miércoles, 21 de diciembre de 2011

Euskadi. La taifa fiscal

Fiesta de Moros y Cristianos en Caudete

Cuando en Europa se está hablando nada menos que de armonización fiscal para toda la Unión, resulta que aquí, en un pequeño territorio, con los mismos habitantes que algunos barrios de metrópolis europeas, dicen que ellos que no.

No que no quieran ser Europeos, ni tampoco que amenacen con quedarse fuera de esa armonización, aún lejana, pero que se apunta como herramienta de lucha contra la crisis. Nada de eso. Esa aldea resistente, se resiste sobre todo a ponerse de acuerdo consigo misma, y retuerce sus propias leyes en defensa de una concepción completamente anacrónica del territorio, de la política y sobre todo…ay!...de la fiscalidad.

Ese pequeño país, tiene él sólo tres haciendas que se llaman forales, para apelar a la tradición (además de otra invitada). Tres haciendas que no se ponen de acuerdo en casi nada: ni pagan lo mismo los ciudadanos con iguales ingresos ni los tres Gobernadores dejan que nadie les coordine, incluso aunque lo digan sus propias leyes.

Allí los trabajadores por cuenta ajena aportan el 80% de la recaudación y de entre ellos los mejor pagados, que son el 10%, ponen solos la mitad del total. Pero los que parece que lo pasan peor son los profesionales, los autónomos y quienes no cobran una nómina, que declaran -fíjese- un 40% menos de ingresos que los trabajadores, a muchos de los cuales les pagan ellos mismos. Sabido es que hay casos de sueldos altos y casos de negocios, despachos y bufetes ruinosos pero no falta quien piensa que hay algo que chirría aquí.

Gente malpensada, sin duda, que dice cosas como que el volumen del fraude en Euskadi, que así se llama el país, puede llegar a 2.500 millones, lo mismito que les cuesta a los vascos todo su sistema educativo.

Pero el celo foral que hunde sus argumentos en las tradiciones más rancias y antiguas hasta hacerlos dogma no consiente ni coordinarse ni que nadie acceda a los datos fiscales de los contribuyentes de cada cual. Especialmente celoso en esto es el responsable del Gobierno Vizcaíno.

Si que hay tradiciones bonitas y sólidas ¿verdad? que aguantan siglo tras siglo. ¿será eso o será otra cosa?. Eso sí…qué oferta gastronómica tienen, oiga!

domingo, 18 de diciembre de 2011

Un villancico algo especial

Del mismo modo que ocurre hoy, y con no poca polémica, alguien ha tenido que pagar siempre a los músicos. En otros tiempos fueron los poderosos y dentro de ellos la Iglesia era de los más, si no la más poderosa. Por eso la música religiosa fue, durante siglos, la única música culta, que se componía, ejecutaba y "cifraba".

Los villancicos, que hoy asociamos exclusivamente a la música religiosa, fueron en su inicio (Siglo XV en adelante) simples canciones profanas con estribillo, lo que contribuía a su memorización y consiguiente éxito. Sin embargo pronto entraron también en los templos y adoptaron letras de sentido religioso hasta el punto de que hoy los asociamos a la música navideña católica.

Hoy pongo aquí uno de mis favoritos: el Villancico a Santa Bárbara, de José Cascante (1640-1702) a cargo de la Camerata Renacentista de Caracas dirigida por Isabel Palacios, que tengo en un álbum titulado Musique à la Cathédrale Santa Fé de Bogotá (así, en Francés). A ver si os gusta.


Candidato a premio al peor anuncio


Y ya puestos a hablar de anuncios he visto en un diario el peor anuncio en muchos años, y mira que los hay malos.

Hay personas que parecen creer que todo el “mundo mundial” piensa todo el rato y se preocupa por lo que ellas hacen, que su tarea es tan transcendente que nadie osará ignorarla jamás, que matrimonios y solteros nos levantamos cada mañana pensando en eso a lo que ellas se dedican y que no dormimos a gusto hasta no tener la información que nos facilitan, que devoramos -faltaría más- con lógica avidez.

El anuncio adjunto es una demostración de que estas gentes existen de verdad y que, imbuidos de tan onanista convencimiento, ni se les ocurre pensar que deban captar una atención con la que parecen convencidos de que ya cuentan de entrada -estaría bueno-.

No se rebajarán, no, a contratar a un profesional de la publicidad que les podría hacer ver -insultante- que no son el ombligo del mundo y que en consecuencia les recomendaría “humillarse” a tener que interesar y convencer a los lectores. Nada de eso ¡hasta ahí podíamos llegar!

Lo peor de todo es que el anuncio es de la Fundación Vasca para la Excelencia e “informa” de la entrega de Premio Vasco a la Calidad y Excelencia en la gestión (sic). Tela.

El público progresista

Ayer, en una importante reunión de mi partido pude escuchar a algunos participantes hablar con pasión del sector social que “auténticamente” corresponde atender a la izquierda, que es siempre el de los más desfavorecidos.

No discuto sino que afirmo la implicación solidaria y moral que la izquierda ha tenido siempre -y que sigue teniendo- pero no pude evitar la sensación de que, frente a las dificultades, estábamos ante la peligrosa tentación de refugiarnos en el confortable calor de lo conocido, en donde nunca falta la afable compañía de los propios ni tampoco las apelaciones a la mitología del santoral laico del socialismo español (…desde Pablo Iglesias a Ramón Rubial…-se dijo-). El cariño y el respeto que desde hace tantos años tengo por algunos de los compañeros que así hablaron no fue suficiente para disipar las muchas dudas concretas que en mí siempre acompañan a las pocas certezas genéricas.

Una de esas pocas certezas es que la izquierda es mucho más que la mera solidaridad colectiva con los más desfavorecidos y que, por el contrario, siempre ha avanzado claramente hacia el diseño, implantación y gobierno de una sociedad más justa y solidaria y, por consiguiente, inevitablemente más rica y próspera.

Ni vivimos en los tiempos de Pablo Iglesias (muy criticado por cierto en su tiempo) ni nuestro espectro sociológico es ya el del proletariado tradicional. Y es así precisamente porque las alternativas de la izquierda han transformado exitosamente nuestra sociedad, convirtiéndose en auténticos estándares y generando -como digo- no solo más justicia sino también más riqueza.

