viernes, 27 de julio de 2012

Injusticia y cinismo


Foto elblogoferoz.com

El Ministro de Injusticia, Ruiz-Gallardón, movido por sus profundas convicciones cristianas, va a suprimir uno de los supuestos en que el aborto era legal en España, además de legítimo: El que se aplicaba en caso de que el feto presentase graves malformaciones y así lo certificasen varios médicos. Se condena así a muchas familias (esa palabra con la que tanto se les llena la boca a la gente de derechas) a pasar por el calvario de ver nacer y seguramente morir a un hijo o hija que en muchísimos casos nunca podrá conocer otro lugar que la incubadora o la cama de una unidad hospitalaria, nunca otra vida que el dolor y jamás una alegría ni una risa. Porque las enfermedades graves en los no nacidos son así de terribles. Terribles para ellos y demoledoras para sus familias. Sólo podrá una mujer librarse de tal tortura si dispone de dinero para poder ir a una clínica en algún país extranjero que no tenga ministros cristianos tan despiadados como Don Alberto.

El ministro desde luego no es tonto y como sabe que recortar el derecho al aborto le reportaría justas y razonables acusaciones de reaccionario (a él, que tanto ha trabajado para crearse una impostada imagen de progresista) ha tenido, además, el cinismo de hacer pasar como defensa de las personas con minusvalías lo que es un ataque directo contra las mujeres y sus derechos.  El ministro del mismo Gobierno que ahora dinamita las ayudas a las personas dependientes, se permite la insolencia de apelar a los mismos a quienes abandona para utilizarlos como munición mediática contra el derecho que todo el mundo civilizado reconoce a las mujeres.

El Gobierno cuyo presidente había prometido llamar al pan: pan y al vino: vino, se ha convertido en el parque temático del eufemismo, de la apariencia, de la manipulación de la información y aún de la mentira directa. Es normal que nadie les crea en Europa ni en los mercados, que nadie se fíe de España y nadie nos fíe.

Yo tampoco me fío y ya no sé cuáles de todas las voladuras que están llevando a cabo en nuestra economía y en nuestros servicios eran auténticamente imprescindibles y cuántas destrucciones están impulsando por propia convicción, simplemente porque siempre les pareció que la gente común tenía demasiados derechos y posibilidades, tal y como ha hecho ahora el ministro Ruiz-Gallardón imponiendo un sufrimiento inútil y terrible a las mujeres humildes.

Publicado en Danok Bizkaia el 27 de julio de 2012

viernes, 20 de julio de 2012

Huelga de niños



Pronto España vivirá nuevas protestas por la destrucción de casi todo aquello que nos convertía en un Estado europeo más. Abrumado por la premura que le imponen Europa y los mercados el Gobierno ha decidido abandonar el bisturí y coger la motosierra. Y a quien no le guste “que se fastidie”.

Foto Mayerly Martinez
Trabajadores empobrecidos, sanidad de pago, ancianos y dependientes a su suerte, paro desbocado y con menos derechos, educación la justa para que los pobres no dejen de serlo. No es raro que haya protestas, nos venden un futuro sin red pública alguna en el que una contrariedad laboral, familiar o de salud puede dar al traste con cualquier proyecto vital. Solo los auténticamente ricos podrán tomar decisiones, no las exhaustas clases medias, ni los castigados trabajadores. De los jóvenes ni hablamos.

Así que no es raro que un estudio oficial publicado en Euskadi estos días revele que el 77% de las personas ha decidido no tener hijos. Es un porcentaje 21 puntos mayor que hace once años. Y no es que se retrase la edad de maternidad, como venía ocurriendo, es que sencillamente se descarta. Así lo hace el 44% de los jóvenes y el 79% de los que ya han cumplido los 30 (ojo que la edad media a la que se tiene el primer hijo son 27 años). Es una sociedad moderna que reacciona con decisiones propias de su tiempo cuando se siente amenazada.

Se cansarán los moralistas (sean religiosos o ricos) de despotricar contra el “egoísmo” de los jóvenes pero de nada les servirá. Ya no volverán sumisos al “todos los que nos dé Dios”. Las mujeres han recorrido un tramo enorme en el camino de su libertad y dignidad que no van a desandar de ninguna manera. Porque el 66% reconoce que, en las condiciones actuales, los hijos son todavía un obstáculo para la carrera profesional de las madres.

Al principio faltarán clientes de cochecito y sobrarán columpios pero antes de lo pensado faltarán trabajadores, creadores, compradores y, sobre todo, pagadores de impuestos y de pensiones. Esta huelga íntima y silenciosa de biberones caídos es una protesta más profunda y más decisiva que cualquier manifestación. Y posiblemente es un efecto secundario con el que no cuentan quienes toman decisiones pensando en la próxima subasta de deuda y no en la próxima generación. El árbol que la motosierra tala en un minuto, necesitó varias décadas para crecer.

Publicado en Danok Bizkaia el 20 de julio de 2012

viernes, 13 de julio de 2012

Rezando y disimulando


Hasta hace poco las mezquitas eran para nosotros esos fascinantes templos de los países árabes. En Córdoba teníamos una, llamada oficialmente Santa Iglesia Catedral, pero que todo el mundo conoce como “La Mezquita” y en calidad de tal la visitan cada año miles de turistas que religiosamente abonamos el precio de la correspondiente entrada a la iglesia Católica. Si uno viaja por la península verá muchas torres de iglesia con sospechoso aspecto de no haber sido construidas originalmente para acoger campanas sino muecines.

Mezquita en Bilbao
Pero ahora resulta que las humildísimas mezquitas bilbaínas ocupan la prensa local y los esfuerzos de nuestros ediles. Tras ruidosas protestas vecinales una nueva normativa municipal buscará “conciliar el derecho a la libertad religiosa con la convivencia” prohibiendo que haya lugares de culto en edificios de viviendas. Menos mal que no tendrá carácter retroactivo porque conozco varias parroquias en bloques de pisos.

Algunos representantes de credos no católicos han puesto el dedo en la llaga, como hizo Santo Tomás con Jesús y, apelando a las pintorescas razones esgrimidas, han dicho que no entienden que en un bajo pueda abrirse un ruidoso pub y no así un oratorio.

Hace un par de años los suizos votaron prohibir la libertad de algunos de sus conciudadanos, de unos 410.000 aproximadamente, e impedirles que construyesen ningún minarete más de los 4 que ya había en las 180 mezquitas del país. La diferencia fue que allí las autoridades se mostraron públicamente consternadas por una decisión tan contraria a la libertad mientras aquí hay responsables municipales que se apuntan a la manifestación, eso sí, en defensa de la convivencia y la seguridad, ¡faltaría más!

Bastantes de los problemas que ahora nos asolan tienen que ver con el pánico insuperable de la política a ponerse en contra de alguien, con el pavor a expresar cualquier verdad incómoda. En esto no avanzaremos ni un paso mientras no afrontemos el asunto de cara. Mientras sigamos enmascarando la aversión colectiva a la religión musulmana en falsas razones de “seguridad”, “aforos”, “vías de evacuación” y otras evidentes caretas.

Tampoco podremos exigir a nadie que respete los derechos de los demás si las primeras en vulnerarlos son las instituciones que hemos elegido para hacerlos firmes. La afición por el disimulo y el fingimiento públicos son siempre criticables pero más aún cuando toca defender libertades ciudadanas básicas.

Publicado en Danok Bizkaia el 13 de julio de 2012

viernes, 6 de julio de 2012

¿Creencias o interés?


Parece mentira el prestigio que han adquirido el mercado, el beneficio y el interés. Tanto que lo contamina casi todo. Si usted toma una decisión personal que no le beneficia obvia e inmediatamente queda como un idiota. Si su sentido de la humanidad le anima a realizar algún tipo de voluntariado no faltarán en sus propios círculos quienes le vean como un friki; un excéntrico que “canaliza sus frustraciones” en la parroquia, en la DYA, en la Cruz Roja o en cualquier ONG solidaria.

Es asombroso con qué displicencia se desprecia hoy la bondad y la moral, que en su día nos enseñaron como valiosas. El egoísmo se pretende ahora disfrazar de inteligencia y lo peor es que lo consigue las más de las veces.

Pasa en todo y, desde luego, también en la política. Parece como si lo bueno fuese que las personas no tuviésemos creencias, que mejor que no cargásemos con una forma propia de ver el mundo, con una imagen de lo que es justo y deseable y de lo que no lo es. Creer en algo, sentirse vinculado a un proyecto colectivo y defenderlo es visto por “los listos de la opinión” como una especie de horterada, como algo deleznable reservado en exclusiva a los atontados miembros de cada partido político concreto pero ajeno al verdadero ciudadano que, naturalmente, votaría y opinaría sin lastre moral alguno, pensando única y exclusivamente en su propio interés inmediato.

