martes, 30 de junio de 2009

Un ejercicio mental de sokatira

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Vivimos en una sociedad cuyo bienestar se ha construido a partir de la energía barata. Ya sé que decir energía barata choca contra la percepción que todos tenemos de lo cara que nos resulta la factura de la luz o llenar el depósito el coche pero la realidad es que a partir del uso de combustibles fósiles nuestra sociedad se ha acostumbrado a disponer de enormes cantidades de energía a precios bajos.

Nunca en la historia de la humanidad hubiese sido posible que alguien dispusiese de la energía suficiente para moverse a 120 km por hora, por ejemplo. Algo que nos parece completamente normal ahora. Lo hemos conseguido porque disponemos de inventos que son capaces de aprovechar en minutos la energía que durante miles de años quedó confinada en los combustibles fósiles.

Pero esa facilidad de acceso nos impide recordar las leyes de la termodinámica que estudiamos en bachillerato, según las cuales la energía que necesitamos para desplazarnos de, por ejemplo Bilbao a Donosti en poco más de una hora será como mínimo siempre la misma, independientemente de cómo la consigamos. Pues bien esa energía se puede medir y es muchísima. ¿Cuánta? Para saberlo podemos apoyarnos en cálculos como los de Kjell Alelkett, de la Universidad de Uppsala.

Un litro de gasolina equivale a 10 kWh de energía, una cifra equivalente al esfuerzo que tendríamos que realizar para subir diez coches de 1.200 Kg al último piso de la Torre Eiffel con una polea.

Si gasto 7 litros en el viaje Bilbao – Donosti, habré utilizado la energía necesaria para que X personas tirando de una cuerda subieran a pulso 70 coches hasta una altura de 300 metros, ¡en una sola hora! ¿Cuánta energía es esa? ¿Cuánta gente hace falta que esté tirando de la cuerda durante esa hora? Asusta pensarlo ¿verdad?. Bueno pues ese es el ritmo de consumo energético que nosotros consideramos “normal”.

Ahora vuelvo al principio. Pagar 8 euros aproximadamente por esa inmensa cantidad de energía ¿Es caro o es barato? ¿Puede nuestra sociedad continuar basándose en un nivel de consumo energético de ese pelo y a esos precios? Sí puede, mientras dispongamos de las reservas de energía que se concentraron en el petróleo, el gas y el carbón durante la historia de la tierra.

Pero tal vez convenga que vayamos haciendo un par de cositas:

1.- Moderar –muchísimo- nuestras expectativas de cuánta energía es normal consumir en las actividades cotidianas.

2.- Ir buscando sistemas que nos permitan aprovechar las energías renovables, que son las únicas capaces de concentrar la energía que el planeta produce en tiempo real y no a lo largo de millones de años.

Ahí queda.

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miércoles, 24 de junio de 2009

Me acordé de Puelles


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Cuando el viernes supe que habían asesinado al Inspector Eduardo Puelles, recordé a un amigo del Instituto que tenía el mismo apellido. Me vino a la cabeza pese a que han pasado treinta años desde que nos conocimos y de que al terminar en aquel centro nunca volvimos a vernos.

La conmoción en el parlamento era enorme. El Lehendakari y el Consejero de Interior parecían concentrar en su cara la angustia que vivíamos todos. Suspendimos el pleno después de un homenaje en silencio.

Cuando salí del Parlamento me llamó un amigo del instituto para decirme que la víctima era nuestro Puelles. Que aquel chaval con el que hacíamos bromas y preparábamos exámenes estaba ahora carbonizado. Que la mafia vasca había acabado con su vida.

Pocos minutos después hable con otra persona que nos conocía a los tres antiguos alumnos y me dijo que hacía unos días Puelles, (así nos llamábamos en el Insti, por el apellido) le había dicho que estudió con nosotros y que quería quedar algún día para volver a vernos después de los años. Aquella cita no podrá ser ya nunca más.
Puelles era, como dijo Patxi López, uno de los nuestros pero también era uno de los míos.

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martes, 16 de junio de 2009

La Frontera Dorada

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La sala de plenos del Parlamento Vasco no es muy grande. En las fotografías de prensa parece mayor de lo que en realidad es. La tribuna de oradores queda, de hecho, más o menos a la altura de una persona, nada que ver con esas tribunas altas con indisimulada vocación de púlpitos.


Tal vez por eso alguien ha decidido que cuando los parlamentarios entran o salen en mitad de una intervención, conviene que eviten pasar por delante del orador. Muy lógico. Para conseguirlo se ha dispuesto perpendicularmente al estrado un elegante cordón sostenido por postes dorados. El resultado es que, en efecto, no se puede cruzar delante de la tribuna, salvo que uno se atreva a retirar la barrera o, peor aún, a hacer demostraciones de saltos en mitad del debate. Sin duda quien está en el uso de la palabra, y también las cámaras de televisión, lo agradecen.

Pero en política y en farmacopea todo tiene efectos secundarios y en la cámara vasca este efecto ha sido el de crear una frontera evidente e infranqueable entre ambos lados de la sala. No es posible que un parlamentario pueda cruzar al otro lado, atravesando el pequeño “patio”. Quien quiera hablar con el adversario político tiene que moverse por los pasillos que hay entre los escaños o salir del plenario por la puerta que le corresponde a su zona y entrar por la de los adversarios. Casi un castigo.

No se yo si esa separación resulta la más conveniente para estimular el acuerdo y la concordia en un parlamento pero así están las cosas.