Sé perfectamente de dónde vengo y cuál es la historia del socialismo español pero ni quiero olvidar lo muchísimo conseguido ni me gusta nada la melancolía, porque nos hace perder las energías que necesitamos para caminar y pasar "frío ideológico" ahí fuera, que es donde está la realidad.

Hoy, mientras leía los suplementos de los periódicos, he visto hasta qué punto se ha transformado la sociología de las personas, incluso de las que compran prensa de innegable tendencia progresista. Los anunciantes, que viven de eso, lo saben perfectamente. No hay más que ver las primeras páginas. Ahí están...



miércoles, 14 de diciembre de 2011

Fíjate tú!, 2ª parte (Más gráficos interesantes)

Cuando se habla de los impuestos y de la riqueza es habitual tener que escuchar como argumentos solidísimos algunas grandes bobadas. Hace tiempo que publiqué un gráfico interesante sobre la presión fiscal en España, que reproduzco abajo a la derecha, y hoy he visto éste otro, a la izquierda, sobre la renta per cápita. Se confirma no solo que los países más ricos son aquellos en los que más impuestos se pagan (paraísos fiscales aparte) sino que en España la presión fiscal está muy por debajo en relación con su riqueza. Para que la próxima vez no os hablen "de oídas".

Ambos gráficos los he extraído del diario El Correo, Bilbao.

viernes, 25 de noviembre de 2011

Capitalismo estúpido

En defensa de una educación plenamente vocacional mi mujer y mi cuñada afirman que “es mejor estudiar en la universidad lo que te gusta y te motiva aunque termines fregando en un supermercado, que estudiar con enorme sacrificio lo que todo el mundo recomienda para acabar fregando en un supermercado”.
Foto El Mundo Today

Ya ven que no muy lejos de las expectativas laborales que la mayoría de los jóvenes tiene en este momento. Cierto es que estamos en una crisis muy profunda pero también lo es que el empobrecimiento de los trabajadores, incluso de los que cuentan con formación superior, lleva lustros creciendo, especialmente en los tiempos de plena bonanza (que nadie llamaba bonanza entonces).

Y ya no son sólo los jóvenes quienes sufren esa miserización sino que se ha convertido en el paisaje contractual y salarial normal para un inmenso número de personas, incrementando la bolsa de los denominados “trabajadores pobres”.

Disponer de trabajadores baratos y sin derechos es estupendo para la cuenta de resultados a muy corto plazo de las empresas (que es la única visión con la que se gestionan ahora casi todas) ya que facilita que sus productos o servicios se presenten en el mercado en condiciones de precio (solo de precio) muy ventajosas. Sin embargo para que exista un “mercado” es imprescindible que a él acudan no solo los que venden sino también los que compran y ahí está el problema.

La fábrica de Volkswagen de Navarra no vende coches porque la gente no tiene dinero para pagarlos y tira con el viejo. Casi la mitad de los beneficiarios vascos de viviendas de protección oficial, renuncia a lo que antes se consideró “un chollo” porque su banco o caja no les concede ahora el crédito para poder pagar la parte del precio que tienen que afrontar. Los expertos hablan ahora preocupados de una “compra defensiva” en alimentación plagada de marcas blancas y hasta los expertos sanitarios nos previenen de un previsible deterioro de las condiciones de salud derivadas de una dieta de crisis, menos saludable, porque “una hamburguesa cuesta menos que dos manzanas”.

Veo que el Presidente de la Bilbao Bizkaia Kutxa, Mario Fernández, se ha dado cuenta ahora y ha comprado el discurso que Alfredo Pérez Rubalcaba explicaba en la reciente campaña electoral: Que una austeridad a ultranza no nos permitirá salir de la crisis.

Lo cierto es que el capitalismo sin control contiene en sí mismo las semillas venenosas de su propia destrucción:
  • Ningún competidor fue nunca partidario de la libre competencia, solo que no podía evitarla. Ahora las grandes corporaciones industriales y financieras se saben capaces de acabar con la libertad de mercado. Y lo han hecho.
  • Toda empresa prefiere el mínimo costo salarial posible pero, sin embargo, necesita que el resto de empresas no hagan lo mismo para que los empleados de las demás puedan comprar lo que ella produce.
  • La búsqueda del beneficio inmediato a toda costa de unos pocos irresponsables obliga a sus competidores cabales a subirse a esa rueda, que saben de locura, simplemente para poder sobrevivir.
  • La concentración de la riqueza en muy pocas manos aumenta la pobreza del conjunto de la sociedad.
Decía el verdadero liberal Tomas Jefferson en 1802 que "las instituciones bancarias son más peligrosas que un ejército preparado para el combate". Así es; sin control público, sin Estado, sin la acción de la política en definitiva, el neoliberalismo (nada liberal por cierto) nos lleva al abismo.

Y aquí todavía hay quien dice que el problema es el Estado. Ya que no escuchan a Rubalcaba, dígales usted algo Sr. Fernandez a ver si a usted le hacen algun caso. Ya que obviamente no son partidarios de aplicar criterios de justicia, que al menos sea por la pasta

domingo, 13 de noviembre de 2011

¿Fin de la garantía?

El malecón se ve bajo el agua. Foto MARM

Un viejo amigo arquitecto me dijo una vez que los romanos eran los peores ingenieros del mundo. Probaba su afirmación apelando a la extremada longevidad de sus construcciones y a su capacidad de soportar usos que jamás pudieron siquiera imaginar sus constructores, como por ejemplo el paso de camiones de motor y gran tonelaje. Le parecía a mi amigo que hacer algo capaz de soportar lo imaginable y también lo inimaginable no era una demostración de eficiencia. Y posiblemente tenía razón.

Pero Esteban hacía esta afirmación con ánimo provocador y no ignoraba que los latinos trabajaban pensando que su mundo duraría para siempre. Cayo Julio Lacer, maestro constructor del puente ahora llamado de Alcántara, en plena Vía de la Plata extremeña, dejó escrito en su obra: PONTEM PERPETUI MANSVRVM IN SECULA MVNDI (El puente que permanecerá en pie por los siglos del mundo).

Hoy leo que en la maravillosa villa de Lekeitio tienen problemas con el malecón de Lazunarri, construido para proteger la zona portuaria de la acumulación de los sedimentos que arrastra el río Lea en su desembocadura. El malecón es un muro submarino que une la costa con la isla de Garraitz. En marea baja muchos lo hemos recorrido andando para llegar a la isla y muchísimos han descubierto sorprendidos que cuando el agua sube no hay más remedio que nadar para volver.