Los seres humanos somos complejos, tenemos intereses, por supuesto, tanto personales como de grupo, tenemos sentimientos de pertenencia y también tenemos un criterio moral propio: una forma concreta de ver las cosas de nuestro mundo cotidiano y del mundo en general. No es baldón ni vergüenza, todo lo contrario, es parte de nuestro ser. Todos defendemos nuestro interés, por supuesto, pero la gente valiosa es la que se mueve sobre todo por lo que le dicta su intuición y su corazón. Sobre todo porque ambos suelen ser más solidarios que su cuenta de ahorro.

Por supuesto que en medio de ese lío enmarañado adoptamos muchas decisiones tomando en cuenta a medias la razón y la emoción -claro que sí- y por supuesto que haciéndolo nos equivocamos muchas veces (aunque seguro que no más que los que se creen tan listos) pero ni podemos ni debemos renunciar a nuestros sueños, a los que nos hacer personas de verdad: Distintas en lo pensado pero iguales en pensar.

Cuando alguien le reproche que usted siga creyendo en cosas que no le benefician directamente no crea que esa persona es más lista ni mejor que usted, sólo es más cínica.

viernes, 29 de junio de 2012

Futbolidad y alevosía


Foto
Anteayer, a la hora en que “la roja” jugaba la semifinal de la Copa de Europa, los ciudadanos de toda España (usted y yo incluidos) nos hicimos definitivamente dueños de un banco que se llama BFA (Banco Financiero y de Ahorros) del que pocos habíamos oído hablar antes. El BFA es la matriz de la -esa sí- famosa Bankia, heredera (es un decir) de Cajamadrid.

Mientras Iniesta caracoleaba por el césped de nuestras pantallas de televisión, nos metieron por la escuadra un balón de 13.635 millones de euros, nada menos.

Después de escuchar insistentemente que el dineral que estamos aportando los ciudadanos para salvar los desastres de algunas cajas eran una inversión y no un gasto, ahora resulta que nos hemos convertido todos en dueños absolutos del desastre, que nos hemos quedado con la propiedad definitiva de la basura y nos dicen ahora, justo en mitad del segundo tiempo del partido, que han salido del consejo de administración del banco aquellos que sí se aprovecharon de su puesto cuando decían que todo iba bien.
Para que se haga usted una idea la cantidad descubierta cubriría cinco veces, cinco, todo el dinero que se invierte en el sistema educativo vasco. Menudo penalti, ¡oiga!

Me irrita enormemente que los antes ruidosos adalides del mercado libre, políticos y no políticos, muy presentes de siempre en Cajamadrid y contrarios a toda intromisión en sus decisiones defiendan tan poquito el mercado libre ahora que todo va mal y echen encima del Estado (o sea de todos los ciudadanos) las decisiones que antes reclamaban libérrimas y cuyas consecuencias ahora les queman en las manos.
La libertad de mercado, parece que solo es efectiva cuando usted tiene una tienda, un negocio, un despacho profesional, una empresa mediana, en donde puede que consiga ganar pero donde debe asumir el riesgo de perder. Sin embargo cuando se trata de algo suficientemente grande, tanto que resulte estratégico para el país, quienes toman ahí las decisiones, con tan vehementes apelaciones a su intocable libertad, en el fondo saben que si la cagan el Estado vendrá detrás a apagar el incendio con nuestro dinero. Ese mismo que hemos sabido que a partir de agosto ya no podremos destinar, por ejemplo, a medicamentos antidiarréicos.

Y, aunque suelo ser poco dado a creer en conspiraciones, no he podido evitar pensar que tomar esa decisión en medio de un partido es una indecencia y una falta de respeto intolerable. Disculpen ustedes mi irritación de hoy, que no es intestinal sino ciudadana.

Publicado en Danok Bizkaia el 29 de junio de 2012

viernes, 22 de junio de 2012

Chorros de alegría



Hoy vuelvo también con buenas noticias…creo. El puerto de Getxo ha recibido estos días una nueva visita de delfines. Parece que esta vez estuvieron un buen rato explorando la zona deportiva para curiosidad y alegría de los paseantes y de los marineros que se afanaban repasando sus barcos atracados. Aún recuerdo que hace unas décadas, para contemplar los pocos cormoranes que se avistaban en Urdaibai teníamos que trepar por resbaladizos riscos y peñas. Ahora muchos de ellos se secan al sol con sus alas extendidas en plena dársena de Lamiako y los he visto pescar tranquilamente junto al mercado de la Ribera de Bilbao o en Bolueta. Según dicen los técnicos, los niveles de oxígeno en la Ría, que un día fue cloaca, se recuperan claramente.

Cormorán y garcilla. Foto Gara
En medio de tanta mala noticia como nos dan cada día, alegra saber que nuestra capacidad de destrucción de los ecosistemas cercanos es, por fortuna, menor que la inmensa fuerza de la naturaleza por reconquistarlos. En cuanto dejamos de verter, de talar, de envenenar, de arrasar en general, la vida regresa tenaz y donde creímos que jamás volveríamos a ver sino restos de nuestra ambición irresponsable resulta que hoy nos sorprende la llegada especies tan simbólicas y extraordinarias como estos cetáceos salvajes.

Seguramente el falso convencimiento de que somos capaces de destruir el planeta es un signo más de nuestra particular vanidad como especie supuestamente elegida. Es seguro que somos capaces de arruinar nuestra propia civilización, como hemos hecho ya con varias. Sin duda nos las apañamos fenomenal para ensuciar el mundo que nosotros mismos necesitamos limpio y en el último siglo nos esforzamos con absurda vehemencia en inventar armas capaces de acabar con la humanidad entera a la que pertenecemos. En definitiva que si somos un peligro como especie, lo es sobre todo hacia nosotros mismos, porque es evidente lo rápidamente que la naturaleza volverá a hacerse con nuestras costas y nuestros ríos en cuanto desaparezcamos.

Pero como veo que me estoy despeñando por el pesimismo antropológico, optaré por ver las cosas de otro modo: no solo hay esperanza sino que el planeta premia enseguida nuestro respeto. Vale la pena el esfuerzo, y no hace falta esperar generaciones para ver el resultado, los delfines de esta semana han venido a demostrárnoslo hasta la misma puerta de casa, con razón la gente los miraba con alegría.

Publicado en Danok Bizkaia el 22 de junio de 2012

viernes, 15 de junio de 2012

La Ley del Sentido Común

 

Solo he estado en Copenhague una vez y, además de la belleza de las mujeres y del frío que hacía incluso al sol, me asombró ver que miles de bicicletas comparten allí las calles y calzadas de forma mucho más caótica de lo que aquí imaginamos. Un ejemplo: para subir o bajar del autobús urbano hay que atravesar casi siempre el carril bici con cuidado de no ser atropellado. Los ciclistas paran, los viajeros miran con prudencia y no hace falta una señal ni menos aún un guardia.

Nada que ver con el afán regulador que nos asola aquí, donde al menor conflicto siempre surge la voz justiciera que exclama: ¡Qué hagan una ley!... ¡debería estar prohibido!...¡qué hace el Ayuntamiento!...¡que traigan más policías!... Despotricamos del Estado mientras exigimos su presencia reguladora, controladora y represora a cada instante y en todo lugar.

Queremos forzar la Ley hasta lo imposible, pretendiendo que ordene cada aspecto cotidiano de nuestra vida…tal vez para así poder dimitir de ella.

Y, claro, desdeñamos por incómoda la inevitable complejidad de las cosas: Fue la ley la que impidió el acceso de menores a los bares y la realidad nos devolvió el golpe con un nuevo fenómeno social multitudinario; el botellón.

En estos días se recrudece la polémica sobre la necesidad de que sea también la Ley la que les diga a las parejas rotas lo que deben hacer con sus hijos pequeños y con sus pequeños bienes. Como si la Ley pudiera reparar el amor o repartir el afecto. Como si el Boletín Oficial pudiera calmar el odio o ahuyentar el miedo de los niños.

Es difícil hacer buenas leyes para regular las grandes cosas pero es imposible reglamentar cada caso, cada anécdota, cada familia, cada rencor, cada acto generoso. No hay forma de meter los besos en un decreto. Ya deberíamos saber que la vida no trae libro de instrucciones y que la Ley jamás podrá suplir esa carencia, bendita carencia.

Pero no aprendemos. Leo estos días que un sindicato de ideario anarquista denuncia presiones empresariales y vecinales contra los repartidores que buzonean publicidad en Barakaldo y para solucionarlo reclama que se promulgue un estricto reglamento municipal (y supongo que un policía en cada portal para hacerlo cumplir). ¡Eso…los anarquistas!