Reflexiones como esta la encontrarán ustedes en esta nueva sección de mi blog, hija menor de la bitácora a la que por eso voy a llamar “mirando desde mi escaño” y que estreno hoy, pocos días después de tomar posesión como miembro del Parlamento Vasco.

Espero que esta nueva etapa con responsabilidades y preocupaciones nuevas para mí dé de sí para un montoncito de cavilaciones interesantes. Ya lo veremos.
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lunes, 15 de junio de 2009

…O matamos a tu hijo

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Hace algunos años, mientras comentaba con un amigo la constante evolución de ETA hacia una mayor crueldad y la asombrosa capacidad de gran parte de la sociedad vasca para aceptar atentados que poco antes le parecían intolerables, le pregunté ¿Qué pensarás cuando le peguen un tiro en la nuca a un niño? Mi amigo se sobresaltó y soltó un exabrupto.

Lo he recordado hoy al leer que ETA pensaba secuestrar a la familia de un piloto de helicóptero para utilizarla como rehén y obligar al padre a ayudarles en un espectacular plan de fuga.

Los medios y los analistas se han apresurado a comentar las intenciones del grupo terrorista y su intento de elevar la moral de sus “tropas” con una acción espectacular, que demostrase que aún mantiene capacidad “operativa” o sea, de matar. Incluso se han hecho revisiones de otras fugas y otros intentos frustrados.

Sin embargo nadie se ha apercibido, al parecer, de lo que supone que la acción requiriese amenazar al padre con matar a su hijo.

Aquella idea -deliberadamente escandalosa- que un día expresé para denunciar la anestesia moral vasca formaba parte hoy de los planes reales de ETA. Y lo peor es que no he visto u oído una reflexión sobre la profundidad de lo que significa: Que ETA es capaz de amenazar con matar a un niño cualquiera, solo porque su padre (o su madre) sepan manejar un helicóptero. Así. Fríamente. Con premeditación, después de secuestrarlo y de esperar, como hicieron con Miguel Ángel Blanco.

Igual pero con un niño anónimo. Hasta aquí hemos llegado, de momento.
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miércoles, 3 de junio de 2009

Calentar y listo. La creación de opinión en los medios


En algún lugar he leído que los medios de comunicación no pueden cambiar la opinión de la gente sobre un tema - no tienen tanto poder- pero sí que pueden determinar qué temas son materia opinable y cuáles no. No cambian la opción del ciudadano (al menos no a corto plazo) pero determinan totalmente la agenda de los políticos y de los líderes.

Desde que McLuhan se adelantó con aquello de que “el medio es el mensaje” la reflexión, discusión o bronca (que de todo ha habido) sobre el papel de los medios en la sociedad no ha cesado.

A los altos responsables de las grandes cadenas (ya apenas hay medios importantes que no formen parte de algún emporio de comunicación) les gusta seguirnos haciendo creer que su incursión en la realidad es un acto cuasi-notarial. Que ellos se limitan a reflejar la realidad tal y como es y que el lector, televidente o radioescucha es libre de crearse su propia opinión. Los medios se limitarían a suministrarle material sobre el que reflexionar.

Obviamente no sucede nada de eso. Puesto que todos los medios se ocupan exhaustivamente de los mismos temas en los mismos días, los matices de cada línea editorial no son suficientes para que una persona se forme una opinión propia “cocinada” por ella misma. El resultado es que el mismo lector agradece (no me atreveré a decir que reclama) que le expliquen cuál es la opinión del medio o del comentarista o –digámoslo- del divo. Y no la quiere para añadirla a su bagaje reflexivo como un ingrediente más sino para hacerla suya tal cual se la han explicado.

Prueba de que esto es así son los incontestables éxitos de público que obtienen comentaristas, tertulianos y opinadores de lengua incendiaria. Pero si ellos son la caricatura del sabio: “el enterao”, no es menos cierto que los medios más serios también entran a ese juego difuminando demasiado a menudo la frontera entre la línea editorial y la opinión de la empresa.

Cierto es que quien quiera guisarse una buena opinión propia debe recoger ingredientes variados de orígenes también diversos pero tanto monocultivo empobrece las páginas y los programas de muchos medios que no hace tanto presentaban un panorama más interesante por variado.

Internet y las redes sociales están socavando, no obstante, el poder de los grandes medios; no tanto como creadores de opinión, que también, sino sobre todo dificultando mucho que los grupos empresariales puedan captar las inmensas audiencias que necesitan para hacer caja con la publicidad.

Está por ver si este nuevo “agente” que es la red, o las redes, traerá más variedad de opinión y más herramientas para que cada cual se forme la suya o, por el contrario, será fagocitado por el liderazgo de los medios y nos encontraremos con lo mismo pero con menos calidad y más basura.

No sabría decirles.
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lunes, 11 de mayo de 2009

¿Traducciones automáticas? ¿Spanglish?

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He recibido hoy un correo electrónico en el que se me anima a adquirir algo por Internet. No sé muy bien qué pero verán que el texto con el que pretenden convencerme no tiene desperdicio:

Regalos CarosPara que pueda vivir de nuevo!
Visitenos y convencer a ti mismo - estos relojes y bolsos, le encantara.


Su exito se mostrara mas rapido de lo que piensa!
Orden de nosotros y sera sorpresa!
Marcas garantizado barato comprar. Relojes, joyas,
prendas de vestir ... Aqui usted consigue todo que usted necesita.Convenzase usted mismo!