Todo sería normal si no fuese porque también he leído que ese malecón cuya rotura está creando ahora problemas a la flota pesquera fue construido nada menos que en el siglo XVIII.

Me llama la atención que hoy, quienes vivimos tantos años depreciemos el valor de lo que hacemos y lo consideremos tan provisional mientras que hombres y mujeres cuya esperanza de vida era de pocas décadas viviesen como si su mundo fuera a ser eterno. Y así construían las cosas, no solo los romanos. Tal vez Obelix se equivocaba y los locos seamos nosotros

Recomiendo el excelente documental “Obsolescencia programada. Comprar, tirar, comprar”. ¿Tendrá la crisis algo que ver también con esto?

lunes, 7 de noviembre de 2011

Contra el debate


Faltan varias horas para el debate televisivo entre Rajoy y Rubalcaba y voy a aprovecharlas para escribir estas líneas ahora, antes de su celebración, para que nadie pueda pensar que lo escrito esté motivado por un supuesto mal papel que haya podido hacer mi candidato (que es el socialista, por supuesto) y al que dan por “ganador” las apuestas.

Como ya he escrito en este blog, no me gustan los debates políticos televisivos. Debo ser “rara avis” pero es así. Creo firmemente que el deterioro de la calidad de la política tiene mucho que ver con su conversión en un espectáculo y con el consiguiente abandono de la reflexión serena y responsable. Un deterioro que me parece ya alarmante y que ese debate que emitirán las televisiones esta noche sólo va a contribuir a incrementar.

La televisión es un medio perfectamente inadecuado para que se manifieste en ella la reflexión responsable, atrevida y (cuando haga falta) impopular. Todo lo contrario, allí lo que vende y lo que gusta es la bronca, el ingenio hueco, la pose superficial y las técnicas de telegenia. Nada que a mí me importe a la hora de escoger a quien vaya a conducir mi país.

Por si fuera poco, emisoras de radio y otros medios de comunicación, ya están dando la matraca con el tema. Ni una reflexión he leído o escuchado que no tenga que ver con frases redondas de otros debates, con algunas afortunadas tonterías que se dijeron o con desgraciados argumentos que se emplearon. Cuando no con corbatas, peinados o gestos. La banalidad idolatrada.

De hecho si algo se ha criticado es la supuesta “rigidez” de las normas de respeto a los tiempos y a los turnos que se imponen en estos debates, ya que lo que gusta a la grada es la interrupción constante, la pelotera, la descalificación personal y todas esas tácticas de los debates con los que nos fustigan en los programas de la tarde, esos sí plenamente ajustados al medio televisivo, y que tanto gustan a la audiencia.

Pero lo peor de todo, lo más irritante es la tontería que se hartan de proclamar los opinadores de que el debate sería algo así como una prueba de calidad democrática, una herramienta imprescindible para la creación de opinión y una vía de refresco y regeneración que nuestra democracia necesitaría. Por el contrario, esta noche, como en todos los casos anteriores será la destreza en la dialéctica vacía, la agresividad medida hacia el contrincante, o la buena imagen física de los actores de esta pura comedia lo que contará. En mi modesta opinión, justamente lo que menos necesita nuestra democracia para recuperar el prestigio y el valor que ha perdido ante la ciudadanía.

No obstante, esta noche haré un esfuerzo, como en otras ocasiones, y lo seguiré hasta que no pueda soportar más ver cómo me toman por idiota, cosa que suele ocurrir a los pocos minutos del comienzo. Completaré este post a la noche informando de cuántos aguanté.
(lo puse en los comentarios)

viernes, 4 de noviembre de 2011

Política y felicidad

Escuchadas algunas de las quejas y reivindicaciones que menudearon con el movimiento de los indignados pensé que el evidente malestar social que expresaban tenía mucho que ver con la forma de comunicar la política.

Se ha convertido en algo general obviar, cuando no ocultar, las dificultades y problemas inherentes a cualquier acción o decisión política y sustituir esa incómoda complejidad por la simulación, contraria a toda realidad, de que se trata de decisiones sencillas, evidentes, indiscutibles y, sobre todo, sin otras consecuencias que las benéficas que se pretenden al proponerlas o adoptarlas. Nunca hay, ni puede haber, efectos secundarios. Todo es fácil y en consecuencia, sólo hay que acertar votando a quien propone que eso tan factible sea también lo que a uno le conviene que se haga.

Debo admitir que esta trampa resulta tentadoramente rentable desde el punto de vista electoral y muy del gusto, además, de la mayoría de los medios de comunicación, a los que la banalidad atrae como la miel a las moscas. Pero no por eso deja de ser una intolerable infantilización de la ciudadanía y una irresponsabilidad en quienes nos dedicamos a esto de la política. Una irresponsabilidad con consecuencias, por cierto.

Otro aspecto aún más venenoso de las tácticas de marketing político en uso es pretender inflar la importancia de la acción política, presentándola no como lo que es: reguladora de la convivencia, de los servicios y de los conflictos económicos y sociales, sino como nada menos que la causante y responsable de todo lo bueno y de todo lo malo que le pueda suceder a cada uno de los ciudadanos.

Esta pretensión, que seguramente sería exagerada incluso en un régimen totalitario de aquellos en los que el Estado anulaba por completo al individuo y sus opciones, deviene en quimera insostenible en una sociedad de libertades y de derecho. Sin embargo quimera delirante o irresponsable exageración, tal absurdo encuentra una asombrosa aceptación social.

Agobiados por la urgencia electoral, hemos hecho creer a la gente no que éramos responsables de las leyes y del Gobierno de la cosa pública sino que éramos responsables directos de su propia felicidad. Ahí es nada. Puede, como digo,  que tal cosa resultase atractiva para captar un votante impulsivo en plena campaña pero resulta evidente que colocaba el listón del éxito político a una altura metafísicamente inalcanzable. Nadie puede garantizarme mi felicidad, ni yo mismo, ni mucho menos mis representantes políticos.

La combinación de ambas tácticas: banalizar las decisiones políticas y sus consecuencias mientras simultáneamente se las elevaba a una categoría de cuasi-milagrosas en cuanto a sus resultados, ha tenido como consecuencia que los ciudadanos viene ahora a reclamar los mágicos resultados prometidos y a protestar por las consecuencias negativas de las que nadie les habló. Y, claro, el resultado no podía ser otro que el fracaso y la desafección. Y así ha sido.

