sábado, 18 de diciembre de 2010

Presiones y frustraciones


Los papeles de Wikileaks siguen aportando más titulares que noticias, aunque no faltan de estas últimas. Cada día se va viendo que los servicios secretos y la red diplomática americana hacen lo que buenamente pueden y opinan más de lo que influyen.

La imagen del Imperio como poseedor de la única información realmente valiosa y sin cuya voluntad no se mueve un papel en el mundo, se va derrumbando a medida que se van desgranando las informaciones.

Cuenta un periódico de esos que el Sr. Assange seleccionó para ser receptores de sus filtraciones que “La Embajada de EE UU en Panamá abogó implacablemente para que la estadounidense Bechtel ganase el concurso de la ampliación del Canal, en el que compitió con las españolas ACS y Sacyr”.

A estas alturas ya no es una sorpresa saber del desapego de la administración americana hacia el sistema de libre empresa cuando la libre empresa es de otro. Pasa a menudo también aquí pero eso es para comentarlo otro día. Lo que me parece más llamativo de la noticia de hoy es que aquella presión que los “cables” de Wikileaks describen como tan intensa tuvo como consecuencia la adjudicación del contrato a la española Sacyr por un importe de 2.350 millones de euros, precisamente a la empresa que los norteamericanos no querían. A juzgar por lo filtrado, la frustración de los diplomáticos de EEUU fue grande y también lo fue su preocupación por “un creciente apogeo de la influencia española en Panamá".

En fin, que cable a cable vamos viendo que el león no es tan fiero como lo pintan y que si bien los intentos de influencia internacional de los EEUU son muchos e intensos, sus éxitos son bastante más escasos.

Parece una buena noticia que se vaya marchitando el gran axioma de un mundo controlado y dirigido desde el despacho oval, pero la sonrisa se me congela un poco cuando pienso que no estoy seguro de qué es lo que lo sustituirá.

viernes, 17 de diciembre de 2010

A Javier Vizcaíno le traiciona la costumbre


Al columnista de Deia, antes conductor de programas en ETB, se le ha escapado un revelador lapsus linguae en su columna de hoy: A cuenta de la entrevista que ayer le hizo EiTB a Rufi Etxeberría nos llama “chuflistas” a los socialistas vascos porque ayer votamos en el Parlamento contra la sucesión fraudulenta de Batasuna mientras -escribe de nosotros- “solo hacía dos horas que habían dado la bendición mediática a los presuntos sucesores fraudulentos”.

Vizcaíno da por hecho aquello a lo que seguramente estaba acostumbrado de siempre: A que el partido del poder le dijese a EiTB lo que tenía que emitir y lo que no.

El verdadero y profundo cambio que supone la dirección de Alberto Surio es precisamente que ya no pasa nada de eso, sino que es la propia EiTB y no el partido que “manda” quien decide qué información es relevante. Vizcaino nos reprocha a los socialistas la entrevista seguramente porque estaba tan acostumbrado a la injerencia que da por bueno que no sean los periodistas quienes deciden. Las inercias son poderosas.

jueves, 16 de diciembre de 2010

El PNV mira a EiTB con desazón.

Foto Telepress


El Presidente del PNV ha escrito en su blog cosas que ayudan a entender cómo concibe el PNV la radiotelevisión vasca y cuál es la estrategia que ha desplegado contra ella. El Sr. Urkullu sabe, pero oculta, que la salida del PNV de la dirección de lo que siempre consideró su casa solariega electrónica coincidió más o menos con el despliegue de la TDT. Ustedes sí se acordarán de aquellos anuncios que nos instaban a que comprásemos los decodificadores. Y ya puestos, puede que recuerden también que su televisión ha pasado de tener 6 cadenas a tener 60 o más.

Las cadenas temáticas, que eran una rareza en 2005 con un 7% de share (porcentaje sobre todos los que ven la tele), han alcanzado este mismo mes un 29,3%, que naturalmente solo es posible obtener de la audiencia de las demás.

De ese modo la exitosa TVE1 ha pasado en ese periodo del 20,5% al 14,9% actual y Antena3 ha caído de casi el 25 al 12,2% cediendo el liderazgo a Tele5 que, pese a todo, cae del 21,2 al 13,9%. Las autonómicas han pasado del 16,2 al 11%; ni tan mal. Todas las televisiones cerrarán este año con los peores resultados de su historia, no solo ETB, como pretende hacernos ver el Presidente del PNV en su blog. Los “viejos tiempos” no volverán a ninguna televisión.

En definitiva, que el mundo de la televisión está atravesando dificultades evidentes que nadie niega pero que el PNV quiere presentar como si fuesen exclusivas de EiTB y causadas por la primera dirección no partidista de su historia. En definitiva conflictos: sí, recortes: sin duda, inercias: muchas, errores: por supuesto. Pero de desastres, cataclismos, fiascos, nefastas gestiones y demás catástrofes, nada de nada.