Ahora no debe ocultar! Aqui esta todo lo que lo que usted necesita! Material muy caro, pero barato.

El propio título “Regalos caros” parecería disuasorio para una acción de marketing. Menos mal que al final del “anuncio” se nos tranquiliza explicándonos que se trata de "Material muy caro, pero barato". Parece que se trata de bolsos, ropa y relojes realmente excepcionales, al punto de permitirnos nada menos que “vivir de nuevo”.

Al leer el texto las preguntas que me han surgido han sido: ¿qué es lo que dirá este anuncio en su idioma original? y ¿Qué idioma será ese? De entrada ya sabemos que en ese idioma no existen las tildes. Algo es algo. Puede ser inglés pero mis pocos conocimientos me impiden reconocerlo. ¿Alguien de ustedes podría traducir este texto al inglés (o a lo que sea) para saciar mi curiosidad?
¿Nos tendremos que acostumbrar a que la globalización sean cosas como ésta? Me da un poco de miedo, no crean.
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viernes, 8 de mayo de 2009

Un día normal, pero no un día más

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Ayer fue un día normal en el País Vasco. La gente se ocupó de su trabajo y de sus problemas, los niños fueron a la escuela, las industrias funcionaron, los mercados y los comercios vendieron la mercancía que pudieron y cada uno estuvo a lo suyo.


También ayer un grupo considerable de personas estuvimos en Gernika viendo cómo se traspasaba el poder político de Juan José Ibarretxe a Patxi López.

A algunos nos hizo más gracia que a otros y las demostraciones de afecto o de distancia lo certificaron. El cambio es, sin duda, importante y traerá consecuencias políticas. Sin embargo mientras ese cambio se materializaba bajo el simbólico roble de la Casa de Juntas, la vida cotidiana seguía su curso normal, su inercia de cada día, su rutina.

La democracia es una gran cosa porque los ciudadanos que viven en ella saben que el cambio más trascendente y hasta el que pudiera ser más traumático para los políticos, no les va a afectar en su libertad y en su derecho. Quien mejor lo expresó fue Winston Churchill diciendo: Si alguien llama a tu puerta a las 5 de la madrugada y sabes que sólo puede ser el lechero es que vives en una democracia.

Ayer estuvo nublado. Fue un día normal en Euskadi, aunque no fuese un día más.

Foto de El Correo

martes, 28 de abril de 2009

La cumbre franco española ha ido de culo

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De culo o mejor dicho de culos. ¿A ustedes les parece normal que la foto de portada que ha ilustrado la información sobre la cumbre Francia España sea ésta imagen de la agencia EFE?.


Y ojo que no hablo de medios “del corazón” sino de diarios prestigiosos, de esos que en el interior se ocupan de explicar cabalmente los acuerdos, importantes acuerdos, que los dos países han alcanzado: Desde la colaboración antiterrorista hasta el apoyo a la presencia de España en foros internacionales, entre otros.

No suelo comulgar con algunos excesos habituales de los grupos feministas y, por supuesto, ambas mujeres me parece que son muy guapas, pero esa foto no creo que tenga interés informativo como para el despliegue que se le ha dado

Ya se apuntaba que la esposa del Presidente francés concitaba un interés desmedido. En fin, es de comprender pero de verdad me ha parecido increíble que las fotos de la señora Bruni y de la princesa Letizia y especialmente esta foto sea recogida por toda la prensa y hasta que ocupe, ella sola, la portada de algún periódico serio como El País.

Esos mismos medios que dice sostener firmemente el derecho a la igualdad entre sexos (suelen utilizar el palabro “género” que es más políticamente correcto) resulta que a la primera oportunidad que tienen, se deshacen de gusto -y de morbo- cuando se les presenta la ocasión de hacer una portada de revista frívola.

Y no es verdad que no tenga importancia. Sí la tiene, sobre todo porque apunta a que mucho del discurso de la igualdad, incluso en entornos cultos y pretendidamente progresistas, quizás sea solo un barniz que oculta un fondo de consideración de las mujeres como objetos bonitos.

Mal, muy mal esa portada. De culo.
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miércoles, 22 de abril de 2009

Monte Mirugain



El sábado un grupo de amigos subimos al monte Mirugain, muy cerca de Ochandiano, el pueblo de mi abuelo. Es un paraje de postal, típico de esta tierra. Entre hayas centenarias el camino nos llevó hasta una cumbre en la que el 4 de abril de 1937 murieron más de 350 milicianos y gudaris defendiendo el gobierno legítimo de España y, sobre todo, defendiendo la libertad.

Fue una excursión campestre, alegre como todas, en la que no faltaron la bota de vino y los bocadillos de tortilla, pero también fue un homenaje sincero y sentido a aquellos hombres que perdieron su vida en unas trincheras cuyas marcas aún son visibles a pocos metros de la cumbre.

Mientras los niños jugaban y reían en aquellas zanjas que un día fueron lugares de muerte, Toni, que es un manantial de entusiasmo y de pasión, nos contó a todos cómo fue la batalla: nos hablo de los batallones Salsamendi, Meabe 1, Rebelión de la Sal, Fermín Galán y Loyola. Nos contó cómo otros españoles cercaron a estos y del triste desenlace final. Terminó diciendo “nos pasaron por encima pero hemos regresado”. Así lo dijo. Como si en lugar de hablarnos a nosotros, lo hiciese a quienes allí murieron agarrados a su fusil. Y en aquel mismo momento sentí una punzada de emoción en el pecho y en los ojos.