Cuando escuché a Mariano Rajoy prometer que va a devolver la felicidad a España, me acordé de esta reflexión y pensé que ese es precisamente el camino equivocado, tanto para el PP como para el PSOE como para cualquier otro político.

He vivido profesionalmente del marketing antes de esto a lo que me dedico ahora y creo que es una técnica que ayuda muy adecuadamente a casar demanda y oferta. No tengo, por tanto, nada en contra de que se utilicen técnicas de marketing en política pero sin olvidar nunca que la política es algo muy profundo y los ciudadanos son mucho más que consumidores de eslóganes.

domingo, 23 de octubre de 2011

¿Dónde estuviste tú?


En el emotivo mitin de Donostia de ayer se abrieron muchos corazones y al hacerlo salieron a la luz algunas cosas de esas a las que me he referido como la mala resaca del terrorismo. Odón Elorza abrió refiriéndose al diferente trato que durante estas décadas dimos a los uniformados respecto a las demás víctimas, cosa que es cierta. El Lehendakari recordó también la soledad que pasaron tantos socialistas vascos, amenazados y solos en medio de una muchedumbre acobardada, cosa que también es cierta.

No hay prisa. Esto no ha hecho más que empezar y quedan muchas más cosas por sentir y por decir pero, como pasa siempre, los que menos tenemos de qué avergonzarnos somos los primeros en mirarnos al espejo y encontrarnos las faltas.

Seguramente los que cargan con toneladas de indignidad y de vergüenza necesitarán más tiempo. Mientras espero les refiero unas frases del comunicado de Gesto por la Paz de ayer.

...Un destacado lugar deben ocupar las personas que rompieron con el miedo, que se comprometieron con esta sociedad, con los mejores valores que pueden inspirar una convivencia normalizada, que se solidarizaron con cada víctima, que se atrevieron a dejar de ser invisibles e indiferentes y se convirtieron en un punto de resistencia a la barbarie. A todas esas personas anónimas que desnudaron su conciencia en medio de su entorno hostil con un coraje cívico digno de alabar, a todas ellas, muchas gracias de todo corazón...

jueves, 20 de octubre de 2011

Nuevo tiempo y nueva foto



NOTA PREVIA
Sé que a muchos les ha gustado siempre la foto de mi perfil con esas gafas de aviador y ese casco de "la hormiga atómica" pero lo que nunca dije era que detrás de la aparente broma se ocultaba una recomendación de seguridad, que ya no tiene sentido. Cambio, por tanto la foto por una normal, la página pierde gracia pero yo gano libertad.

DECLARACIÓN
Tal y como hice con el texto que leyó Jesús Eguiguren en la conferencia de Donostia, reproduzco unos fragmentos de la declaración del Lehendakari y el texto completo a continuación.

Por fin hemos conquistado la paz y la libertad. Y lo hemos conseguido gracias a la resistencia de miles de ciudadanos y ciudadanas vascas que se han negado a renunciar a su propia libertad; a la firmeza del Estado de Derecho; a la acción judicial y policial; a la tolerancia cero frente a las posiciones totalitarias justificadoras de la violencia. Nada les debíamos, nada les debemos y nada vamos a pagarles. Ya hemos pagado un alto precio.
No vamos a permitir que el final de terrorismo sea excusa para crear división y enfrentamiento.
Hemos tenido que soportar mucho dolor y sufrimiento, pero hemos derrotado al terrorismo y ahora vamos a construir juntos la convivencia.

Texto completo

Por fin hemos conquistado la paz y la libertad. Y lo hemos conseguido gracias a la resistencia de miles de ciudadanos y ciudadanas vascas que se han negado a renunciar a su propia libertad; a la firmeza del Estado de Derecho; a la acción judicial y policial; a la tolerancia cero frente a las posiciones totalitarias justificadoras de la violencia.

La sociedad vasca ha sufrido, acumulando dolor; ha resistido apretando los dientes, pero nunca se ha resignado y se ha levantado y luchado para conseguir su sueño de libertad. Y hoy el sueño se ha cumplido.

La última de todas las últimas

Yanko design


Ya tienen la percha. Su gente se la ha preparado cuidadosamente.
  • Que cuelguen el comunicado de una vez. 
  • Que lo cuelguen y que lo cuelguen ya.
Ya lo ha dicho el Lehendakari, que aprovechen esta oportunidad porque como dice mi hija pequeña, “es la última de todas las últimas”.

lunes, 17 de octubre de 2011

Cincuenta años en tres minutos




Jesús Eguiguren Foto El Correo
Este es un blog personal pero hoy me tocaba hacer de militante socialista vasco, por eso pongo aquí (por si alguien lo lee alguna vez) los tres minutos más interesantes de la conferencia de San Sebastián. Van unas frases recortadas, espero que con buen tino, y el texto completo que mi Presidente, Jesús Eguiguren, ha leído hoy ante los participantes.

...se están cerrando las puertas al terrorismo en nuestro país...como consecuencia de la firmeza del Estado Derecho, de la acción policial y judicial, de la posición de tolerancia cero…de la resistencia cívica de la ciudadanía, del ejemplo de las víctimas, de la colaboración internacional, y de la deslegitimación ética y política…
…en nuestro país no ha existido un conflicto violento con dos bandos...sino … el ataque deliberado y sistemático de una banda terrorista… a la convivencia democrática y a la pluralidad.
…los asesinatos no han sido aleatorios, tenían objetivos concretos: silenciar las voces de los que no compartían el proyecto totalitario.
… tenemos que hacer frente a nuestro pasado sin fraudes ni ocultamientos.
… la democracia y el Estado de Derecho han ganado.
… hemos venido a pedir a todos los participantes en esta conferencia que reclamemos a ETA de forma clara, inequívoca y contundente que abandone todas las actividades terroristas sin ninguna contrapartida.


Texto completo
Queremos agradecer en nombre del Partido Socialista de Euskadi la oportunidad para expresar nuestra posición en esta conferencia y queremos, también, dar la bienvenida a las personalidades que, con buena voluntad, han acudido a Euskadi para colaborar en el objetivo de conseguir que el terrorismo desaparezca definitivamente y consolidar la paz y la libertad.

domingo, 16 de octubre de 2011

¿Seguro que es inevitable?

