Cuando un partido acepta públicamente que sus sistemas de debate y discusión internos no sirven y que deben sustituirse por los modos y las formas del espectáculo televisivo, es que ha decidido dimitir de su función como herramienta para la discusión y la participación política que le asigna la Constitución, para convertirse en otra cosa.
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EFE |
A las muchas dolencias que padece el PSOE se añada ahora la confusión audiovisual De eso hablo en mi columna de Vozpópuli.
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