Al final me quedé con la imagen de la alegría de los niños, que correteaban a nuestro alrededor y a los que nosotros sí hemos podido entregar el mundo más justo y más libre que aquellos soldados soñaron.

jueves, 16 de abril de 2009

De perdices y salsas

.Hay un viejo aforismo castellano que reza: “cuesta más la salsa que la perdiz” y que sirve para señalar la paradoja de que a veces lo accesorio pueda resultar más gravoso que lo fundamental. Parece, en efecto, una estrategia bien poco inteligente y que choca claramente con el sentido común. Sin embargo, inteligente o no es una circunstancia que cada día resulta más habitual en nuestro entorno. Lo he recordado hoy al ver a los ganaderos manifestarse, otra vez, contra los bajísimos precios que les pagan sus clientes por la leche.

Vivimos en una sociedad tan opulenta, con tantas opciones de consumo, que tenemos por normal poder disponer en todo momento y lugar de cualquier producto, sea el que sea. Ni se nos pasa por la cabeza que el supermercado pueda no tener naranjas en el mes de julio o fresas en cualquier momento del año y los más exigentes preferimos los kiwis de Nueva Zelanda a los de cualquier otro origen.

Las baldas de los grandes centros comerciales les hubiesen parecido a nuestras abuelas (que eran las que hacían la compra) una auténtica orgía de cantidad y variedad, un cuerno de la abundancia del tamaño de una fábrica.

La leche misma, que tanto inquieta a los ganaderos, se nos presenta en los lineales con una variedad de envases, marcas y presentaciones que marea: entera, desnatada, semidesnatada, con grasa vegetal, con vitaminas, con calcio, en batidos de diferentes sabores…De las frutas y hortalizas ni hablo.

Sin embargo, para que todo esto sea posible no sólo se ha tenido que abaratar enormemente el transporte sino que se ha tenido que desarrollar una enorme red logística de manufactura, tratamiento y distribución de ámbito mundial. El resultado es que esa red, que solemos simplificar denominándola “los intermediarios”, ha monopolizado absolutamente el espacio entre el productor original y el consumidor final acabando de hecho con cualquier posibilidad de conexión directa entre ellos.

Cualquier fabricante, ganadero, agricultor, incluso el más cercano a sus clientes, tiene que subir sus productos a la inmensa rueda de la distribución comercial y, lo que es peor, atenerse a las reglas de juego con las que trabaja ese monstruo.

Las antiguas tiendas tradicionales, aunque vendiesen solo productos de su zona, gustaban de llamarse “Ultramarinos” lo que ya apuntaba una vocación de alcanzar lo lejano, lo raro, lo exótico. Aquel sueño de abundancia se ha convertido ahora en una realidad de pesadilla para quienes están en el primer eslabón de la larga cadena que une el campo con el carro de supermercado.

Conviene que los consumidores reflexionemos sobre algunas obviedades: Chile está lejos de España; pero de allí traemos manzanas. No hay nada que esté más lejos de España que Nueva Zelanda; pero comemos kiwis cultivados en ese lado del planeta. Las hortalizas, que ni sabemos de dónde son, las compramos lavadas, clasificadas por tamaños, envasadas en bandejas y, por supuesto, desechamos cualquier envase que tenga el más leve roce. En esta locura los consumidores somos un poco reyes o niños tiranos que decidimos a nuestro capricho lo que queremos, cuándo y cómo lo queremos. Con esa regla premiamos o castigamos a nuestro proveedor en su cuenta de resultados pero no queremos o no sabemos ver que la salsa de nuestras perdices cuesta muchísimo más que la perdiz misma. Y esa "ignorancia" la pagan los más débiles.
Nota: La imagen es del diario “la Región”.

miércoles, 15 de abril de 2009

Corolario final a la guía de comportamiento intersexual

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Muchos amigos, y amigas, llevan tiempo reclamándome nuevas entregas de esto que he venido en llamar “guía de comportamiento intersexual”. Parece que ha hecho reír a bastantes y creo que también ha hecho pensar a algunos. Todo un éxito.

El caso es que, aunque he procurado localizar otros comportamientos femeninos o masculinos que merecieran reflexiones similares a las 25 entregas ya publicadas, la verdad es que no he sido capaz de hilar nuevas ideas que me convenciesen y me parece, por tanto, que es el momento de dar por terminada la serie. Puede que sea culpa del tiempo transcurrido, de mi natural pereza o de que no doy para más, pero el hecho es que, a riesgo de decepcionar a algún incondicional, prefiero terminar de una vez esta “guía” sin esperar a una inspiración que ya no llega.

La idea original surgió tras leer un artículo de Carmen Posadas en un semanario en el que la escritora manifestaba su asombro al haber descubierto la capacidad de los varones para no pensar “en nada”. Aquello me sobresaltó, porque lo que a la señora Posadas tanto le extrañaba formaba parte evidente de mi propia realidad cotidiana, y de la de mis amigos varones. Aquella chispa encendió unas reflexiones que han dado de sí lo que han dado.

Habréis visto que en todos estos textos he huido de cualquier alusión a comportamientos y aspectos relacionados directamente con la sexualidad. No se trata de ningún olvido. Mi intención era evitar deliberadamente entrar en este aspecto y encaminar mis reflexiones por otro sendero menos obvio y más interesante.