Se habla mucho de las profundas transformaciones que está experimentando la televisión, yo también lo hago, pero Andrés Rábago en su artículo gráfico de El País de ayer lo resume magistralmente, como es habitual en él.
El Roto. El País

viernes, 14 de octubre de 2011

El turista utilizado

Foto Flickr Lokarri

El viajero y el turista comparten su vocación de moverse en lugares y entre gentes que les son ajenos. Les diferencia, sin embargo, que mientras el viajero está normalmente dispuesto a someterse al estímulo y a la incomodidad del conocimiento directo y personal de la realidad que visita, el turista se traslada protegido por una burbuja de comodidad dentro de la que se mantienen cuidadosamente el ambiente y las condiciones a las que está acostumbrado allá en su casa.

La protección que exige el turista puede ser mayor o menor, más blindada o más permeable según sean las circunstancias o sus posibilidades económicas, pero el resguardo tiene como consecuencia inevitable que, por lo común, le impide entender la sociedad que visita. Los turistas cabales, que saben que lo son, ni lo intentan y se conforman con disfrutar del exotismo, sin creerse los arriesgados exploradores que no son. Pero son legión quienes piensan que su presencia allí va a ser un episodio más de descubrimiento y de exploración del planeta.

Lo que más cuesta ver a estos Livingstones del Samsonite es la utilización descarada que hace de ellos mismos la sociedad que visitan, acostumbrada de sobra a verlos como bolsas de dinero con patas o como puertas para salir de la miseria en los casos más duros.

Los turistas de la paz que vamos a tener el lunes en San Sebastián no son una excepción. Armados de presuntuosa ignorancia son incapaces de ver la mayor: que están ante la victoria de una democracia y no ante una descolonización. Se marcharán felices tras el cónclave, bien comidos y tratados, pero sin enterarse siquiera de cómo han sido utilizados, tanto por quienes antes de cerrar el chiringito perdedor necesitan hacerse una foto disfrazados de "insurgentes revolucionarios" como también por quienes, vencedores, piensan que París bien vale una misa.

Todos conocemos a provectos varones que regresan del Caribe convencidos del impacto que su porte distinguido y su experiencia tuvieron en aquella joven y fresca mulata. ¡Qué le vamos a hacer!

lunes, 10 de octubre de 2011

En defensa de las TV públicas autonómicas


En medio de la tormenta y de los huracanes privatizadores que soplan con la fuerza siempre impetuosa de la demagogia, conviene tener claras algunas evidencias sobre la importancia que tiene lo público, también en materia de medios de comunicación. Al fin y al cabo hay que hablar no solo del derecho a la libre empresa sino sobre todo del derecho a la información libre y veraz que recoge la Constitución Española ¿O no?.


Estas fueron las conclusiones del seminario Las TV autonomicas y el futuro del sector audiovisual en España, organizado por AEGA los pasados 29 y 30 de setiembre en Santiago de Compostela

Los asistentes al Seminario constatan lo siguiente:
  1. Que en un entorno de cambio de modelo audiovisual, de fragmentación de canales y de audiencias, de crisis económica generalizada y de incertidumbres, se hace necesario reforzar el papel de las TVs Públicas Autonómicas españolas con el fin de que cumplan las funciones de promoción cultural y lingüística, de cohesión social y mantenimiento del pluralismo, de motor generador del tejido industrial en sus zonas de influencia, con vocación de permanencia. Este papel debe ser adaptado a las circunstancias del nuevo modelo, que viene determinado por el cambio tecnológico y social producido en los años recientes.
  2. Que en estas circunstancias, se generan tentaciones privatizadoras e incluso de cierre, sin análisis rigurosos sobre un tema de tanta transcendencia social, generalmente basados en discursos demagógicos sobre el déficit y los recursos, además de ataques no disimulados de los lobbies comerciales, no solo para la obtención de las cuotas publicitarias sino para la captación de la audiencia que permanece fiel a los canales públicos autonómicos.
  3. Las TVs públicas autonómicas deben basar su gestión en prácticas transparentes, de buena gobernanza y financiación sostenible, apostando por la calidad de los contenidos, siendo fieles a la línea editorial, información de proximidad, potenciando su visión comercial y global hasta reconvertir los medios de servicio público en plataformas para la comunicación social abierta.
  4. El servicio público en la era digital esta avalado por el Protocolo de Amsterdam de la UE y también por el Parlamento Europeo, el Consejo de Europa y la propia Comisión. El Consejo de Regiones, apoya de forma explícita la identidad cultural y la diversidad lingüística en Europa.
  5. En España, dada la estructura de Estado autonómico que nos hemos dado, las TVs públicas autonómicas desempeñan un papel crucial de servicio público de cohesión social y están llamadas a jugar un papel dinamizador de las nuevas oportunidades de la era digital.
  6. Entre las fortalezas de las TV autonómicas se identifican su papel como instrumento para la normalización de las lenguas, como elemento de descentralización audiovisual y cultural, elemento de articulación regional, impulsoras de la industria audiovisual, como factor de identificación y proyección de talento, de creación de empleo y de crecimiento económico.
  7. Entre las debilidades se identifican la inestabilidad en la dirección, la precariedad financiera, el inmovilismo en la estructura organizativa interna y, en general, la no adecuación a la era digital.
  8. Que las TVs autonómicas tienen que orientarse no solo hacia la emisión de TV de flujo tradicional, sino hacia la puesta a disposición de los espectadores, de contenidos de interés en repositorios de todo tipo: webs, plataformas IPTV y redes sociales, que faciliten el nuevo modelo de consumo basado en el “cuando, donde y lo que“ el espectador desee, en un marco de coexistencia de audiencias masivas, fragmentadas, segmentadas, individualizadas y conectadas.
  9. Que con el objeto de flexibilizar las estructuras operativas y reducir costes, la externalizacion ordenada de servicios aparece como una de las formulas de viabilidad de futuro para las TVs autonómicas, siempre que esté basada en un mapa específico de capacidades que tenga en cuenta las asimetrías que existan, manteniendo la línea editorial, la estrategia, la dirección y el control del canal de que se trate.
  10. Que una sociedad moderna que apueste por sectores de futuro, no puede prescindir de un medio de la transcendencia social, cultural, económica, como corresponde a las TVs autonómicas españolas.
Santiago de Compostela, 30 de septiembre de 2011.



viernes, 7 de octubre de 2011

Carrera de dislates

Txiki Muñoz Foto El Correo

Los medios de comunicación son una de las herramientas básicas en un régimen democrático donde la discusión pública de las cosas forma parte de la misma raiz del sistema. Prensa, radio y televisión cuentan lo que pasa, y para ello seleccionan lo que creen que es noticia y lo que no. De ahí que se les haya llamado, con justicia, “el cuarto poder”.