Me parece que la Ley del Sentido Común es la mejor para las cosas cotidianas, no necesita mayorías parlamentarias ni debates acalorados pero sí necesita que nos hagamos cargo de nuestras propias vidas con prudencia, paciencia y respeto por los demás. Si un día va a Copenhague, tenga un poco de cuidado al subir al bus. Ya verá cómo las guapas ciclistas también lo tendrán.

Publicado en Danok Bizkaia el 15 de junio de 2012

viernes, 8 de junio de 2012

¡Váyase Vd. a paseo!

http://www.lasedades.es/

Parece que el miedo y la angustia son ya las únicas mercancías que nos suministran “los mercados informativos”. No ganamos para sustos. Leer periódicos, ver la tele o escuchar la radio empiezan a ser actividades de riesgo cardiovascular, así que hoy no quiero contribuir al coro oficial de asustadores y me voy a permitir salirme del guión para ver si aporto una proposición positiva y, a estas alturas, creo incluso que terapéutica.

Quede usted con un amigo o amiga de esos a los que tiene siempre pendiente llamar. Improvise. Mande un mensaje o llame y propóngale un plan absurdo, una propuesta sin motivo, un porquesí. Este fin de semana puede ser una oportunidad inmejorable, un ejemplar único -como cantaba Serrat. Cualquier plan vale que les saque de la rutina. Si el primero de la lista no puede, llame a otro, no se desanime.

Si de verdad lo hace descubrirá que no hace falta ningún motivo concreto para llamar a un amigo, que una visita a un pueblo de esos a los que “un día tengo que ir” es tan simple como poner día, hora y hacerlo. ¿Cuánto hace que no circula por esa carretera general que discurre junto a la autopista? Si no quiere gastar gasolina o no conduce, hay trenes que van a sitios que no ha visitado desde niño, se lo aseguro, y hay exposiciones y lugares que resultan una excusa perfecta para hacer ese día algo totalmente diferente. No se avergüence de llamar, no necesita razones. Use a sus amigos y déjese usar por ellos.

Mi plan de los últimos días fue subir en moto a Oña, en Burgos, a ver la fabulosa exposición de arte religioso “Las edades del Hombre”, que este año se muestra bajo la denominación “Monacatus”. Lo hice con un amigo al que veo una o dos veces al año. Me llamó ni sé para qué e improvisamos: Maravillosa carretera BU 550, excelente presentación de las piezas artísticas y asombroso monasterio de San Salvador de Oña. Hemos quedado en repetir, y tal vez lo hagamos de verdad.

Ese fue nuestro plan. El suyo seguro que es diferente pero –insisto- ¡váyase a paseo! sólo o con alguien con quien tenga pendiente quedar. Tiene usted más amigos de los que cree. Improvise y descubrirá también que lo imprevisto será parte del atractivo de la cita, como lo es de la vida misma.

Y olvídese por unas horas de angustias y zozobras, que ya está bien. Ya leerá los periódicos a la vuelta…si quiere.

Publicado en Danok Bizkaia el 8 de junio de 2012

viernes, 1 de junio de 2012

140 caracteres


Interés y brevedad son virtudes a las que aspiramos todos los que nos enfrentamos a una columna periodística como ésta que está usted leyendo. No es fácil casar lo que a mí me pueda importar con lo que a usted le interesa, así que cuando ocurre siento que el éxito, tan esquivo, me ha sonreído ese día.

La brevedad, no es solo la gran virtud destacada por Baltasar Gracián sino que también es una muestra de respeto por el tiempo del lector. Así que sepa usted que siempre repaso estos textos con una tijera tan inmisericorde como si fuera la del mismo Gobierno, cortando, simplificando y suprimiendo sin piedad.

Pero el peligro siempre acecha y la brevedad también tiene sus líneas rojas, que cuando se traspasan dan como resultado no la aclaración sino la amputación de las cosas contadas, que es algo muy distinto. Atribuyen a Albert Einstein la atinada expresión “las cosas deben explicarse de forma tan simple como sea posible, pero no más simple”.

Esta columna, con sus más de 2500 caracteres es un auténtico dinosaurio en comparación con el nuevo estándar actual de la comunicación: Los 140 caracteres de un tweet empiezan a ser lo máximo que estamos dispuestos a admitir como explicación de todo. Las enormes posibilidades que las redes sociales nos han abierto están cambiando muchas cosas, unas para bien y otras para no tan bien. Cierto es que hay una marea de inteligencia colectiva en marcha pero también hay una tormenta de tópicos y frases cortas que no siempre sirven para explicarlo todo.

La táctica de presentar las cosas complejas como si fueran sencillas es uno de los ingredientes que más han envenenado la política y la economía. Tanta falsa sencillez para ignorar lo ciertamente complejo, tanto tirar de lo banal para no enfrentarse a lo espinoso, tanto titular para tan poco contenido han desembocado en frustración y desconfianza de una ciudadanía a la que se ha tratado como público y no como pueblo, como consumidores de eslóganes y no como accionistas del Estado, que es lo que somos usted y yo. Y no es lo peor la falta de respeto que esa táctica conlleva. Lo peor es que sobran personajes en la política, la economía y la comunicación que de tanto banalizar, se han creído de verdad que todo es muy sencillo y que se arregla “en dos patadas”. Y tienen seguidores en Francia, en Grecia y en …más sitios.

Papá: explícame la Segunda Guerra Mundial” –me decía mi hijo cuando era pequeño- “pero en 30 segundos”…añadía enseguida. Él temía mis peroratas pero yo temo a una sociedad enseñada a exigir respuestas tan simples, tan infantiles y tan imposibles como la que entonces esperaba mi chico…y no existía twitter.

Publicado en Danok Bizkaia el 1 de junio de 2012

viernes, 25 de mayo de 2012

Cuánto fútbol



Foto "Mira lo que veo"
Es agradable que la ciudad esté alegre, que la gente hable con ilusión del partido de hoy, que cuelguen enseñas, banderolas y gallardetes en domicilios y establecimientos. Ver a la gente en la calle luciendo camisetas de camino a sus actividades cotidianas.

Esta misma columna se publicará, sin duda, rodeada de alusiones informativas y publicitarias al partido. Porque se empieza hablando del partido para pasar a hablar del partido y después hablar del partido. Los medios llevan semanas hablando del partido, luciendo portadas rojiblancas, interiores rojiblancos, fotos rojiblancas, columnas rojiblancas y los políticos locales, al parecer todas y todos forofos de siempre, se fotografían rojiblancos en alegre hermandad; un día los del Ayuntamiento y otro los de las Juntas Generales (que siempre hay clases).

En fin que toda la ciudad es una pequeña fiesta de esperanza. Aunque no por cierto de Esperanza Aguirre, que ha alimentado la hoguera de los nervios y los agravios con declaraciones estratégicamente dirigidas al público a quien quería dirigirlas, que no es a nadie de Bilbao y aledaños, no se engañen.

Hasta las instituciones más granadas y solemnes de la ciudad lucen en sus fachadas neoclásicas pendones y banderas. Choca ver paseantes ataviados con gafas rayadas en los colores de la camiseta (a 1,40 euros en Indautxu).

Te dan pañuelos de regalo en los bares habituales. Los vendedores barato barato, ya no muestran relojes o bolsos sino prendas, pulseras y otros elementos rojiblancos y supongo que las caretas de león estarán agotadas en las tiendas de disfraces de aquí hasta Bucarest. Es una cosa tan agradable que la pasión colectiva moviliza a los más tibios, arrastrándonos a todos esa marea de ilusión colectiva.

Es tanto el entusiasmo que incluso resulta un poquito sofocante ¡qué quieren que les diga! El equilibrio siempre es un concepto difícil para el corazón humano. Pasa en esto del fútbol como en todo lo demás; la frontera entre la alegría y la desmesura, entre la pasión y el paroxismo no es una línea demasiado nítida así que no sabría decirles a estas alturas dónde estamos ya.

Si, como yo, no es usted futbolero lo mejor es contagiarse voluntariamente de la alegría y esperar que tanto júbilo culmine adecuadamente en la travesía orgásmica de la gabarra para que poco a poco la ciudad recupere esa formalidad de la que solemos presumir los bilbaínos. Y que nos quede el poso de unos días felices, que no tenemos tantos. Que así sea.