Es evidente que, a lo largo de la historia, la cultura o, mejor dicho, las culturas nos han obligado a cada sexo a elegir unos determinados roles y a desechar otros. Quien no se atuviese a esos comportamientos socialmente aprobados, fuese hombre o mujer, tenía problemas. Problemas que iban desde la simple desaprobación callada de sus vecinos hasta la misma hoguera, pasando por un abanico de castigos tan amplio y variado como solo el ser humano es capaz de imaginar.

Precisamente esa inmensa capacidad creativa del ser humano, que se manifiesta para lo malo pero también para lo bueno, perdía muchas posibilidades por culpa de una determinación social tan estricta sobre el papel de cada sexo. Toda capacidad o sensibilidad que no fuese de las que "correspondían" al sexo concreto de cada persona era olvidada, se abandonada su cultivo o era mantenida en silencio.

Era tan evidente que la vida de cada ser humano venía determinada por el rol que socialmente le correspondía en función de su sexo que muchas personas llegaron a pensar -yo mismo- que todo comportamiento era resultado únicamente del entorno social y cultural. La deducción era obvia: hombres y mujeres actuaríamos igual si no estuviésemos influidos, marcados, por el entorno. Seguramente es parte de la verdad.

Ocurre, sin embargo, que viendo a las mujeres más libres de la historia (las occidentales por supuesto) y viéndonos los varones reflejados en ellas y en su libertad, algunos hemos llegado a pensar que esa estructura o ese funcionamiento cerebral distintos de los que hablan los científicos, conllevan de verdad una serie de actitudes, modos de ver y capacidades distintas y características de cada sexo. He intentado buscar algunas y explicarlas.

Cierto es que la “programación” que cada cultura ha impuesto en hombres y en mujeres ha sido enormemente distinta y decisiva en la vida de cada persona pero sospecho que la base –el sistema operativo, podríamos decir- también es distinto. De esa sospecha es de donde nacieron esta serie de entregas.

Ha sido mi forma de reflexionar sobre la otra mitad del mundo, la femenina, y de paso, sobre mi propia mitad, la masculina. Como creo también que las cosas más serias se ven mejor desde la atalaya del humor he procurado poner unas gotas de él en cada entrega.

A todos y todas las que me habéis sugerido ideas para desarrollar: muchas gracias. Y a quienes me habéis seguido sin conocerme espero que hayáis pasado algún buen rato.

jueves, 2 de abril de 2009

El ascensor “McDonald’s”

Atentos que viene la modernidad. Vosotros –incautos- creíais que la innovación era cosa de las empresas y del lenguaje de los políticos pero no. Está arrasando en las cosas más cotidianas. Ya no es solo mi portero automático.

Este fin de semana estuve en un edificio (emblemático por supuesto) en el que para tomar el ascensor primero tienes que indicarle a qué planta vas tocando una pantalla interactiva en la que, con varias pulsaciones, vas acotando los pisos hasta llegar al deseado.

Una vez hecha la selección, el sistema te dice cual de los varios ascensores deberás tomar. Dentro de la cabina no hay botonera.

Me recordó la impresión que tuve cuando entré por primera vez en una de esas hamburgueserías en las que pagas antes de que te sirvan.
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miércoles, 1 de abril de 2009

Tecnología para una vida más difícil

Hace un año aproximadamente sustituyeron el portero automático de mi casa por un flamante videoportero. En el portal hay ahora un teclado numérico parecido al de un teléfono en el que debes marcar (si la sabes) la clave de cada piso que, por supuesto, no aparece en ningún lugar visible.

Es más, las brevísimas e ininteligibles instrucciones de la micropantallita aparecen en inglés y encima alternando cada pocos segundos con el nombre y dirección del instalador, por lo que no es posible leerlas de corrido ni siquiera para los que conocen el idioma.

Cuando lo estaban instalando pregunté por su funcionamiento al operario que me explicó lo fácil que era: Solo había que conocer la clave o bien teclear repetidamente el botón de la flechita hasta que apareciese en pantalla el piso deseado y entonces pulsar la tecla de campanilla: El orden de los pisos es 11 = 1ºA; 12 = 1ºB; 13 = 1ºC; 21 = 2ºA; 22 = 2ºB; 23 = 2ºC... y así sucesivamente. Yo le pregunté ¿Me estas diciendo que para llamar a mi casa en el 7ºB, tendrán que pulsar 20 veces y luego campanilla? y él me miró como a un reaccionario enemigo del progreso.

Por supuesto quienes vienen a visitar a mis padres llaman desde el móvil cuando están en la puerta.
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lunes, 30 de marzo de 2009

Diapositivas, presentaciones y gurús

Hace ya muchos años que las conferencias, charlas y presentaciones no utilizan aquellos antiguos proyectores de diapositivas y tampoco los proyectores de transparencias que eran parte del equipo habitual de cualquier sala académica o profesional.

Si alguien de menos de 35 años lee este texto es posible incluso que nunca haya conocido tales artilugios, pero les juro que existían. El ordenador es ahora la herramienta y el programa de presentaciones más común es Power Point que, aunque tiene grandes posibilidades que la mayoría desconocemos, en su uso básico es extremadamente sencillo, lo que no es poca virtud. Casi cualquiera puede preparar una presentación sencilla rápidamente pero una vez preparada proyectarla es ciertamente un juego de niños. Su comodidad y sencillez de manejo lo han convertido en la opción más habitual en conferencias y presentaciones.

Sorprende sin embargo que tan a menudo personas de enorme competencia profesional en sus áreas tengan dificultades para manejar las presentaciones que nos muestran como ilustración de su saber.