Son los medios los que deciden de facto quién existe (aquel del que hablan) y quién no. Y es por eso por lo que estar entre los escuchados ha llegado a ser una obsesión, hasta el punto de que hay quien no para en barras para conseguirlo a cualquier precio. Es este un grave defecto que mina la calidad de la misma democracia porque para conseguirlo se convierte en espectáculo lo que debería ser discusión prudente y respetuosa, se hace pasar por simple y fácil lo que es complejo y enmarañado y –sobre todo- se busca la declaración o la imagen que resulte irresistible para los periodistas, a sabiendas de que irán a ella como polillas a la luz.

El resultado es una enorme falta de respeto a los ciudadanos, a los que se trata como si fueran personas sin criterio, incapaces de entender nada y dispuestas a acudir enardecidas allí donde el griterío sea mayor. Todo lo contrario de la forma en que debería tratarse a quien en una democracia es el origen de todo poder.

Ayer mismo el ex presidente Aznar hizo una declaración incendiaria respecto a la política antiterrorista que, independientemente de lo que usted o yo pensemos, cumplió perfectamente su función de atraer la atención pública a cualquier precio.

Y hoy he escuchado a Txiki Muñoz, secretario general de ELA, el primer sindicato vasco, decir nada menos que en la historia “en ningún imperio se ha esquilmado jamás como ahora a las clases trabajadoras”. Eso ha dicho. El problema del estruendo es que para destacar en él es preciso subir el nivel de desmesura y se corre así el riesgo de, queriendo parecer un visionario rotundo, se quede uno en simple ignorante.

martes, 4 de octubre de 2011

¿Nos faltó un telediario?



Decir que a alguien le quedan dos telediarios suele ser aviso de un cambio inminente, por lo común a peor. Tan coloquial forma de medir el tiempo a base de informativos es una muestra de la omnipresencia de la televisión, que marca hoy nuestros ritmos cotidianos como el Sol y la Luna lo hicieron durante milenios. No estoy seguro de que hayamos salido ganando con ese cambio…pero en fin.

Si Felipe González quiso señalar en la conferencia política del PSOE el poquito tiempo de campaña que nos faltó a los socialistas en 1996 para dar la vuelta a los también entonces adversos pronósticos, lo cierto es que no estuvo acertado y bien que lo siento porque es de las personas cuyas opiniones más aprecio por expresarlas con firmeza, claridad y lucidez.

Digo que no estuvo acertado porque la expresión “nos faltó un telediario” no solo evoca un corto lapso de tiempo, como digo, sino también la errónea y peligrosa creencia de que los informativos de la televisión son una herramienta para cambiar la opinión y hasta el voto de las personas.

Como ya he escrito, creo que esa errada opinión es una de las dos principales dificultades con las que tienen que lidiar nuestras televisiones públicas así que, ahora que tanto se habla de pedagogía política, lo conveniente sería ir acabando cuanto antes con ese convencimiento tan extendido. Evocarlo fue, por tanto, un error de discurso. Salvo que piense, efectivamente, que la televisión pública tiene esa función, en cuyo caso el error no es de discurso sino de concepto. Cielos.

lunes, 3 de octubre de 2011

A la televisión pública le ha llegado la hora


Durante muchísimos años la televisión pública generalista era simplemente la televisión. No había otra. Ni lo permitía la Ley ni nuestra atrasada economía daba tampoco para que nadie se metiese en un lío tan grande y tan caro. Desde 1983 los vascos tuvimos ETB pero no fue hasta 1988 cuando por fin pudimos escoger otras opciones privadas.

Tantos años de monopolio tuvieron consecuencias; dos sobre todo: La dependencia política y la gratuidad. Características ambas que siguen grabadas a fuego en el imaginario de los españoles por mucho que haya cambiado completamente la realidad.

Obviamente una dictadura no era el mejor entorno para que creciese un medio libre e independiente y nuestra televisión no lo fue, aunque haya que reconocer el esfuerzo de muchos periodistas y profesionales excelentes que, apoyados en la potencia y complejidad del medio, abrieron algunas ventanas a despecho del régimen.

Desde el punto de vista económico TVE era un chollo. Los anuncios eran una enorme e inagotable fuente de ingresos en una emisora en la que no tenían restricción alguna (al contrario que en sus homólogas europeas). La tele crecía sin problemas económicos y la gratuidad se consolidó, hasta el punto de que la mayoría de los televidentes ni siquiera saben que nuestro sistema de financiación es la excepción y que lo normal en Europa es pagar un canon por tener televisor en casa.

Llegó la democracia, llegaron las privadas, conocimos a las mamachichos, las ruedas de prensa se llenaron de micrófonos de colores, vino la guerra aquella del “fútbol de interés general”, las versiones de concursos americanos y también los realitys. Las opciones crecieron. En cuanto a la calidad que iba a venir de la mano de la competencia…pues eso.

Muchas cosas empezaron a cambiar pero aquellos dos convencimientos: la gratuidad y el control gubernamental de la tele se mantuvieron incólumes en la opinión pública. Y ahí siguen, impermeables también a la tormenta que viene ahora con la TDT, internet y la crisis económica.

Pero lo que antes pudo ser ya no es posible. El modelo de televisión generalista nacional, adoctrinadora, grande, influyente, masiva, gratuita para el televidente y poco consumidora de presupuesto público se extinguió. Hace muchos años que se sostiene con dinero público ese viejo modelo y mal que bien aguanta pero es evidente que lo hace cada día con más dificultades, entre ellas la de explicar el uso de recursos económicos en algo que aún sigue percibiéndose como que debería ser “gratis total” como lo fue siempre.

La realidad, sin embargo, ha cambiado y es ya hora de que cambiemos el registro. Invertir en televisión pública no solo es garantizar una herramienta del derecho a la información sino que es también una oportunidad de desarrollo económico de primer orden. El mayor valor añadido es hoy el talento y una televisión pública es su parque tecnológico; la ventana a la creatividad que alimenta el sector audiovisual, cultural y publicitario, entre otros.