Publicado en Danok Bizkaia el 25 de mayo de 2012

lunes, 21 de mayo de 2012

Una realidad irreal

Foto El Correo


Según los resultados constantes de las encuestas de opinión del CIS, el español está firmemente convencido (90%) de que la delincuencia es muy elevada y está aumentando en España. Sin embargo, lo cierto es lo contrario: la tasa de criminalidad española es la más baja de Europa (junto con Portugal) y está en descenso desde hace casi diez años.
Así empieza un excelente artículo de J. M. Ruiz Soroa titulado UNA REALIDAD IRREAL, publicado hoy en El Correo. Aquí van otros extractos que también me han parecido extraordinariamente interesantes aunque por respeto al autor creo que lo adecuado es leer su texto entero. Lo ha publicado la Fundación para la Libertad, aquí.
Para generar una distorsión como ésta ha sido necesaria la colaboración de muchos actores durante mucho tiempo. En primer lugar están los medios de comunicación, atentos a la explotación del filón emocional.
...
Los políticos (y en esto no existe ya diferencia de ideologías) se aprovechan oportunistamente de esta presentación del asunto, cuando no la inducen. Les permite desviar la atención de temas más difíciles y complejos y les concede la oportunidad de mostrarse como agentes activos y eficaces ante las demandas de la sociedad
...

Y los ciudadanos, no nos engañemos, no le hacemos ascos a este tratamiento. Ciertas cosas no llueven del cielo: hay políticos y medios populistas porque hay ciudadanos populistas.
Me gusta la gente que no se deja llevar por la corriente.

viernes, 18 de mayo de 2012

El consejero pasmado



En mis frecuentes viajes a lo largo de la Nacional 1 dispongo de mucho tiempo (los autobuses son cumplidores modélicos de la legalidad vial). Lejos de desesperarme por ello lo aprovecho para leer con placentera parsimonia. Un verdadero lujo.

Solo así es posible que el pasado domingo hincase el diente a un excelente reportaje en las páginas salmón del diario El País (es de caballeros señalar las virtudes de “la competencia”) que informaba de la creciente distancia entre los sueldos que las grandes empresas abonan a sus altos directivos y lo que pagan a sus empleados: 170 veces más en una, 157 en otra, 185 veces en esa, 233 en aquella y algún directivo hay que cobra hasta 1004 veces el salario medio de sus empleados.

Son empresas privadas, se nos dice, y con tal argumento quieren zanjar no ya las críticas sino cualquier atisbo de reprobación. Soy cliente de algunas de ellas así que no sé que bula se piensan que tienen para hacerme callar mi libre opinión sobre su libre política retributiva. Así que sigo leyendo -y opinando- y veo que los resultados en bolsa de tales empresas para nada se corresponden con lo que sus máximos directivos se embolsan. Todo lo contrario: Empresas que han perdido en cuatro años el 33% de su valor, el 44%, el 68%, el 76% y hasta el 89%, premian con inexplicable esplendidez a quienes las están conduciendo con habilidad tan discutible.

Precisamente los pocos casos de empresas citadas en el artículo que han ganado valor en bolsa, son los que corresponden -vaya por Dios- a directivos con sueldos más modestos, altísimos para usted o para mí pero calderilla para sus compañeros de página. Parece como si existiese una frontera prodigiosa y que una vez superado el listón mágico del millón de euros anuales (los hay que cobran 4, 6, 12 y hasta 20 millones) diese igual que el trabajo se haga bien o mal y que fuera lo mismo que sus accionistas ganasen millonadas o que se arruinasen.

Sí que son empresas privadas, o privatizadas (lo que quiere decir que una vez fueron nuestras, de ustedes y mías) pero no me negarán que asombra una prodigalidad tan injustificada de los Consejos de Administración hacia quienes dirigen sus empresas, esas con las que se supone que esperarían ganar dinero.

Tal vez en el fondo se trate del castizo “hoy por ti, mañana por mí”, pero entonces que no me hablen nunca más de la “indiscutible eficiencia” de lo privado frente a una supuesta incompetencia de lo público porque no cuela.

Y para que lo sepan todo yo también soy miembro de un Consejo de Administración, éste sí que público, y cobro por ello unas dietas mensuales de 126,45 euros, lo que hacen 1.517,4 euros brutos al año. Que no se diga. Pero palabrita que lo mío no es envidia, es pasmo.

Publicado en Danok Bizkaia el 18 de mayo de 2012

miércoles, 16 de mayo de 2012

Estaciones de NO servicio



Antes las gasolineras se llamaban "estaciones de servicio". Un término en desuso que no sé si utilizan ya los conductores más jóvenes. Hoy, salvo muy contadas excepciones hay que salirse de las grandes autovías de la modernidad para encontrar gasolineras en las que alguien, con sus propias manos, te llene el depósito.

Lo último son los supermercados/gasolinera, donde uno puede comprarle al único empleado desde aceite de oliva, naranjas y paletillas de Jabugo hasta refrescos, cupones de rasca-rasca, teléfonos móviles y, por supuesto whisky, ron, ginebra y coñac. Vamos, lo imprescindible para un viaje.

Obviamente no pueden aducir como excusa una constante rebaja de los precios del combustible, sino todo lo contrario, por lo que la única explicación posible para esa destrucción de empleos y ese deterioro del servicio es la búsqueda indisimulada del máximo beneficio para las ya opulentas empresas del petróleo. Parece que en estos tiempos la codicia se ha convertido en virtud, visto el descaro y aun el orgullo con que se muestra, lo que no deja de ser un gran cambio cultural respecto a lo que nos enseñaron a los de mi generación.

Pero ya el colmo de la desfachatez es maltratar a los clientes, tratándonos como presuntos delincuentes y obligándonos a hacer cola antes de servirnos nosotros mismos, bien para pagar por adelantado o bien para "solicitar" el desbloqueo de un surtidor a cambio de dejar depositado en la caja el DNI, la tarjeta de crédito o el casco de la moto, en cuyo caso la cola hay que hacerla dos veces: una para pedir y otra para pagar y recoger lo dejado en "prenda".

Y tal cosa no ocurre en gasolineras pequeñas que puedan tener un momento de aglomeración sino en instalaciones enormes, con muchos surtidores y personal mínimo que se apura ya solo para cobrar. Es decir, diseñadas expresamente para el abuso y el desprecio al cliente. Hace unas semanas leí que se quejaban amargamente de la pequeñísima parte de gente que se iba sin pagar. Yo también me quejo hoy, pero de lo dura que tienen la cara ellos.

Seguramente están en su derecho legal a poner sus propias normas pero deberían recordar que nosotros también tenemos derecho legal, por ejemplo, a pedir que se compruebe in situ (con recipientes oficiales de los que deben disponer) la exactitud de las mediciones de todos y cada uno de los surtidores. Es decir, que se aprovechan descontando que los clientes renunciaremos a nuestros incómodos derechos.

¿Y si hacemos entre todos una lista de auténticas "estaciones de servicio"? Me pongo a ello.

Publicado en Danok Bizkaia el 11 de mayo de 2012

jueves, 10 de mayo de 2012

Unanimidad parlamentaria = censura informativa


Dicen que “periodismo es contar aquello que alguien no quiere que se sepa”.

Después de esperar unos días a ver si en algún medio se contaba lo que aprobamos el pasado jueves 3 de mayo en el Parlamento Vasco y viendo que a estas alturas nadie le dedicará ni una línea, ni un segundo, en ningún sitio, puedo decir que lo que aquí aprobamos hace una semana, efectivamente, alguien quiere que usted no lo conozca por lo que se ha convertido ya en noticia.

Y la voy a dar yo, desde este humilde blog, puesto que los medios de comunicación, que con tanto detalle siguen los plenos y hablan estos días de los votos con que cuenta cada cual, le han ocultado a usted algo que se aprobó por unanimidad, que se leyó como una declaración solemne del Parlamento Vasco y en la que se hace referencia a los recortes de plantilla en los medios de comunicación. Es esta:

DECLARACIÓN INSTITUCIONAL EN EL DIA DE LA LIBERTAD DE PRENSA

La actividad política es seguida por los periodistas con enorme atención, como debe ser, y quienes formamos parte de los parlamentos estamos permanentemente bajo los focos. Me parece bien y de hecho este parlamento ha reclamado en varias ocasiones que así siga siendo. Pero las empresas propietarias de medios de comunicación, tan exigentes con su derecho a saberlo todo de los demás, son increíblemente opacas cuando se trata de los problemas que les afectan a ellas mismas. Y precisamente porque no quieren que se conozca, lo que a ellas les incomoda también es noticia.

miércoles, 9 de mayo de 2012

Gobierno Vasco en minoría SI, pero sólo si es nacionalista

Foto El Mundo

No sé si es o no conveniente adelantar las elecciones vascas después de que el líder del PP, que apoyaba en el parlamento al Gobierno, haya modificado su posición en solo 24 horas. Pensaré en ello cuando me recupere de la sorpresa que me causa ver la rapidez y la naturalidad con que la mayoría de los comentaristas políticos hablan, en horas, de “agonía” del Gobierno de López, todo porque pueda verse durante unos cuantos meses tan en minoría como estuvo el de Ibarretxe durante DIEZ AÑOS (excepto los nueve meses que le duró el embarazoso apoyo parlamentario de la izquierda abertzale).

