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Malditos corruptos que destruyen la reputación de miles y miles de alcaldes, concejales y políticos honrados. Que roban cuanto pueden del dinero que los ciudadanos les confiamos. Malditos corruptos que dan alas a los enemigos de la democracia. Que traicionan la buena fe de sus votantes y de sus partidos. Malditos corruptos que aun siendo pocos, como si se tratase de conductores temerarios, convierten la carretera de la política en un espacio de riesgo para los demás.
Benditos corruptos que me facilitan la coartada para la insolidaridad. Que permiten justificar mi absoluto desprecio por cualquier compromiso que la sociedad me pida. Que justifican que evada impuestos y que convierten mis pequeños engaños casi en actos honorables. Benditos corruptos que me dan portadas. Que mantienen abierta mi esperanza de que un día yo también pueda dar el pelotazo con la huerta abandonada del abuelo o con el piso de la playa.
Asusta que la corrupción política en España tenga tan poco castigo social. Es asombroso que quienes han robado a todos puedan contar, como sucede tan a menudo, con el arma del apoyo popular.
Si no hubiese políticos corruptos tendían que inventarlos para tranquilizar las conciencias de demasiados ciudadanos quejicas, reivindicadores airados de lo mucho que creen suyo y, a la vez, profundamente insolidarios y egoístas con la mínima cosa que necesite su vecino.
Benditos corruptos que me facilitan la coartada para la insolidaridad. Que permiten justificar mi absoluto desprecio por cualquier compromiso que la sociedad me pida. Que justifican que evada impuestos y que convierten mis pequeños engaños casi en actos honorables. Benditos corruptos que me dan portadas. Que mantienen abierta mi esperanza de que un día yo también pueda dar el pelotazo con la huerta abandonada del abuelo o con el piso de la playa.
Asusta que la corrupción política en España tenga tan poco castigo social. Es asombroso que quienes han robado a todos puedan contar, como sucede tan a menudo, con el arma del apoyo popular.
Si no hubiese políticos corruptos tendían que inventarlos para tranquilizar las conciencias de demasiados ciudadanos quejicas, reivindicadores airados de lo mucho que creen suyo y, a la vez, profundamente insolidarios y egoístas con la mínima cosa que necesite su vecino.
Imagen tomada de http://contrabandodeideales.blogspot.com/
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6 comentarios:
Carlos, perdón por la osadía, creo que la corrupción tampoco la han combatido debidamente los políticos.
Esa financiación oculta de los partidos lleva a que se empiece por una corrupción "altruista" para pasar a la "mixta" y ser todo una "merienda".
No estoy de acuerdo en echarle la culpa a la sociedad. Con leyes y controles efectivos no hubiéramos llegado a esto.
Saludos
No hay osadía sino mucho de cierto en lo que dices. Pero yo lo que quería marcar hoy es una faceta diferente a la que siempre se muestra: la de cómo la corrupción actúa como coartada para algunos comportamientos.
Pero claro que tienes razón, la responsabilidad es de los corruptos y de los que no quieren saber para no tener que actuar.
Carlos, lo prometido es deuda: el blog de un hombre egregio.
Que lo disfrutes.
Buenas tardes, mas vale tarde que nunca no entro en los block.
Solo hay una cosa que envidio de los Americanos y los Ingleses, que cualquier político ya puede ser por puteríos o por meter la mano de la caja, automáticamente dimiten los juzgan y no vuelve a la política. Así debería ser tendría que haber un articulo de ética para estas cosas y dichas personas no vuelvan a la política y nosotros también no votarles por eso también pienso (no mucho pero aveces lo hago) las listas tendrían que ser abiertas.
Apreciado Carlos, muchos desearíamos que además de a los "euskomuros de la vergüenza" Rodolfo estuviera atento a todos los detalles.
Sería impensable pensar que hubiera un solo indeseable que se atreviera a jalear el retorno de un violador o un pederasta. Pero nuestra sociedad produce estas excrecencias y hay que estar atento para extirpar estas patologías nocivas por la mortandad que producen.
Un tirón de orejas para Ares.
Carlos, procedo a enlazarte en mi blog Cartasmarruecas, y espero que las obligaciones ineludibles del curro y la familia me dejen así sea un minuto para seguirte. Nuestra común condicion de bilbainos (consorte, en mi caso) y devotos de la musica me obligan a ello.
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