Esta pasión por demostrar
urbi et orbi que se es de izquierdas, de los nuestros, será muy humana, desde luego, pero puede resultar peligrosa si llega al extremo de poner en manos ajenas la batuta que marque el ritmo al que bailen los socialistas españoles.
Esta es la reflexión que he publicado hoy en Vozpópuli.
Puedes seguir leyéndola aquí.
No hay comentarios:
Publicar un comentario