Reconozco que, por delirantes y peligrosas, las propuestas del anterior Lehendakari absorbían tanta atención mediática y generaban una tensión informativa tan alta que el hecho de que sus Gobiernos estuvieran permanentemente en total minoría parlamentaria y no pudieran aprobar presupuestos era algo pasaba casi desapercibido, como un asunto menor al lado de sus "ruidosas" iniciativas.

Pero la realidad era que lo que le puede empezar a pasar al Gobierno Vasco actual fue el pan nuestro de cada día durante casi dos lustros en Ajuria Enea. Sin embargo, ni se oyó entonces al de Llodio hablar de adelantar elecciones, ni a los opinadores de la prensa constitucionalista reclamárselo. Pese a su flagrante y permanente minoría parlamentaria todo el mundo daba por hecho que el gobierno seguiría, una legislatura tras otra, naturalmente ¿naturalmente?.

Puesto que los nacionalistas llevan desde el primer día tratando al Gobierno como ilegítimo, nada de particular tiene que ahora aprovechen para remarcar tal posición pero que sectores que claramente son ajenos al mundo nacionalista le concedan a éste tanta sobrelegitimidad y tanta sublegitimidad al Gobierno de López no deja de asombrarme. Que a unos se les admitiese durante años con total normalidad lo que a otros no se les tolera ni un día, no me negarán que es chocante.

Entiendo que a los medios, que viven de contar las cosas que pasan, les interesa que, en efecto, pasen cosas. Y comprendo que a falta de estruendosas propuestas de independencia, exclusión, enfrentamiento con otras instituciones…que no tenían papel las portadas para tanto como había que narrar, les parezca hoy aburrida y tediosa esta normalidad política que ha venido de la mano del Lehendakari López y, en consecuencia, se animen a remover cuanto puedan a ver lo que se pesca.

Yo, sin embargo, tiendo a pensar que una de las grandes virtudes de la democracia es su previsibilidad. Aquello de que “en democracia si llaman a la puerta a las 4 de la mañana puedes estar seguro de que es el lechero”. Por eso me inclino hoy, como he hecho siempre, porque la política no sea una carrera de constantes y excitantes refundaciones y sorpresas, sino un camino, siempre más laborioso que brillante, de mejora diaria de la gestión de lo público y de apuestas pensadas para obtener resultados a largo plazo, que es hacia donde hay que mirar con inteligencia y sentido común. Oscar Rodríguez dice de mí que soy “rara avis” y debe tener razón.

viernes, 4 de mayo de 2012

Inseguridad Jurídica


A nada que se haya informado usted de las recientes expropiaciones que los Gobiernos de Argentina y Bolivia han hecho de filiales de empresas españolas habrá leído y escuchado que tales decisiones generan “una gran inseguridad jurídica” que es de lo peorcito que le puede pasar a un país.

Efectivamente, cuando se tienen hechas previsiones estratégicas, de inversión, de ingresos, facturación, ahorro, impuestos, etc. que venga un Gobierno y dé al traste con todo lo previsto para cambiar de la noche a la mañana las reglas con las que uno contaba es una cosa que no puede ser buena. Ni para las empresas ni tampoco para el país.

Y como no hay cosa mejor que los ejemplos imagine lo que pensaría usted si -un suponer- siendo un trabajador, que tenía unos derechos, se encontrase con que un Gobierno cambia un día las reglas para que pueda ser usted despedido si cae enfermo dos veces. O si, de repente, se convirtiese en legal tenerle a usted trabajando un año entero a prueba y despedirle entonces sin indemnización.

Piense usted la cara que se le pondría si, siendo jubilado, de pronto cambiasen las normas y tuviera que empezar a pagarse sus muchos medicamentos con su escasa pensión. O si fuese usted un investigador universitario y un viernes cualquiera, suprimiesen los fondos públicos y le dejasen colgado del microscopio.

No digamos lo que pensaría si hubiese hecho usted sus cuentas fiándose de una congelación de los impuestos asegurada una y mil veces y de golpe le subieran el IRPF y el mismo IVA. Y no le digo nada si un Gobierno aboliese la sanidad universal y su hijo, que no ha cotizado porque ha estado estudiando, perdiese la cobertura a los 26 años y tuviese usted que arruinarse si cae enfermo el chaval ¡Dios no lo quiera!

¿Y si tenía usted la ilusión de mandar a su chica a la universidad con una beca y ahora resulta que va un Gobierno y las reduce, dejando a su pequeña fuera? ¿Y si por fin se animó a tener familia contando con poder apoyarse en unas medidas de conciliación laboral-familiar que de pronto son suprimidas?

Piense también que, de suceder tales cosas su situación económica ya no sería la misma, por lo que la “cotización bancaria” de su familia se resentiría y le sería mucho más difícil conseguir crédito. Igualito que a las empresas expropiadas.

Pongo estos ejemplos tan cercanos para que usted se haga una idea de lo mal que lo deben estar pasando los miembros de los Consejos de Administración de Repsol y de Red Eléctrica. Todo por culpa de tanta “inseguridad jurídica” como hay……en Bolivia y en Argentina. Si es que no hay derecho.


Publicado en Danok Bizkaia el 4 de mayo de 2012

domingo, 29 de abril de 2012

Utilizadas y traicionadas

Ángel Acebes en una manifestación de la AVT

El Partido Popular tiene ahora problemas con las asociaciones de víctimas, a las que no les hace ninguna gracia que les hablen siquiera de la posibilidad de que los presos de ETA puedan obtener ni la menor ventaja penitenciaria. Es comprensible que así sea, tratándose como se trata de familiares de asesinados. Por eso, las más exigentes han rechazado el plan que el Gobierno del PP quiere poner en marcha para acercar uno a uno a los presos que renuncien a la violencia y se separen claramente de la banda, que no es más que lo que dice la Ley.

Sin embargo estas asociaciones no han tenido siempre una posición tan estricta. Su radicalización es cosa de los años de gobiernos de Zapatero. Antes, aceptaron sin protestar decisiones mucho más "arriesgadas" como la de acercar a cárceles vascas a 135 presos etarras activos, cosa que llevó a cabo el entonces ministro del Interior, Jaime Mayor Oreja, en setiembre de 1999. Tan asombrosa elevación del listón de la exigencia, a la que no le sirve ya ni la aplicación estricta y sin excepciones de las leyes, no tiene nada de espontáneo sino que fue producto de un trabajo concienzudo y cuidadoso que el Partido Popular hizo durante 8 años para, utilizando los sentimientos de personas heridas, minar la credibilidad de la política antiterrorista de Zapatero, que fue la que acabó con ETA.

Pero ahora resulta que, con ETA derrotada oficialmente, el PP encuentra un escollo precisamente en aquellos sentimientos que con tanta intensidad como irresponsabilidad, enconó, manipuló y utilizó. Ahora algunas asociaciones van a ir descubriendo la triste verdad de que detrás de tanto aliento y tanto apoyo del PP como tuvieron, lo que había era una estrategia para utilizarlas como carne de cañón mediático en el asalto a La Moncloa. Justo lo que decían entonces los "pérfidos" socialistas que pasaba.

Van a ir viendo con tristeza cómo se han convertido en incómodos parientes para quienes se decían hasta ayer sus más firmes aliados. Y van a darse cuenta de que se equivocaron cuando creyeron lo que les susurraban al oído de que en el tema de terrorismo ellas eran tan importantes que tendrían siempre la última palabra. La decepción la tienen asegurada.

Doña Ángeles Pedraza, presidenta de la AVT, una de las asociaciones más activas, y más cruelmente utilizadas también, ha dicho que si se sienten traicionados, volverán a salir a la calle a manifestarse, como hacían contra Zapatero. Pues que vaya preparando las pancartas y sobre todo que haga muchas, porque ya no va a poder contar con el apoyo logístico y de convocatoria que se ponía a su entera disposición desde la calle Génova. A lo más que podrá aspirar será a que le acompañe Mayor Oreja, El Acercador.

sábado, 28 de abril de 2012

Patadas si, besos no…¡que hay niños!


La comisión disciplinaria del fútbol mexicano ha enviado un escrito oficial de amonestación a un club local, el América, porque dos de sus jugadores se dieron un beso en la celebración de un gol. Al parecer la tal comisión ha mostrado su consternación por un hecho tan grave diciendo cosas como que “no es apropiado para el público”, “no queremos que sea un ejemplo para nadie” y –agárrese usted a la silla- “no es la imagen a los niños que queremos dar” (sic).

