ETA, o lo que quede de ella, necesita una imagen de cierre urgentemente, antes de que caduque la escasa atención que aún concita. Y necesita que esa foto no sea como la que le hicieron al peruano Abimael Guzmán, vestido con un traje a rayas y tras las rejas de la prisión.
EFE |
Mi columna de esta semana en el diario Vozpópuli vuelve sobre un viejo tema vasco. Puedes seguir leyéndola aquí
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