Si no nos distraemos con los coloridos, las plumas y los tangas, veremos que este modelo de nación de personas en libertad no se aleja tanto de la nación cívica e ilustrada, ajena al ardor patrio pero bien fundada en el concepto de personas libres,
Sobre naciones e identidades escribo en mi columna de Vozpópuli.
Puedes seguir leyéndola aquí.
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