Es asombroso que habiendo hecho lo muy difícil, que es seleccionar e interpretar la información relevante, se atasquen una y otra vez con el ratón o con las pantallas a la hora de iniciar el trámite de exposición de las “diapositivas”.

El cuadro es siempre muy parecido: el experto, que ya ha empezado su comentario, tiene dificultades para saber dónde debe pinchar para que se abra el documento o para hacer cualquier otra cosa; en la pantalla aparece el escritorio o cualquier otra imagen no buscada, el acto se interrumpe, el gurú empieza a disculparse y a hacer bromas sobre su torpeza; mientras un joven colaborador se acerca solícito a ayudarle haciendo uso de su enorme conocimiento informático que le permite saber, por ejemplo, que debe hacer doble clic en el icono del documento o bien seleccionar la opción “presentación de diapositivas”. Cosas así.

Un amigo me explicó que cuando esto ocurre no es porque que falten conocimientos informáticos sino porque falta humildad. Una vez alcanzado el prestigio merecido por su saber, pocos de los grandes popes del conocimiento se rebajarán a admitir que un jovenzuelo les explique nada, ni siquiera cómo funciona un programa que les resultaría tan útil y que es tan sencillo. Ellos son los que saben y no se rebajan a recibir lecciones de nadie que no vean como su igual. Prefieren que alguien se ocupe de preparar las presentaciones, como en tiempos hacían con las diapositivas, y limitares ellos a la función de decir “la siguiente” cuando correspondía que el ayudante cambiase de imagen.

Ya nos prevenía Ortega de aquellos “sabios ignorantes” que llegan a “proclamar como una virtud el no enterarse de cuanto quede fuera del angosto paisaje que especialmente cultivan”(1).

Me temo que en esto también tenía razón.

(1) José Ortega y Gasset. La rebelión de las masas. 1930
Nota: Para los que no lo conocieron, esta imagen es la de un proyector de transparencias.
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miércoles, 4 de marzo de 2009

Eusquebec

Patxi López va a ser el próximo lehendakari, cada minuto que pasa está más claro que será así y tal vez por eso la reacción de una gran parte del nacionalismo vasco está rayando en la histeria.

Como un púgil noqueado, el PNV balbucea su asombro por la evidencia de que en Ajuria Enea no va a vivir uno de los suyos. Todos y cada uno de los argumentos que salen de sus dirigentes:… “debe gobernar el más votado”… “no valen pactos contra natura”… “sería un golpe institucional” y otros aún peores chocan con la evidente realidad de que todo eso que se denuncia, absolutamente todo, lo ha hecho antes o lo está haciendo el PNV ahora mismo. Gobierna tranquilamente instituciones en las que no es mayoritario, Ibarretxe pactó con los abertzales proetarras sus investiduras y sus planes, pactó con el PP en ayuntamientos y fue con Aznar con quien se estrenó votando por primera vez a un presidente del Gobierno de España. Una lista interminable.

Un PNV fuera del Gobierno Vasco, fuera de su misma razón de ser como partido “nacional”, puede verse envuelto en grandes dificultades, externas e internas, de ejecutoria política y de cohesión. Dificultades que solo podrá afrontar con enorme inteligencia y habilidad. Y desde luego con la cabeza fría.

Han pasado muy pocas horas y todavía se puede entender que el impacto tenga al PNV esforzándose por explicarse qué hace tumbado en la lona después de tan buen resultado como el que ha obtenido. Es de admitir, durante unos días, que sigan con la cantinela deslegitimadora contra Patxi López, pero hay que esperar que más pronto que tarde empiecen a reaccionar con normalidad y sin arrebatos. Porque, además del descrédito que les supondría mantenerse indefinidamente en tal posición, su principal tarea va a ser la que haga dentro de su propia casa, revisando las propuestas que ha hecho a la sociedad vasca y repensándose a sí mismo, como hizo el PSOE en aquel congreso de 1979 y la derecha española en su congreso de refundación como Partido Popular diez años después. Sin aquellas revisiones profundas y claro que sí, también traumáticas, acaso hubiese sido imposible que unos y otros hubiesen alcanzado el Gobierno.

El PNV nunca ha necesitado hacer esa tarea para estar en el poder pero el domingo pasado se le terminó la cuerda y tendrá que ponerse a ello, con la terrible diferencia de que lo que otros hicieron desde la esperanza en la victoria, ellos lo va a hacer desde la amargura de la derrota. Lo han retrasado demasiado pero el PNV es un partido grande y sólido. Si no fuese así tal vez ni siquiera le sería posible intentarlo a estas alturas.

Si algún amigo nacionalista está en condiciones de pensar le recomiendo el interesante y oportuno artículo que, sobre el caso de Quebec, publicó en El Correo Alberto López Basaguren, Catedrático de Derecho Constitucional de la Universidad del País Vasco y conocido por sus aportaciones al debate sobre bilingüismo en Euskadi.

viernes, 27 de febrero de 2009

Imágenes de otros mundos




Tengo un amigo que es psiquiatra pero no lo sabe. O quizás sea un poeta pero tampoco lo sepa. Da lo mismo porque él, ignorante como es de tales facultades, se dedica a hacer fotos.