Cada vez se consumen más productos audiovisuales y la gran riqueza que generan se irá a los lugares donde se produzcan. Quien no produzca cultura tendrá que comprar cultura, y pagarla. Quien no invierta en talento y creatividad tendrá que competir en precio, o sea en salarios. Y seguramente lo pagará caro.

Es, por tanto, la hora de repensar a fondo la televisión pública del mismo modo que se está haciendo, por ejemplo, con la banca pública que son las cajas. Es la hora de que la televisión pública encuentre un espacio propio que se le reconozca socialmente, en el que no se vea constantemente obligada a competir con las privadas en pura cantidad y se le permita competir con todos los demás medios en calidad y servicio. Ni que decir tiene que a estas alturas son simplemente ridículas las pretensiones de que nuestra televisión retroceda y vuelva a ser instrumento de un ideario político concreto para la creación eficaz de ciudadanos afines.

Es la hora de tener una televisión pública austera y eficiente, por supuesto, pero también dinámica, puntera, arriesgada, pionera en la red y capaz de ir un paso por delante. Una televisión pública más ciudadana y en nuestro caso (ETB) menos nacional, que nos espabile un poco en lugar de adormecernos tanto. Que se adapte a los nuevos modos de consumo audiovisual con canales y productos específicos.

Es la hora de una TV pública que huya de los productos comunes y experimente modos de producción nuevos y nuevas rutinas de trabajo. Las privadas no tienen obligación de innovar ni de marcar tendencia. Las públicas sí deben hacerlo. Igual que deben ser medios competitivos no en cantidad sino en valor y en segmentación, en la seguridad de que no solo los ciudadanos sino también los anunciantes lo apreciarán.

Pero si queremos todo esto, primero debemos soltarnos de aquellos dos viejos tópicos de la gratuidad y el control político porque hoy se han convertido en dos salvavidas de plomo. Las cosas cambian muy rápido en el sector audiovisual y la escasez no es solo de dinero sino también de tiempo.

Publicado en diario El País (Edición País Vasco) el 3 de octubre de 2011


miércoles, 28 de septiembre de 2011

Al Lehendakari se le entiende todo

Foto 20 minutos

En este país en el que la agenda política ha estado siempre marcada por asuntos que poco o nada tenían que ver con la vida de las personas y sí mucho con las rancias esencias patrias, escuchar a alguien hablando de las cosas que son reamente importantes sigue siendo una novedad apreciable -y refrescante. Mañana tendremos la oportunidad de escuchar al Lehendakari hablar de las muchas dificultades que estamos atravesando, pero también del compromiso de la política con las personas, de cómo impulsar el país y no dejarlo anclado en el pasado, de cómo hacer para mantener y no desmantelar los servicios y la protección social, aunque nos falte dinero y sobre demagogia.

Porque el centro de la política son las personas, ni los territorios, ni las religiones, ni las banderas, ni las ideologías (incluida la mía) ni las patrias. Las personas, todas ellas únicas, iguales entre sí y diferentes todas. Sólo las personas son la medida que nos permite saber si una sociedad funciona o no.

Por eso ver las instituciones como herramientas y no como edificios es una tarea en la que en Euskadi tenemos mucho tajo en el que meternos. Es la fiscalidad, que adolece de sistemas más justos, aunque no reportasen enormes ingresos. Pero es también la duplicidad de servicios, el encastillamiento cotidiano o deliberado de unos servicios que olvidan que son todos ellos sostenidos por los mismos dos millones de ciudadanos vascos que somos. Es la tradición usada como excusa y la ineficacia flagrante de quien, en la era internet, es incapaz de localizar a una abogada en ejercicio en Guipúzcoa. Solo es el último ejemplo.

Pero seguro que el Lehendakari dice más cosas interesantes, porque Patxi López no es partidario del “lenguaje aproximado”, aquel en el que el orador da vueltas en torno a los conceptos sin llegar nunca a tocarlos, sin el compromiso de llamar a las cosas por su nombre, sin mancharse de realidad y sin pincharse con las espinas de los significados incómodos, sin nombrar jamás lo innombrable, táctica habitual de quienes buscan que las palabras puedan significar una cosa y su contraria según les convenga a cada instante. Patxi López no es así. Todo lo contrario, al Lehendakari se le entiende todo: No disimula cuando dice que en Euskadi hay que distinguir muy bien a los responsables del asesinato y a los asesinados. No se esconde cuando señala a ETA como causante, a sus palmeros como cómplices y a las víctimas como el testimonio de la decencia.

Ahora que pretenden día sí y día también que se reconozca “el sufrimiento de los verdugos”, el Lehendakari remarca el verdadero sentido de que en Euskadi los terroristas han perdido la batalla, que quien ha ganado ha sido la resistencia democrática frente a la tiranía y que el precio pagado en forma de vidas, de miedo y de vergüenza es una losa con la que habrá que cargar pero unos muchísimo más que otros. Porque como decía Clemenceau de los historiadores de la Primera Guerra Mundial “seguro que no dicen que Bélgica invadió Alemania”.

La democracia ha vencido y la tiranía ha sido derrotada. La “débil” democracia que jamás podría con ETA ha terminado con esos terroristas. Y lo ha hecho con la ley en la mano. Con la misma ley, por cierto, con la que también persiguió a quienes desde sus propias estructuras cometieron abusos. Porque tener defensas contra sus propias infecciones es lo que hace a la democracia fuerte contra quienes buscan, desde fuera de ella, acabar con la libertad de todos.

Ahora solo queda esperar a que ETA se dé cuenta de que el tiempo se les ha terminado y de que la sociedad vasca ya no está dispuesta a escuchar de ellos nada que no sea el final. Ahora y sin condiciones.

sábado, 17 de septiembre de 2011

Es lo que tiene la Justicia...!



Que estemos a punto de conseguir el fin del terrorismo en Euskadi es una gran cosa. Este verano hemos visto cómo era perfectamente posible la convivencia en las fiestas de nuestras ciudades y pueblos y, si todo va bien, eso será el principio de un tiempo mucho mejor para Euskadi.

Chus Lampreave
Todo esto está muy bien pero, como ya he escrito, el final del terrorismo también va a traer un buen montón de consecuencias nada cómodas pero, sin embargo, inevitables. Tantas décadas de muerte, de miedo, de amenazas, de sufrimiento y de rabia no van a pasar sin más. Quedan muchas heridas por cerrar, muchas vergüenzas por experimentar. Y quedan también delitos por juzgar.

