domingo, 13 de diciembre de 2009

La maquinita independentista


Qué bien se lo han pasado los independentistas catalanes. Han echado una partida en la videoconsola del referendum y han conseguido partida gratis, que todos hablemos de ellos.

Sin ningún riesgo de que lo que hacen tenga consecuencia alguna, como cuando jugamos en la maquinita o en la videoconsola, han preguntado si quieren que Cataluña sea un estado soberano pero también social y democrático. Y ya puestos, también integrado en la Unión Europea. Así -todo incluido- como en los hoteles del Caribe.

Conozco a muchas mujeres a las que les apasionan los bebés pero también conozco otras a las que no les gustan ni los pañales ni las noches en vela y que responderían con un sí rotundo si les preguntasen: ¿Querría usted tener un hijo pero sin embarazo, y que naciese ya con 18 años y la vida solucionada? Seguro que responderían que sí. Pero claro, no puede ser. Ni que los niños nazcan con 18 años ni que las naciones ya salgan del paritorio de la historia como democráticas. Ah! y sociales y por supuesto con los deberes de integración europea, que tanto costaron a España, ya aprobados. La verdad es que ya puestos a ello podían haber puesto en la papeleta …y que en la Cataluña independiente haga siempre buen tiempo… No veo por qué no, puesto que tienen la misma capacidad de ofertar una meteorología favorable que el resto de las condiciones de la papeleta.

Las naciones -todas- se han creado siempre contra la diversidad, con pretensiones uniformadoras y enfrentadas fieramente al imprescindible enemigo, exterior o interior, militar, político o cultural. Y sin excepción necesitan acabar con la libertad o con la vida de los no afectos. Siempre es así. Pasa que luego, después de muchas generaciones, si todo va bien, poco a poco y no sin dificultades va llegando la democracia.

Pero todo esto es muy desagradable, estropearía la alegría soberanista y, por eso, se obvia, se hace como si no existiera. Al fin y al cabo por un euro nos dan tres vidas en la maquinita y si nos matamos no pasa nada. Es estupendo hacer política sin ninguna responsabilidad real, seguros de que lo único que nos puede pasar en última instancia es que nos aparezca el cartel:

GAME OVER
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2 comentarios:

Erikenea dijo...

Me parece una interesante aportación al debate.

En cualquier caso creo que no todas las separaciones, familiares o institucionales, deben conllevar la presuntamente obligada ruptura de relaciones.

Yo también conozco parejas que han sabido mantener las amistades comunes y que no han roto sus relaciones personales después de una separación de mutuo acuerdo.

Pilar Muntane dijo...

Los deberes de integración europea, que tanto costaron a España?Y Catalunya no ha aportado nada de eso que tanto ha costado a España?seguramente es porque usted piensa que no formamos parte y estabamos en los hoteles del Caribe ya, con all inclosed, no? Mas seriedad por favor, señor, con los sentimientos de un pais, sin estado, pero un pais.