Bueno, no exactamente a hacer fotos. En realidad se dedica a sacar de dentro de las personas lo que son y también otras vidas que esas mismas personas no sabían que llevaban dentro de ellas. Y cuando esas otras vidas salen a la luz y se muestran; entonces y solo entonces Lucho Rengifo tira una fotografía. Una o muchas; todas las que pueda mientras el momento mágico se muestre presente, mientras lo que estaba oculto pueda ser captado por un objetivo.

Si no me creéis, mirad su canal en YouTube. http://www.youtube.com/luchorengifotografo

viernes, 20 de febrero de 2009

Violencia irracional

El Lehendakari Ibarretxe dijo ayer en Televisión Española que la violencia terrorista hace “un daño enorme a la sociedad vasca”, dijo también que es parte del “lado irracional” de la vida para reiterar después que su ejercicio “es una irracionalidad supina, completa, total”.

No puedo estar de acuerdo. La violencia que ejerce ETA está dirigida, eso sí, a dañar a toda la sociedad vasca pero tiene unos destinatarios “privilegiados” que no son en general los miembros del partido de Ibarretxe.

El terrorismo nacionalista trata de amenazar a todos, efectivamente, pero empieza por los no nacionalistas y deja en paz, de momento, a los nacionalistas. Se persigue y se mata a líderes importantes, como Fernando Buesa, pero también a militantes de base sin significación, como Isaías Carrasco.

El resultado es que toda la oposición a Ibarretxe, desde su líder Patxi López, hasta el último concejal socialista del pueblo más perdido de la Euskadi profunda, tienen que tumbarse en el suelo a mirar bajo el coche y vivir cada día de su vida acompañados de dos personas armadas y vigilantes.

Todo esto le parece a Ibarretxe irracional. A mí, por el contrario, me parece totalmente racional, incluso me parece que es una estrategia excelente: muy bien pensada, muy bien ejecutada y que sin duda tiene muchas e importantes consecuencias. Ahí van unas pocas

- Disuade a muchas personas de acercarse a los partidos constitucionalistas, debilitándolos.

- Expulsa del país, y por tanto del censo electoral, a votantes no nacionalistas que se hartan de llevar una existencia tan incómoda.

- Genera miedo suficiente para que la gente procure evitar la cercanía con personas que se significan como no nacionalistas.

- Impide que los políticos no nacionalistas puedan ejercer normalmente tareas de relación y captación de voto.

- Sirve de aviso a votantes nacionalistas que pudieran tener la tentación de solidarizarse con sus vecinos amenazados.

- Contamina la ideología nacionalista en general, fagocitándola e hipnotizando a sus partidarios más superficiales con la engañosa eficacia de la violencia.

ETA no es, contra lo que dice Ibarretxe, un signo de irracionalidad, sino un grupo inteligente, que tiene como objetivo estratégico alcanzar el poder, a poder ser en un país aislado, y que se dedica a extender el miedo entre sus adversarios de forma extraordinariamente eficiente.

Creo que Ibarretxe confunde irracionalidad con inmoralidad. Las dos palabras son negativas pero significan distintas cosas. Inmoral es lo que se hace ejerciendo el mal y despreciando del bien. Irracional es lo que se hace sin reflexión y, normalmente, con pocas posibilidades de éxito. La diferencia ineludible es que el principio moral es previo, es básico, es de donde debe partir cualquier actividad humana, por eso se dice “principio” y su valor no puede equipararse jamás al de ninguna estrategia, buena o mala, eficaz o inútil, racional o irracional.

Confío en que Ibarretxe condene el método de ETA para conseguir sus fines políticos nacionalistas por inmoral y no por irracional.

domingo, 1 de febrero de 2009

Charles Darwin

El próximo día 12 se cumplen 200 años del nacimiento de Charles Darwin (1809-1882). Un científico y por lo tanto un hombre con más preguntas que certezas. Como todos los científicos, Darwin quiso conocer el mundo y no se conformó con lo que le habían contado.

Charles Darwin por un lado y Alfred Russell Wallace (1823-1913) por otro, llegaron a la misma respuesta a una pregunta muy importante: ¿Por qué las especies son tan diferentes y están tan bien adaptadas a su entorno y a su modo de vida?

La pregunta era importante pero la respuesta que ambos presentaron ante la Sociedad Linneana de Londres en 1858 fue más importante aún: Existía algo que llamaron selección natural. Las especies no eran, por lo tanto arquetipos fijos sino el resultado puntual, en un momento concreto de un proceso de cambio constante, imparable y muy lento en términos de nuestra percepción humana.

La que se había liado. El ser humano, al que Copérnico (1473-1543) ya había quitado la ilusión de vivir en el centro del universo, perdía ahora también el privilegio de ser el árbitro de la naturaleza para convertirse en una especie más. Resulta que el hombre tenía pasado.

Pero el aspecto más demoledor de la selección natural fue saber que no tiene objetivo. Tendemos a pensar que la evolución de las especies tiene como cumbre el Homo sapiens, que somos la cúspide de un proceso de millones de años.

Es bonito pero es mentira.

La evolución no es un cambio a mejor, casual o dirigido, sino solo un cambio. Las especies que existen, incluidos nosotros, somos lo que existe hoy como resultado de la supervivencia, en unas condiciones concretas, de los más adaptados (no de los mejores) y de la extinción de los otros. No hay meta sino casualidad, no hay dirección sino intentos que salieron mal e intentos que salieron bien…por el momento.

No me extraña que las iglesias, todas, hayan querido tergiversar el descubrimiento de la evolución y que, según dicen, una marca española de anís castigase en su día a Darwin caricaturizándole en su etiqueta.