¿A qué viene entonces tanta insistencia en presentar esta tormenta como si fuese el inicio del diluvio universal en EiTB? Pues viene a que el PNV teme que una televisión plural, profesional instalada en la modernidad, consciente de su papel al servicio de la Euskadi real, de la de todos, no tenga ya vuelta atrás, no pueda ser revertida jamás en el poderoso instrumento del imaginario nacionalista que era. Eso es lo que teme y lo que reclama Iñigo Urkullu cuando dice que “ETB debería ser la misma que hace año y medio”, aunque sospecho que lo que quiere es que siguiese siendo para siempre la misma paleotelevisión que ellos manejaban.

No va a ser así. No hay vuelta atrás en un mundo tan dinámico como el audiovisual. EiTB no tiene otra salida que reinventarse en esta nueva etapa que ya está aquí, tiene que saber llegar a públicos diversísimos, que consumen productos audiovisuales al estilo de siempre pero que también los hacen por internet, a la carta o en canales especializados, tiene que estar en plataformas distintas del televisor del salón, como los propios móviles o “tablets”, tiene que seguir creando redes sociales y encontrar su espacio en la calle, en la cultura y en la creación de contenidos de calidad que aporten esa innovación en la que los grupos privados nunca (o casi nunca) arriesgarán. No es sólo una elección complicada, es la única opción. 

Y en ese recorrido tan difícil lo que parece obvio es que no vamos a poder contar con el PNV. Urkullu y los suyos miran a EiTB con indisimulada desazón y no ayudarán sino que pondrán cuantos palos puedan en las ruedas. Lo han demostrado estos días y seguramente van a seguir en lo mismo. Una lástima.

Por cierto, no todo van a ser problemas: Felicidades a Radio Euskadi y a eitb.com, que están que se salen, batiendo records en audiencias y visitas.


jueves, 2 de diciembre de 2010

WikiLeaks y el Botox de Gadafi


“Esto va a dar para meses y años”. Así se referían esta semana algunos opinadores a las revelaciones que Wikileaks ha destapado suministrando miles de documentos a algunos periódicos “serios” de todo el mundo.

De momento esos “meses” o esos “años” de grandes revelaciones empezaron por las informaciones más cotillas. Parece que quienes han tenido en sus manos tan magro material han considerado que, de entrada, lo más importante eran las fiestas de Berlusconi o la afición del líder libio a aplicarse antiarrugas cuando está en esas jaimas con las que recorre el mundo.

Dicen los responsables de los grandes periódicos que han sido seleccionados por Wikileaks para recibir tan importante información que están revisando cuidadosamente su contenido para valorar con responsabilidad el equilibrio entre interés informativo y seguridad. Me alegro de que así sea porque la información valiosa requiere tiempo y esfuerzo para comprobarla y para aportarle valor.

Sin embargo, o los cotilleos que hemos visto rebotar en todos los medios estaban todos en las primeras páginas de lo filtrado o fueron lo que más gustó a los primeros redactores. Tengo que decir que en las horas siguientes otras revelaciones empiezan a surgir pero también diré que lo hacen con menos fuerza y con impacto más dudoso.

La propia Casa Blanca ha dicho que se trata de opiniones subjetivas, que no representan la posición del Estado norteamericano. Sea esto muy cierto o sea menos cierto, lo innegable es que esas declaraciones introducen grandes dudas sobre si lo publicado es realidad, es opinión o es certificación de los que se intentó y no de lo que se consiguió. Llegados a este punto buena parte de lo que tenemos son grandes titulares imposibles de comprobar o directamente desmentidos.

Eso aparte de las obviedades: Decir que los espías consideraban que el presidente Zapatero es persona “de visión cortoplacista” y que “se supedita a las necesidades electorales” solo certifica que los agentes americanos leían en España los mismos periódicos que leemos todos. La cosa no puede ir más allá, salvo que esta vez queramos atribuir a los servicios de inteligencia americanos el valor de un oráculo infalible. Algo que casa mal con la asentada tradición de nuestro país de pensar que “los americanos no se enteran de nada”.
Lo que me parece más relevante es que un “espía civil” sea quien, a su gusto, provea de información a los periódicos de más prestigio. Algo que debería hacer reflexionar a estos medios, salvo que solo les importe su titular de mañana, que todo podría ser.

Además, que esa “garganta abisal” nos avise ya de que tiene preparadas nuevas revelaciones sobre bancos americanos en forma de miles de documentos de los que nos proveerá en enero me recuerda a El Corte Inglés cuando publicita sus inminentes rebajas ¡qué quieren que les diga!

El gran cambio de nuestro tiempo es que no importa tanto quién tiene la información, porque la realidad es que cualquiera puede acceder a ella (incluso a la clasificada). Hoy lo decisivo es la capacidad inevitablemente humana de discernir lo que es importante de lo banal dentro de montañas de datos. La destreza y la inteligencia para dar valor a la inmensa información accesible en la web o en WikiLeaks o donde sea. De momento lo más notable ha sido el Botox de Gadafi. Veremos hasta dónde se llega en los próximos “meses” y “años”.

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