Espero que las medidas restrictivas adoptadas por el Gobierno de España y replicadas en el resto de las Administraciones sirvan para las cosas buenas que dicen que van a servir: Desde mejorar la posición económica de España hasta impulsar un mercado de trabajo más dinámico y eficiente, ya que no más humano. A mí de todo lo previsto lo que me parece mejor es que empecemos a entender que el gasto público se hace con nuestro dinero y que cada euro invertido debe tener una justificación creíble, aunque nunca pueda ser unánime. Me gusta esa parte aunque no me guste nada la demagogia de quienes se agarran a ese argumento razonable para desmontar el Estado sabedores de que es el aliado de los menos poderosos.
Pero hay un aspecto de esta reforma que me inquieta especialmente y sobre el que ya he escrito en otra ocasión. Todo el tiempo se habla de la necesidad de ser más competitivos pero me parece que se hace demasiado hincapié en el despido y demasiado poco en el trabajo. Y eso ¿Qué tiene que ver con la competitividad?
Leo en un artículo de José Mª Zufiaur para la revista Sistema que “el 11% de los trabajadores españoles (tres puntos más que la media europea) tienen ingresos por debajo del umbral de pobreza y el 60% no llega a ser mileurista”. Dice también que “la temporalidad entre los jóvenes menores de 30 años ha alcanzado porcentajes del 53% antes del inicio de la crisis y la tasa de paro de este colectivo alcanza actualmente el 40%.”
Con tantos de nuestros jóvenes, a los que hemos educado más y mejor que nunca, en el borde de la pobreza y siempre en el límite de la exclusión ¿Cómo vamos a ser competitivos? ¿A base de rebajar aún más sus condiciones?¿Seguro?.
Zufiaur señala mejor que yo los enemigos de la competitividad, que no se nos desagua por las indemnizaciones de un mileurista despedido sino el desperdicio de su talento y de su formación. Quizás como dice Zufiaur el error sea “creer que es posible desarrollar una economía sostenible, competitiva y de primera división con un modelo laboral cada vez más precario y tercermundista”.
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1 comentario:
Las medidas acordadas en la casi totalidad de los países europeos para salir de la crisis en general parecen lógicas, pero, si profundizamos un poco en sus contenidos empiezan nuestras dudas. La mayor parte de los ciudadanos creemos que los sacrificios necesarios debieran de ser proporcionales al poder adquisitivo de cada uno, ¿apuntan las reformas en esa dirección? Y desde mi punto de vista todavía más importante, en nuestro país tenemos un índice de desempleo cercano al 20% algo inasumible en una sociedad avanzada, ¿contribuyen las reformas en la mejora de esa situación?
Esta claro que para mejorar el desempleo existen varios caminos, inversión publica y privada, mejora de la productividad y aumento de las exportaciones son sin duda algunas de las más importantes. Quizás no es el momento mejor para proponer inversiones pero, a la hora de reducir el dinero destinado a este capitulo hay que evitar que esto afecte a proyectos productivos. El aumento de la productividad tanto en la administración como en la empresa privada es algo fundamental. En las grandes empresas (son las que mejor conozco) se ha avanzado mucho en este sentido, pero en las medianas y pequeñas, lo mismo que en la administración hay mucho trabajo por hacer. Esto no significa reducir plantillas, significa mejores productos y precios para competir en el exterior y mejores servicios para disfrutar en el país.
El aumento de las exportaciones merece desde mi punto de vista un tratamiento especial. No hace mucho tiempo le preguntaba a Emilio Ontiveros sobre los motivos por los que con una caída del PIB bastante parecida en Alemania el desempleo no se había resentido y en nuestro país habíamos mas que doblado los índices, el me apunto dos motivos fundamentales, las exportaciones de las farmacéuticas , automovilísticas y en general de las empresas alemanas y los acuerdo entre el estado y las empresas para mantener en las empresas a los trabajadores a cambio de compensaciones, pensaban que era mas interesante ese sistema y que los trabajadores no se desvinculaban de cara a la reactivación. En el tema de las exportaciones hecho en falta proyectos o medidas que ayuden a nuestros empresarios a introducirse en el mercado exterior.
Punto y aparte también me merece el I+D+I, pero vasta de rollos. un abrazo
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