A la vista está que el fútbol no solo mueve dinero sino también muchas pasiones, tantas que cada vez más se asocia a disturbios crecientes en los campos y en su entorno, lo que es muy de lamentar. Los grupos de hinchas violentos hace tiempo que son una característica casi institucional en los clubes y en los partidos de mucha rivalidad ya vemos como algo perfectamente normal que las hinchadas estén estrictamente separadas y vigiladas dentro y fuera del campo, como si estuviésemos administrando fieras y no personas.

Los propios comentaristas deportivos disculpan con total normalidad terribles faltas y lesiones sobre el césped con el inapelable argumento de “no ha tenido otro remedio porque se escapaba”. No sé de qué nos extrañamos luego.

Hay, claro que sí, una mayoría de aficionados moderados y cabales, muchos de los cuales, deseosos de transmitir en herencia su propia ilusión llevan a sus hijos e hijas a los campos, donde los chavales y chavalas ven a esas hordas de gamberros, que pasan por ser los más fervientes hinchas del equipo de sus entrañas y que les muestran un modelo de participación colectiva en el deporte tan atractivo como peligroso.

A mi me parece que entre los muchos problemas que tiene el mundo del fútbol, con los dineros, con las radios, con las televisiones, algunas veces con los entrenadores y otras incluso con sus propios directivos, éste del vandalismo hooligan no es de los menores, pero parece que, como en tantas cosas, en esta también me equivoco, porque la comisión disciplinaria de México, que como todo el mundo sabe, es un país dechado de paz y de convivencia cívica, me saca de mi error para señalarme el meollo del auténtico problema. Así que yo, agradecido como soy, les mando un beso a todos los miembros de ese comité.

Publicado en Danok Bizkaia el 27 de abril de 2012

domingo, 22 de abril de 2012

La Iglesia despiadada


El cardenal católico Rouco Varela ha declarado esta semana que "los diagnósticos prenatales se están convirtiendo en un factor más que preocupante [porque] dificultan el nacimiento de muchos discapacitados"

Rouco Varela
Yo no estoy de acuerdo en que los principios fundamentales que mueven a la Iglesia Católica sean justos y buenos per se y, por tanto, no soy como los que habitualmente la critican por no seguir con fidelidad preceptos tan "benéficos". Por el contrario, creo que las religiones, especialmente las monoteístas como ésta, se han apropiado para ellas de sentimientos universales que están en lo profundo de nuestro ser: la moral, el amor, la compasión, la solidaridad, el sentido de trascendencia y otros que nos han acompañado siempre a todos los seres humanos desde que somos tales. Por supuesto que me disgusta que pretendan pasar por inventores y, lo que es peor, propietarios de la patente de tales conceptos pero no suelo criticarles porque pienso que a mí qué más me dan los motivos que cada cual tenga para comportarse de forma adecuada, justa y humana, como por cierto lo hacen casi todos los católicos que conozco.

Pero la Iglesia tiene también otra cara, más dura: La del poder sobre la gente, que se manifiesta -claro- en lo mundano, desde lo social a lo político o empresarial, pero que pretende también gobernar los sentimientos más íntimos de las personas, a las que necesita vulnerables, asustadas, desorientadas, incapaces de decidir sobre su propia vida y por eso necesitadas siempre del "pastoreo" de los prelados. Por eso la Iglesia Católica ha mirado siempre con recelo, y ahora también, los avances de la ciencia, que no solo nos hacen descubrir y comprender mejor el mundo y sus enigmas sino que también nos permiten lograr una vida mejor, más plena, más feliz y, sobre todo, más libre.

Y luego está el dolor. El dolor en todas sus formas. Triste certificado de nuestra enorme fragilidad y que por eso mismo es una auténtica obsesión para la Iglesia, que parece necesitarlo -e incluso reivindicarlo- para así poder presentarse ella como imprescindible institución analgésica.

Hace unas semanas falleció la hijita, enferma de nacimiento, de una pareja amiga. Después de unos pocos pero largos años de sufrimiento, cuyo poso quedará para siempre, la muerte se impuso a sus muchos esfuerzos y a los de la ciencia. La enorme pena -física incluso- que entonces sentí se ha convertido en rabia e indignación al saber que un hombre importante protesta porque se está rebajando el dolor y la desgracia de las familias. Siempre están hablando de misericordia pero algunos no tienen corazón ni piedad, los malditos.

viernes, 20 de abril de 2012

¿Parar la revolución?

Mujeres andando



Cuando el mundo cambia verdaderamente es cuando nuestros hijos, adultos ya, nos sustituyen en el gobierno de la vida. Y tal transformación se hace definitiva cuando se quedan solos a cargo de los que fueron nuestros proyectos y nuestros sueños, bien para continuarlos o bien para enterrarlos junto a nosotros mismos.

Viene esta inquietante reflexión para señalar que las transformaciones más importantes no son las que ocupan la actualidad sino las que van avanzando lenta pero poderosamente. Igual que las de la mar, existen mareas humanas, sociales e ideológicas pero para poder ver los cambios que nos traen hay que tener paciencia y elevarse sobre el ruido y la prisa de lo cotidiano.

La mayor revolución que ha experimentado esta parte del mundo en la que vivimos no es la que ha traído la tecnología sino la de nos ha venido de la mano de las mujeres. No hay nada que pueda compararse a que la mitad de la población, la mitad de los cerebros y la mitad de las manos salgan de una posición subordinada y cautiva y tomen parte en la vida plena de la comunidad. Es una marea que viene subiendo poco a poco desde las primeras sufragistas, que se aceleró cuando las mujeres pudieron controlar su vida reproductiva y que ahora, afortunadamente, ha impregnado casi todos los rincones de la sociedad. Pero como otras grandes transformaciones sociales, la liberación de las mujeres (utilizo deliberadamente esta anticuada pero emocionante expresión) ha tenido altibajos: Momentos de avance, en los que la justicia avanzaba y también de retroceso, en los que regresaba la sinrazón.

No es la Ley la que transforma el mundo pero la Ley puede acelerar o retrasar los cambios. Las nuevas normativas laborales, que tan falsamente se nos venden ahora como remedio a los males de la crisis, no solo van a tener consecuencias negativas en los derechos de los trabajadores, en la decadencia de las clases medias y en la consiguiente contracción del consumo y del empleo sino que van a atacar sutil pero inapelablemente la capacidad de las mujeres para avanzar en su emancipación. En un panorama de empleos precarios, miedo y desconfianza en el futuro. Con el beneficio inmediato como única medida del éxito, va a ser muy difícil que alguien se preocupe de ayudar desde la Ley a que las mujeres y los hombres compartamos tareas y responsabilidades. Todo lo contrario; como setas están saliendo los partidarios del regreso al viejo modelo familiar de esposa y madre obligada.

No pararán la marea, nadie podría, pero retardarla puede ser suficiente para que al estropicio inmediato de las medidas anticrisis se sume ahora una paulatina, y mucho más grave, vuelta a la reclusión de la mitad de las personas, con la consiguiente agudización a largo plazo de nuestro empobrecimiento. Eso sin hablar de la terrible injusticia que supone. Resistirse no es, por tanto, un problema de las mujeres sino de todos

Publicado en Danok Bizkaia el 19 de abril de 2012


sábado, 14 de abril de 2012

Innovar no es hablar de I+D+i

Foto IKEA
No hay conferencia, declaración, congreso empresarial, económico o político en el que este extraño acrónimo no se utilice hasta el aburrimiento. La “modernez” rampante que asola este principio de siglo ha acabado con el viejo I+D (Investigación y Desarrollo) y ha parido el ubicuo I+D+i (Investigación, Desarrollo e innovación), que es –por ahora- lo que mola en los informes empresariales, convertido en casi una religión a la que todos debemos someternos. No se me entienda mal, soy partidario confeso y sincero de ver cómo mejorar lo que hacemos bien y de aprender a hacer cosas nuevas (que es lo que más o menos se quiere expresar) pero prefiero decirlo así que con fórmulas raras, a las que ya veremos cuantas letritas nuevas le van añadiendo… denles tiempo.

Y como no hay como los ejemplos para hacer cosa cotidiana de aquello que se nos presentaba con ropajes mágico-empresariales, repasen innovaciones que ustedes conocen. Empresas que haciendo las cosas de forma diferente consiguen revolucionar sus mercados, tanto que allí donde aún no están se habla de ellas y se las espera, precedidas de su reputación (y de su polémica, claro). Hay quien, como Ikea, vende muebles y complementos asombrosamente asequibles que usted se lleva a casa en el momento, en lugar de esperar los 15 o 20 días de rigor (que era lo que antes significaba “entrega inmediata”). Hay quien en plena crisis, y sin pagar un euro en publicidad convencional, como Mercadona, abre supermercados, genera empleos y también titulares sobre si abrirán o no algún centro en Euskadi y cuándo. Hay quien, como Apple, con productos nada baratos, ha arrasado en teléfonos inteligentes, reproductores de ficheros musicales y que prácticamente se ha quedado para ella solita con el mercado mundial de tablets. Ahí es nada.

