martes, 7 de julio de 2009

Egibar sí que sabe

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El portavoz parlamentario del PNV, Joseba Egibar, está demostrando ser uno de los dirigentes del PNV que mejor están comprendiendo lo que significa el nuevo Gobierno de cambio de Patxi López. Ya en su momento, mientras sus correligionarios de deshacían en desprecios por el nuevo Gobierno y alguno hasta apostaba por su breve duración, Egibar fue el primer nacionalista en darse cuenta de que el Lehendakari Patxi López se sustentaba en un acuerdo sólido y dijo que estaba pensado para durar 4 años…por lo menos.

Ahora ha vuelto a mostrar la claridad con el que es capaz de ver las cosas como son. Y de decirlo. En un acto en Zegama ha “denunciado” a Patxi López por emplear el término “ciudadanía” con la intención – según él- de “orillar” el termino Pueblo y “presentar así al Estado como garante de los derechos de todos los ciudadanos” sin ninguna “realidad intermedia” ¡nada menos!. Tan mal le ha parecido al nacionalista Sr. Egibar el uso esos conceptos que los ha tildado de “jerga”.

En un país como este en el que tan acostumbrados estamos al retruécano a la simulación y a la ocultación de los verdaderos significados del discurso político se agradece la claridad y nitidez con que dirigentes como Egibar hablan de las cosas.

Efectivamente. Tiene toda la razón. Se trata de la ciudadanía. De eso precisamente, del Estado como garante de los derechos de todos. No quisiera ofender con ninguna palabra pero se trata de la nación cívica, la nación, pero en su significado liberal y no esencialista. El cambio en los conceptos políticos que supone el Gobierno de Patxi López puede que moleste a los nacionalistas, como en su momento molestó la aconfesionalidad del Estado a la jerarquía católica, pero para otros muchos vascos es una de las cosas más apreciables y refrescantes de estos meses que estamos viviendo.


(Foto EAJ-PNV)

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5 comentarios:

Anónimo dijo...

mmm....

¿Y por qué hará tantos esfuerzos el gobierno del presidente López de "mostrar" la bandera española... ¿eso es ciudadanía? ¿eso es todos? ¿o más bien se trata de hacer lo que tanto se ha criticado???

Anónimo dijo...

"Se trata de la ciudadanía. De eso precisamente, del Estado como garante de los derechos de todos"

Yo también me alegro de que un socialista hable claro.
Se trata del estado, claro, pero ¿de que estado?
No del vasco, por supuesto, sino del español aquel que impone la ciudadanía (española of course) a multitud de individuos que no se sienten como tales y el mismo estado que impide, bajo leyes creadas a tal fin o la amenaza de la fuerza, toda posibilidad real y democrática de que dicha situación cambie.

El mismo estado que, por la modificación de las leyes, impone a una parte de sus ciudadanos, casualmente aquellos que viven en el País Vasco, un gobierno no deseado.

Rubín de Cendoya dijo...

Lo de ese hombre es el totalitarismo en estado puro.

Quizá desde el escaño no lo debas decir, pero esta gente sigue en el antiguo régimen.

Salud Carlos, te agregaré a mis favoritos.

Carlos Gorostiza dijo...

La ciudadanía es un concepto moderno, en eso tiene razón el Sr. Egibar. En realidad se puede decir que no nace hasta 1789. El ciudadano es un hombre sin más sujeciones y, sobre todo, sin más compromiso que la ley. A partir de ese marco de convivencia, que le obliga, todo el resto de su vida la decide él mismo: No hace falta que sea un patriota para ser ciudadano. Es libre de elegir si se emociona con unos símbolos, con otros o con ninguno. Puede tener la religión que desee, la opinión que prefiera y, naturalmente, puede estar dispuesto a cambiar las reglas de convivencia que le protegen y le obligan, faltaría más. En toda democracia hay vías para cambiar la ley. Para eso se eligen los parlamentos.

El ciudadano de una democracia (en otros regímenes son súbditos o simples nacionales) no tiene otra obligación que cumplir la ley. Puede, si quiere, intentar mejorar la sociedad en la que vive si no le gusta -que es lo normal- pero no puede reclamar ninguna deuda nacional o moral a los demás ciudadanos, tan libres como él mismo de pensar lo contrario que él.

Anónimo dijo...

Puro marketing para ver si, con un poco de suerte, los díscolos vaskitos del sur se van acostumbrando a ser buenos españoles bajo la gracia de la sacrosanta constitución española.

Para ello se olvidarán de que todo el entramado constitucional solo fue aprobado por poco más del 30% de los ciudadanos vasco con una abstención de casi el 55% con lo que, en términos del derecho internacional actual como el referéndum de Montenegro, significa la no aprobación de dicho texto.

Pero bueno, como estos vaskitos son ciudadanos españoles harán lo que los ciudadanos españoles quieran.

También nos olvidaremos que el gobierno vasco, que tenemos el placer de soportar, no ha sido decidido por los votos de dichos ciudadanos sino por la aplicación de la una ley, creada en las máximas instituciones del estado español y que ha modificado las mayorías reales dictadas por dichos ciudadanos.

Pero bueno, lo de que todos somos ciudadanos es como lo del chiste: En lugar de que haya blancos y negros todos somos verdes, eso sí los verde claro que vayan delante y los verde oscuro detrás.