Hoy toca brindar con una copita a su salud y a la de Wallace. ¡Chin chin!

viernes, 30 de enero de 2009

Anorexia democrática

La anorexia es una enfermedad de la opulencia. En los países pobres la desnutrición no va de la mano de la moda sino del hambre.

En las personas que sufren anorexia nerviosa lo más evidente es su extrema delgadez y algunos comportamientos autodestructivos, pero lo que constituye el núcleo de su dolencia y lo que más nos inquieta a los demás es la pérdida total de su capacidad de ver lo que es obvio.

Seducidas por una idea errónea de belleza o de autorrealización, pierden la capacidad para darse cuenta del deterioro grave de su propio organismo que es, sin embargo, perfectamente visible para cualquiera. Por eso no vacilan en someterse a castigos crueles, incomprensibles para los demás, pero que para esas personas constituyen actos heroicos de libertad.

A la sociedad vasca me temo que le pasa algo parecido pero no con las barrigas, que en general están bien dotadas, sino con la forma de entender la política. Los vascos (y las vascas) pese a vivir en una sociedad abundante en libertad, padecemos una suerte de anorexia democrática que nos impide ver la delgadez extrema de nuestro cuerpo político y su preocupante falta de músculo cívico.

También nos hemos acostumbrado a algunas conductas destructivas, difíciles de entender para quien no está infectado:

- Vemos sin la menor inquietud que miles de nuestros vecinos vivan amenazados.

- Cuando en fiestas un visitante se muestra extrañado de ver fotos de terroristas en lugar preeminente de algún ayuntamiento nos defendemos diciendo que “es que no lo entendéis”, igual que haría una adolescente que quisiera escapar de una opinión incómoda sobre sus extrañas costumbres alimentarias.

- Hemos sido testigos de cómo las personas que estaban a frente de instituciones democráticas con un poder de autogobierno que causa envidia en cualquier otro lugar del mundo despreciaban, paradójicamente, aquello que los ciudadanos habíamos puesto en sus manos.

- Damos por bueno que miles y miles de personas decentes deban mantener su opinión silenciada en la calle mientras otras, partidarias confesas de la violencia, pueden proclamar la suya sin que nadie les arguya. De hecho durante años hemos ignorado y hasta reprochado su condición a las víctimas del terrorismo mientras nuestras policías municipales cortaban las calles sin titubear en cuanto la izquierda abertzale convocaba un acto público.

- Incluso hemos admitido que vecinos afectados se manifestasen airados para defenderse contra la cercanía de una comisaría o de la sede de un partido democrático que, además, recibían de éstos la reprobación airada por poner en riesgo la tranquilidad conseguida tras largos años de asentimiento silencioso y anónimo al imaginario de los asesinos.

No sé cómo se llama esta enfermedad que no nos ha dejado ver a los vascos lo que cualquier persona podía ver, por eso la he denominado anorexia democrática.

Pero de lo que estoy seguro es de que se trata de una enfermedad. Y también estoy seguro de al igual que las personas enfermas de anorexia nerviosa solo se curan tras pasar por un largo y duro proceso de rehabilitación, a la sociedad vasca también le va a costar un considerable esfuerzo librarse de esta dolencia social. Un esfuerzo que tímidamente ha empezado ya pero que sólo podrá iniciarse en serio cuando ETA desaparezca y el miedo empiece a remitir. No importa si es en un solo día, tras un comunicado de “despedida y cierre” o como resultado de un proceso de extinción paulatina.

El mero final de la violencia no traerá la paz sino que ésta empezará a venir poco a poco a partir de ese momento. Veremos cuánto tarda. Hay muchas heridas por cerrar.
Foto EFE

sábado, 24 de enero de 2009

ETA me mata lo normal


Miguel Lorente tituló uno de sus libros con esa frase de una mujer: Mi marido me pega lo normal. Lo recordé hace unos días cuando un dirigente socialista vasco me dijo que un empresario le había mostrado su contrariedad por tener que vivir escoltado desde que su compañía participa en las obras del tren de Alta Velocidad en Euskadi, que es ahora objetivo de ETA.

Cuando mi amigo le dijo que él y todos los cargos públicos socialistas de Euskadi llevan escolta hace años la respuesta que recibió fue aproximadamente ésta “pero es que vosotros sois políticos”. Ahí fue cuando me acordé de la frase que Lorente recogió de la confidencia de una mujer maltratada.

No me cabe ninguna duda de que aquel empresario está totalmente en contra de ETA, ni asomo de duda. Que siempre lo habrá estado y si la traigo a colación no es para atacarle sino para hacer ver que hay mucha gente en Euskadi, demasiada, acostumbrada a la violencia hasta tal punto que la considera parte de la normalidad, del paisaje y que la siente como un problema sólo cuando le toca directamente.

Esa forma perversa de normalidad tiene muchos partidarios en Euskadi. Partidarios de no pensar en lo que pueda resultarles incómodo y que han asumido la amenaza y el asesinato de algunos políticos (no de todos) del mismo modo que aquella mujer aceptaba como parte del destino los golpes de su marido.

No es imposible que, dentro de un tiempo, alguien de su círculo le diga a ese empresario “al fin y al cabo tú llevas escolta porque eres empresario, ¿pero yo?”. Tal vez entonces ese hombre comprenda lo que sintió la semana pasada mi amigo socialista vasco, aunque lo que espero es que ese momento nunca llegue porque significaría que hemos avanzado un paso más en la barbarie.