elecciones y de ellas tendría que salir un Gobierno con apoyos suficientes, como el que seguimos esperando desde diciembre de 2015. Para entonces, vendría bien que hubiéramos entendido que las mayorías absolutas son la excepción y que pactar con los adversarios es lo normal y no equivale a ser un traidor.





En mi artículo de esta semana en VozPópuli reflexiono sobre en enconamiento de la pelea política que amenaza con impedir cualquier acuerdo. Puedes leerlo aquí.

martes, 11 de septiembre de 2018

A Borrell le quieren dejar sin calle


Se trata de orillar al vecino desafecto, hacerle sentir su supuesta marginalidad social hasta lograr que esa mayoría se sienta intimidada por la hiperpresencia simbólica del independentismo y se retire a su vida privada. Por eso los lazos no es que agobien a los más renuentes, es que están expresamente pensados para agobiar, para abrumar, porque solo así cumplen su función de disuadir y acallar. Montar un auténtico asedio que termine con la rendición del contrario o con su expulsión, como la que simboliza la retirada del nombre del irrecuperable Borrell de la calle que lo llevaba.



En mi artículo de esta semana en VozPópuli denuncio la táctica de los independentistas catalanes de expulsar del espacio público a los desafectos a su causa. Puedes leerlo aquí.

martes, 4 de septiembre de 2018

El Gobierno se estrella con el taxi

No deja de ser chusco que un sector como el del taxi, que de ninguna manera se vinculaba a la izquierda, y sí a otras alternativas políticas y radiofónicas opuestas, sea quien reclame hoy y obtenga tanta complicidad de ella, desde Ábalos a Colau.




Vuelvo con mis artículos en VozPópuli. En este inicio de temporada política me fijo en uno de los escollos más duros y complicados de salvar con los que se ha encontrado este Gobierno, que es el taxi y que puede arruinar una estrategia preelectoral tan bien planteada como la que vemos en todo lo demás. Puedes leerlo aquí.