Xabier Novell |
Sin embargo, con motivo de la JMJ que tiene lugar en Madrid con presencia del Papa, hay una oferta especial -el obispo Novell dixit- por la que (temporalmente por supuesto) el propio cura confesor está legitimado para limpiar el alma de la abortista sin los engorrosos trámites de la excomunión y posterior reingreso en la iglesia previos a la tranquilizadora confesión. Una oferta que el obispo explicó con detalle y que me recuerda mucho a las que ofrecen, también por temporadas, los grandes almacenes.
Pese a su indudable tirón una cosa mala que tienen las verdades reveladas y por eso mismo indiscutibles y “permanentes” es que aguantan mal los cambios, claro. Y cuando estos se producen o ya es demasiado tarde o suenan un pelín ridículo.
Mi compañera Merche me habló de una mujer de su familia que, superada por los cambios que había contemplado a lo largo de su vida, se lamentaba a menudo de “la cantidad de gente que hay en el infierno por cosas que ya no son pecado”. Nunca he oído una frase que defina mejor esa dificultad que se presenta cuando es preciso modificar lo que se decía eterno.
1 comentario:
Si para la Iglesia, la píldora que se toma la mujer "al día siguiente" de haber tenido sexo, ya es un aborto.
Entonces, me surgen algunas dudas desde el ámbito jurídico:
* Masturbarse es homicidio prematuro o premeditado?
*El sexo oral? ... Será canibalismo?
*Podemos considerar el coito interrumpido, como abandono de menor?
*Y que decir del preservativo? ... Será homicidio por asfixia mecánica?
*Y el sexo anal..? Es mandar al futuro hijo pa' la mierda?
Agradezco a quien se sirva esclarecerme estas incógnitas.
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