Y ahora se anuncia la llegada más o menos inminente de Netflix que, para los que no lo conozcan, es una empresa que ofrece miles de películas y series en su televisor u ordenador, con calidad y de forma completamente legal, pagando una cuota fija asequible. En Estados Unidos y Canadá tiene ya 25 millones de suscriptores. Puede ser no solo el fin de las descargas ilegales sino el abismo para la audiencia de televisiones públicas y privadas. Veremos.

Son ejemplos de empresas que han hecho las cosas de forma diferente, que han revolucionado sus mercados y nuestras formas de consumo, que han creado el cambio. Los sectores en los que están ya no se entienden sin ellas. Hay quien las ama y quien las odia, por supuesto, pero siempre es más interesante observar y aprender del innovador real que escuchar al último conferenciante que nos habla de ese I+D+i, a la que solo le falta una cruz más para convertirse en un auténtico calvario.

Publicado en Danok Bizkaia el 13 de abril de 2011

jueves, 5 de abril de 2012

Real como la vida misma


Quienes se toman a sí mismos con un poco de humor tienen bastante felicidad ganada de antemano.




Fotos tomadas por mí en Carabanchel, Madrid.

Urbanitas e incendios

Dicen que los urbanitas hemos perdido a lo largo de generaciones de vivir en ciudades los conocimientos tradicionales vinculados al campo, a la naturaleza y a las tareas agrícolas, aquellas que marcaron la vida de las personas hasta hace bien poco. Hoy parece mentira pero hasta los años 60 la agricultura era la principal fuente de riqueza y empleo de España.

A nosotros la primavera no se nos anuncia ya en el nuevo aspecto de los bosques y las riberas de los ríos sino en los escaparates de las farmacias, donde año tras año el regreso del calor es precedido por las fotos de espectaculares mujeres que promocionan productos contra una celulitis que las propias modelos obviamente desconocen. Entra uno a por el omeprazol y en la cola comprueba aliviado cómo los fríos van quedando atrás y se anuncian tiempos más benignos, que pronto animarán a aligerar la ropa.

A lo que iba. Es verdad que la vida urbana nos ha hecho perder muchos conocimientos valiosos. Ignoro mucho más que lo que conozco respecto a todo y mi desconocimiento es “sideral” respecto a las cosas del mundo rural, pero confieso que me provoca escalofríos saber que quemar el monte, destruir la propia riqueza de forma intencionada y brutal ha formado parte siempre de la parte negra de ese cosmos tan ajeno. Aquí en el metro preferimos pensar que detrás hay intereses económicos oscuros porque de otro modo nos resultaría monstruoso e incomprensible. Pero la verdad es que el monte no se quema, lo queman, siempre se ha hecho, siempre se ha sabido. Siempre ha sido monstruoso.

En este momento escribo sin saber si se habrá conseguido apagar el incendio provocado en las Fragas de Eume, en Galicia, pero sí sé que no será fácil recuperar esa fabulosa mancha de bosque atlántico, que ha perdido 750 Hectáreas, 350 de ellas de excepcional valor ecológico y naturalístico.

Han dicho las autoridades locales que " la sociedad está harta" de los pirómanos. Que "no está dispuesta a permitirles seguir impunes” y también que se les perseguirá “con la misma fuerza que se denuncian las acciones delictivas" (sic). ¿Por qué queman el monte? ¿Quién sigue impune? ¿Es que antes no eran acciones delictivas?. De verdad que no entiendo nada. Voy a bajar a por una caja de analgésicos.

Publicado en DANOK Bizkaia el 4 de abril de 2012

viernes, 30 de marzo de 2012

Yo ya avisé



Hace dos semanas publiqué en esta columna un texto que advertía de que recortar los derechos y las remuneraciones de quienes vivimos de una nómina no iba a tener los benéficos resultados que, con alegría sin cuento, le atribuyen los gobiernos que lo impulsan o las entidades bancarias y empresariales que lo aplauden.

Avisaba de que siendo yo, por ahora, un privilegiado en mis ingresos, sin embargo ya he empezado a establecer hábitos de consumo fuertemente restrictivos. A la fuerza después de escuchar tantas veces ese mantra de que “hemos vivido por encima de nuestras posibilidades” y escuchárselo, precisamente, a los que concedieron miles de créditos por encima de sus posibilidades de cobrarlos, empaquetaron hipotecas basura por encima de cualquier posibilidad de ejecutarlas o apostaron por un crecimiento ilimitado y eterno, por encima de cualquier posibilidad real. Justo a esos.

Pues a mi “huelga particular de consumidor” parece que se está sumando mucha gente más, ya que esta semana se ha sabido que en los últimos dos meses la recaudación por IVA se ha desplomado en Euskadi nada menos que un 21% mientras el conjunto de la recaudación ha caído un 4,7%. Les juro que no he podido ser yo solo.

La creación de una clase media potente y dinámica es un proceso lento y caro: hace falta dinamismo y libertad de empresa, por supuesto, pero también hacen falta servicios sanitarios accesibles y de calidad, educación generalizada y de alto nivel, libertad política, competencia no fingida, transparencia en el manejo de lo público, acceso al derecho, infraestructuras, una red bancaria y empresarial eficiente y profesional y, en definitiva, una sólida cultura democrática y cívica. De hecho democracia y clase media suelen ser valores que aumentan o disminuyen ambos a la vez.

Pero para desmontar esa sociedad imperfecta pero solidaria, decente, libre y próspera que era lo normal en Europa durante décadas, solo hace falta ir destruyendo las redes públicas que la han cohesionado y que han permitido que cada generación haya podido vivir mejor que sus padres. Y eso es lo que se está haciendo precisamente.

Debilitar a la clase media es una mala idea económica. Las sociedades con multitudes paupérrimas y oligarquías opulentas tienen poco futuro, el Tercer Mundo está lleno de ejemplos. Pero me temo que quienes demostraron tanta avaricia como ineptitud a la hora de gestionar el capitalismo ultraliberal sin reglas, vuelven ahora con las mismas gafas de madera a decirnos lo claramente que ven que nuestro empobrecimiento va a resultar beneficioso para todos. Me asalta la sospecha de que no sean tan tontos como se lo hacen y que lo que busquen con esas mentiras es que recortando nuestros ingresos perdamos también parte de nuestra libertad. ¿A ver si va a ser eso?

miércoles, 28 de marzo de 2012

Brrrrrrrrrr

Siempre que paso en la moto por este punto de la Nacional-1 me entra un escalofrío. No me negarán que nombres como estos, en pleno norte burgalés, resultan realmente disuasorios. Un día voy a parar, por curiosidad, seguro que son sitios más atractivos que su nombre

martes, 27 de marzo de 2012

1812- 2012

Azulejo conmemorativo del Bicentenario de la Constitución de 1812
Supongo que es ley de vida que cada generación crea que su tiempo es el auténticamente decisivo y que es ella la llamada a entregar definitivamente a las venideras un mundo si no perfecto al menos casi perfecto. Tamaña estupidez no se sostiene un minuto en una mente mínimamente reflexiva pero, sin embargo esa sensación de que “lo importante” es lo que hacemos la gente de nuestra edad y el resto son excentricidades de jóvenes o de viejos, tiene un asombroso e inexplicable éxito.

Estos días se están celebrando actos institucionales en conmemoración del bicentenario de la aprobación en Cádiz de la Constitución de 1812, puede que la más progresista y liberal de su momento. Fue conocida popularmente por “la Pepa”; nombre bien gracioso que solo podía provenir de una ciudad del Sur, pero nombre también cuya invocación costó la vida a muchos españoles, lo que no tuvo en verdad ninguna gracia. ¡Viva la Pepa! fue en tiempos un grito subversivo y revolucionario, muy caro para quien fuese sorprendido pronunciándolo después de que la reacción, el atraso y el miedo recuperasen en España -para mal- los territorios de libertad que aquella Constitución había ganado en Cádiz para bien.

Viene esta breve alusión histórica a que las generaciones que nos precedieron también tuvieron sus momentos de lucha, de gloria, de éxito, de libertades y de derechos, pero que, sin embargo, lo conseguido en unos momentos se perdió también en otros, que la historia de la gente de la calle, no ha sido nunca un camino recto. Nada de eso. La historia de las generaciones que nos precedieron ha sido de altibajos, de avances y retrocesos, de alegrías por lo logrado y de tristezas por lo después perdido. 1812 fue un momento de especial efervescencia de la libertad y, posiblemente por eso, la destrucción de aquella esperanza fue también especialmente dura y dramática.

