Leo con asombro que el PSOE quiere aclarar con José Blanco, ex Vicesecretario General del partido y ex ministro si recibió alguna ayuda económica para su defensa cuando fue acusado de tráfico de influencias en el caso llamado “Campeón”, que fue finalmente archivado. Si así fuese, se determinará si se trató de una ayuda o de un préstamo, en cuyo caso el antiguo dirigente deberá reintegrar el dinero. Todo esto -eso sí- de forma amistosa ¡faltaría más entre compañeros!
En la misma noticia leo también que el Partido Socialista se ha negado a pagar la defensa de los ex presidentes andaluces José Antonio Griñán y Manuel Chaves en el Tribunal Supremo por el caso del fraude de los ERE. Tampoco pagará el letrado a los otros tres parlamentarios socialistas, Gaspar Zarrías, José Antonio Viera y Mar Moreno.
Este péndulo de la transparencia ha pasado de apoyar ciegamente a los propios, hiciesen lo que hiciesen, a abandonarlos a la primera acusación que se les haga e incluso a reclamar la devolución de los gastos de su defensa a los que fueron falsamente acusados por ser socialistas. Porque dos años de acusaciones contra José Blanco no pueden resumirse en un escueto “”fue archivado”. No. El Supremo desmontó todas las acusaciones, destapo las mentiras contadas por un empresario corrupto y desautorizó las acusaciones de tráfico de influencias y cohecho. Es decir que sencillamente no hubo delito, por eso “se archivó” suena a expresión maliciosa, que trata de dejar en el aire la duda. No hubo ninguna duda, lo que hubo fueron mentiras. Y no lo digo yo, lo dijo el Tribunal Supremo antes de “archivar” el caso.
Pero está visto que al PSOE lo que le importa son los titulares, que son los que mandan y, como todo el mundo sabe, los titulares ya ha juzgado y condenado a Chaves y a Griñán, como juzgaron y condenaron en su día a Blanco.
Lo que me asombra es que ya ni siquiera haber sido inocente del delito sirve para que al menos el Partido le pague a uno el abogado que defendió su honorabilidad cierta. Todo lo contrario, un día puede verse llamado a capítulo para explicar cómo fue eso de que, siendo inocente, recibiste nuestra ayuda para demostrarlo.
Solo me queda pensar que el miedo ya es tanto que basta la acusación para generar una mancha indeleble de la que todo el partido huye despavorido. Que nuestra estampida pueda ser percibida por la opinión pública como un reconocimiento velado de culpa del socialista acusado, no solo no nos importa sino que es un valor expresamente buscado. El abandono en el lazareto político de los señalados, cierta o falsamente, como impuros debe ser inmediato y total. Tiene que notarse que somos los primeros y los que más desconfiamos de nuestros propios compañeros. Por eso es la prisa, muy mala consejera de la justicia pero imprescindible compañera del linchamiento
Aviso a navegantes socialistas. Quien opte a ir en alguna lista del PSOE, que vaya tomando nota: Cuando estalle la tormenta te dejaremos solo, y lo haremos, además, al primer rayo. Para que nuestra reputación quede limpia, te sacrificaremos sin importar si eres culpable de algo o no. Para saberlo deberíamos pararnos a escucharte y a conocer los hechos y no tenemos tiempo, nuestra carrera es contra los titulares de mañana. Compréndelo, no es nada personal, solo negocios.
Aviso a navegantes socialistas. Quien opte a ir en alguna lista del PSOE, que vaya tomando nota: Cuando estalle la tormenta te dejaremos solo, y lo haremos, además, al primer rayo. Para que nuestra reputación quede limpia, te sacrificaremos sin importar si eres culpable de algo o no. Para saberlo deberíamos pararnos a escucharte y a conocer los hechos y no tenemos tiempo, nuestra carrera es contra los titulares de mañana. Compréndelo, no es nada personal, solo negocios.
1 comentario:
Es normal el miedo de los que quieren distanciarse de los "sospechosos", pasa como con las enfermedades contagiosas, nadie quiere estar cerca. No esta bien, pero hasta cierto punto está justificado, y es que con tanta corrupción ya no sabe uno a que atenerse y si tenemos en cuenta que por acción u omisión, la situación de corrupción es culpa de los políticos, que se han echo las Leyes, que permiten estas "cosas" y que les protegen o lo ponen muy difícil el inculparlos y así nos va.
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