domingo, 4 de octubre de 2015

5ª entrega. Conducir en Madrid. Guía para paletos


Así, con elegancia, como desmayado, pero ¡ojo!
Sigo con mi serie de entregas sobre cómo ve el tráfico madrileño un novato.

9.- ¿Qué serán esas luces rojas?

En Madrid hay muchos túneles, particularmente largos son los de la soterrada M30, una obra económicamente faraónica que, sin embargo, ha significado la recuperación para la ciudad de una zona antes muy degradada en torno al Manzanares. Madrid Río es hoy un entorno extraordinario, conectado con el también recuperado matadero, ahora centro cultural y de ocio. Siendo yo del mismo Bilbao, como soy, no preguntaré a cuánto ha salido el metro cuadrado de paseos y zona de ocio ¿para qué andarse con menudencias?

Me he desviado pero mi intención era hablar del comportamiento de los conductores madrileños en túneles como esos de la M30 y en otras vías rápidas. En tales lugares se puede ver un fenómeno curioso y muy característico. Sucede cuando aún el tráfico discurre con agilidad y de pronto empiezan a verse unas luces rojas que se iluminan allí delante, a lo lejos.

De ninguna manera piense usted que los vehículos que le rodean van a frenar, ni siquiera a levantar el pie del acelerador ¿Qué se ha creído? Si quiere disminuir la velocidad por si acaso allá usted… mejor, porque dejará sitio delante que aprovecharán para ocuparlo rápidamente los demás, porque ha de saber que los conductores madrileños no se rinden y nunca pierden la esperanza de que esas luces sean de algún circo, de un puticlub en mitad del túnel o algo así. Los menos imaginativos puede que piensen en un inminente atasco pero también continuarán, impertérritos, convencidos de que el tapón que podrían anunciar esas luces rojas no llegue a producirse finalmente y el lugar quede despejado en pocos segundos, antes de que ellos lleguen. Por si acaso ellos el freno, ni tocar. Usted verá.


10.-  El brazo colgando fuera

Esto me encanta. Es toda una maravilla de la comunicación no verbal que ha evolucionado de tiempos de nuestros ancestros, de cuando las señales con el brazo no solo eran válidas sino que estaban regladas y se enseñaban en las autoescuelas, no sé si se sigue haciendo. Lo que sí se es que es maniobra muy común en taxistas, pero no exclusiva de ellos.

El brazo colgando fuera del coche, así como desmayado, significa en Madrid que su dueño se reserva el derecho a algo. A lo que sea. El brazo inmóvil al sol le da derecho al conductor a iniciar en cualquier momento, sea inmediatamente o no, siempre a su gusto, cualquier maniobra de giro, parada, cambio de carril o lo que sea sin que nadie pueda argüirle, ya que podrá responder con un inapelable “¿es que no has visto el brazo?, gilipollas!

Así que ya sabe. Cuando vea un brazo colgando, atento que va pasar "algo" ¡qué expectación!

Próximas entregas:
Los túneles sorpresa
El autobusero ciego

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