No entregaremos a nuestros hijos un mundo perfecto, pero al menos deberemos intentar, por pura dignidad, que no sea en nuestro tiempo en el que se pierda lo que habíamos conseguido para nosotros, cosas que llegamos a creer afianzadas para siempre y que ahora están en peligro. No nos asedian las tropas napoleónicas, como entonces, pero sí los intereses de los mercados y las grandes empresas. No nos han secuestrado al Rey pero no le harán ascos a quedarse con la sanidad o la educación públicas. Con los derechos de los trabajadores ya han empezado.

Puesto que tan solo nos toca transitar por algunos peldaños en la escalera de la historia intentemos subir cuantos podamos y bajar los menos posibles; si puede ser ninguno. Y no nos dejemos empujar escaleras abajo. Puede que sólo con eso ya hayamos logrado mucho.


Publicado en Danok Bizkaia el 23 de marzo de 2012

domingo, 18 de marzo de 2012

¡Yo aviso!


Aviso a Seat, Renault, Vw, Ford, Opel… de que he reparado mi viejo coche y que ya he descartado completamente cambiarlo. Aviso al BBVA, Santander, La Caixa, Kutxa…de que he renunciado a aquella compra que tenía pensada y que no necesitaré ya pedir ningún crédito. Aviso a Bimbo, Danone, Nestlé, Campofrío, Henkel, Fairy, Ariel... de que me he convertido en un experto en marcas blancas, que son las únicas que llenan ahora mi carro.
Aviso a El Corte Inglés, Inditex, Cortefiel, Hispanitas....de que ya solo compro ropa en outlets o en rebajas. Ah! y que conozco todas las modistas de arreglos de mi barrio. Aviso a Cepsa, BP, Repsol, Shell, Petronor, Avia… de que me acostumbré a conducir despacio cuando la limitación a 110 y que ahora paso de largo por muchas gasolineras. Y, por supuesto, en los viajes largos uso el bus.
Aviso a Prisa, Vocento, Mediapro, Mediaset, Euskaltel y Movistar que la TV de pago ni siquiera la tengo como opción y que he descubierto que se vive perfectamente sin comprar todos los días todos los periódicos. Aviso a las cadenas Barceló, Sol, Zenith, Meliá… de que ya he reservado plaza en un camping para este verano en lugar del hotel de playa de los pasados años.

Soy un privilegiado. Tengo un buen sueldo, excelente en comparación con el de la mayoría de mis amigos, así que estas decisiones no son nada comparadas con las que, sí o sí, han de tomar ellos y otros muchos millones de consumidores. Porque -señores- no olviden que austeridad es NO COMPRAR.
Quienes hoy aplauden entusiasmados esta reforma laboral que precariza los empleos, que expulsa a la clase media del mercado, que destroza la esperanza de los jóvenes más preparados que miran al extranjero como hicieron sus abuelos, mejor harían en no recalentarse las manos con tanta ovación porque tal vez las necesiten para cavar con ellas la tumba de los negocios que hasta ahora les hicieron ricos.

Quien paga sueldos nimileuristas no puede ser tan tonto como para creer que el resto de empresas no harán lo mismo que él y que, por lo tanto, al cabo no habrá consumidores capaces de comprar lo que él tanto necesita vender. Es obvio. Falta solo saber cuánto tardarán en darse cuenta y a cuánta gente habrán destrozado para entonces.
Aviso de que mi huelga particular empezó antes del 29 y que se prolongará mucho después. ¿Y la de usted?

Publicado en Danok Bizkaia el 16 de marzo de 2012

sábado, 10 de marzo de 2012

Visita a la Torre Iberdrola

Hace ya unos años, cuando mis tareas profesionales estaban vinculadas a los proyectos de regeneración de la ciudad, el proyecto de la torre de Abandoibarra nos causó bastantes quebraderos de cabeza a quienes trabajábamos en la sociedad Bilbao Ría 2000.

Ayer, por cortesía de Iberdrola, pude pisar la azotea de aquel edificio que ya no es una maqueta como aquella con la que Ángel, Javier y yo anduvimos pisando ferias y exposiciones, sino una realidad.

La torre y la plaza de Euskadi frente a ella han quedado fantásticas.



Pasen y vean

Muelles de Bilbao Foto Blog Radiaciones

Mi amigo Manu es ingeniero. Un hombre organizado y metódico, al que el caos nunca ha conseguido vencer, muy al contrario de lo que nos pasa a quienes vivimos dominados por él. Vencedor de ese enemigo insidioso, siempre ha encontrado tiempo para atender a las personas con las que trabaja, para los amigos y para su familia. Los expertos dirían que tiene mucha inteligencia emocional, yo me quedo en que le sobra sentido común.

Los ingenieros como Manu transforman el mundo físico. Hacen que lo imposible sea fácil: atravesar un río, amarrar un buque de miles de toneladas, volar a 10.000 metros de altura o simplemente lavar y secar la vajilla. Todas esas cosas y miles de otras más tuvieron detrás a un ingeniero que se enfrentó a dificultades y problemas inimaginables para mí. Problemas que no se resolvían solo con la calculadora; que, todo lo contrario, requerían imaginación y curiosidad. Nada de mentes cuadradas, si acaso ordenadas, que es muy diferente.

Frente al Ayuntamiento están haciendo estos días una obra de refuerzo de los viejos muelles bilbaínos, esos mismos que domesticaron la ría y la transformaron de cauce de agua en cauce de riqueza. En medio de la atareada vida urbana, el lunes pasado una máquina perforaba la ribera con un inmenso tubo. Desde el puente y desde la orilla de enfrente, en pie, cómodamente sentados o con una ojeada rápida al pasar gentes de toda edad, no solo jubilados, seguían atentamente el ruidoso espectáculo de aquellos titanes de hierro, en lucha contra el lodo y el agua. Me acordé de Manu, que me habría explicado con detalle y pasión lo que aquellos hombres enfangados estaban haciendo.

El circo del ser humano cambiando el mundo para acomodarlo a sus necesidades es un espectáculo tan antiguo como nosotros mismos. No es de extrañar que tenga una capacidad de convocatoria tan universal. Hay una serie televisiva que muestra grandes obras y complicadas operaciones industriales; una suerte de National Geographic pero en el que los exóticos y elegantes salacots son sustituidos por los nada glamurosos cascos de seguridad.

Se suelen hacer bromas a cuenta de los veteranos que se dedican a observar las obras urbanas pero la verdad es que contemplar en vivo y en directo algunos trabajos es un espectáculo asombroso y cautivador que solo requiere disponer tiempo, algo que los mayores tienen y que a los demás nos falta siempre. No pude quedarme a mirar -no tenía tiempo con el que pagar la entrada- pero no lo duden: me quedé con las ganas.

Publicado en Danok Bizkaia el 9 de marzo de 2012

La camarera inepta


La camarera de la estación de autobuses había desarrollado esa destreza, tan habitual detrás de las barras, de no ver a las personas que se tienen delante. Mientras atendía con desesperante parsimonia a la única clienta que me precedía vi cómo se llenaba la barra de gente; lo normal en la cafetería de una estación, donde los clientes irrumpimos todos de golpe y con poco tiempo. Terminado y cobrado aquel servicio levantó la vista con expresión falsamente aturdida como si descubriera en ese momento mi presencia y la de los demás viajeros. Por supuesto atendió a la primera persona que vieron sus ojos, que justamente acababa de entrar en ese instante. Se hizo evidente que a todos nos esperaba la incómoda tarea de competir por la atención de la adormilada empleada.

Tenía poco tiempo pero no tan poco como para no poder explorar las inmediaciones de la parada. En un minuto encontré un bar con vistas a la catedral, un camarero eficiente, cruasanes de pastelería y sin la frialdad cochambrosa y sucia de las cafeterías de estación.

No nos gusta que las contrariedades de cada momento tuerzan nuestros planes y solemos reaccionar con fastidio, irritación e incluso ira. Sin embargo a menudo esos mismos imprevistos incómodos nos permiten explorar opciones nuevas, tal vez mejores que las que en principio esperábamos. Es solo cuestión de manejar nuestros impulsos de manera positiva y no dejarnos llevar por esas emociones tóxicas que son las que nos impiden explorar y disfrutar de las nuevas oportunidades, que en mi caso fueron un breve pero relajante paseo, un buen café y un cruasán excelente.

Todo gracias a aquella camarera inepta.

Publicado en Danok Bizkaia el 2 de marzo de 2012