Va a haber muchas cosas que nos incomoden durante este tiempo. Cosas desagradables que quedaron pendientes y que tendremos que abordar ahora sin remedio. La paz no va a ser la fiesta multicolor del olvido que algunos sueñan sino más bien una catarsis irritante y en ocasiones vergonzante que a unos más y a otros menos pero que a todos nos va a disgustar.

Algunos de esos tragos amargos tendrán que ver con los juicios en marcha o pendientes, que nos volverán a traer a la memoria los peores momentos de la historia de los vascos. Que nos recordarán cosas que preferiríamos dejar atrás. No vamos a poder eludirlo, tendremos que transitar por esas sendas espinosas. Y hoy hemos entrado de lleno en una de ellas con la sentencia del caso Bateragune.

El tiempo de la política no es el de la justicia. En la Audiencia Nacional no se juzgaba la actualidad política vasca, ni la posición actual de los acusados, ni sus declaraciones recientes, sino cosas que ya pasaron. No se juzgaba el “nuevo tiempo” sino los hechos del tiempo que correspondía juzgar y sentenciar.

No tengo ni idea de si jurídica o procesalmente la sentencia es adecuada, por lo que no opinaré sobre ello. Pero solo oigo decir que el tribunal debía haber tenido en cuenta “las nuevas circunstancias”, “el momento presente” o “el protagonismo actual de los acusados”. O sea que muchos de quienes reclamaron durante los años de plomo –con razón- que la justicia debía ser ciega a toda consideración política y atenerse estrictamente a las pruebas y evidencias concretas de cada caso, exigen hoy –airados- que esta vez debía haberse quitado la venda y haber dictado, esta vez sí, una sentencia “política” a conveniencia del momento, despreciando las evidencias y datos del caso para no estropear así el camino de integración que los entonces subordinados de ETA parece que han empezado a recorrer ahora hacia la democracia.

¿Se acuerdan de Chus Lampreave en Mujeres al borde de un ataque de nervios? Cuando le dice a Antonio Resines aquello de “qué más quisiera yo que poder mentir, pero es lo que tenemos las testigas de Jehová: que no podemos”. A la Justicia le pasa algo parecido, que no puede actuar sin pruebas pero tampoco olvidar o mirar para otro lado cuando las tiene en los casos que conoce. Aunque haya pasado tiempo, aunque las circunstancias sean otras, aunque eso ponga algunas cosas difíciles más cuesta arriba aún. Es lo que tiene la justicia en democracia.

Habrá más casos y más espinas, pero habrá que pasarlos; son parte de la mala resaca del terrorismo. No hemos hecho más que empezar.

viernes, 16 de septiembre de 2011

Innovando las tradiciones más sólidas


La innovación no es una cosa de los grandes grupos empresariales ni está solo en los círculos de alta capacitación profesional. La innovación consiste en ver la realidad cotidiana, imaginar otros caminos y atreverse a crear algo nuevo. Esta pieza que fotografié en verano es una buena muestra de innovación. Y además me sirvió también para reírme un rato, por supuesto sin perder ni por un instante la admiración por quien la haya inventado.




jueves, 15 de septiembre de 2011

Del optimismo a la Indeterminación.


Con motivo de la apertura de Emprende 2011, que se desarrolla estos días en el BEC de Barakaldo, pude seguir la conferencia de apertura a cargo de Emilio Duró, un orador que se ha hecho famoso por sus animadas conferencias empresariales que le han convertido en un “gurú” del optimismo. Su intervención –divertida y útil- no solo no defraudó sino que concitó un estruendoso y cálido aplauso, muy distinto a los que se suelen escuchar en ese tipo de foros profesionales. Desde luego en una cosa tenía razón. En que el optimismo se contagia. Así lo vimos a lo largo de la conferencia.

Conocía a Duró porque es uno de los personajes de España más vistos en internet y me llamó la atención que una y otra vez suplicase –insistentemente- en que no se le grabara. El motivo que adujo era precisamente que las grabaciones que corren por la red le han hecho daño y le han convertido en un personaje que parece que no quería ser.

Pudo ser un táctica del propio Duró pero pudo ser perfectamente cierto porque los medios -internet también- modifican cuanto tocan. Deliberadamente o no lo transforman en algo distinto a lo que era antes de su intervención. Y casi siempre para mal. No se puede evitar, les pasa a los futbolistas, que pasan de buenos deportistas a titubeantes estrellas, a los concursantes de los reality shows, que adquieren una engañosa y frágil notoriedad y nos pasa a los que nos dedicamos a la política. Para existir hay que estar en los medios y éstos exigen su dosis diaria de espectáculo, de ruido y de confrontación. La verdad y la razón son conceptos prescindibles que en todo caso, de existir, quedan en un segundo plano. Lo peor es que, en ese entorno cada día abundan más los profesionales de suministrar un titular en lugar de una opinión o una idea cabal. Son de hecho los que más éxito tienen, si por éxito se entiende la mayor presencia en la agenda informativa.

Creo que a los medios se les puede aplicar perfectamente una variante del principio de indeterminación que Heisenberg formuló en 1927. Sería algo así como “Quien explora una realidad la modifica al explorarla por lo que sus conclusiones nunca pueden responder a la realidad original”.

Extraña reflexión esta de hoy.


jueves, 18 de agosto de 2011

La semana fantástica de la Iglesia

Xabier Novell
Con motivo de la visita del Papa a Madrid el obispo de Solsona, Xabier Novell, fue entrevistado largamente en la cadena SER y tuve ocasión de escucharle una oferta que tal vez haya pasado desapercibida para las pecadoras: Aclaró el prelado que el pecado de aborto es tan gravísimo que no puede ser perdonado en simple confesión ya que conlleva la automática excomunión de la pecadora a la que solo el obispo correspondiente, una vez convencido de que hay arrepentimiento sincero, puede levantar la exclusión de la comunidad católica para que, una vez reintegrada a ella, la mujer pueda ya ir a confesarse.

Sin embargo, con motivo de la JMJ que tiene lugar en Madrid con presencia del Papa, hay una oferta especial -el obispo Novell dixit- por la que (temporalmente por supuesto) el propio cura confesor está legitimado para limpiar el alma de la abortista sin los engorrosos trámites de la excomunión y posterior reingreso en la iglesia previos a la tranquilizadora confesión. Una oferta que el obispo explicó con detalle y que me recuerda mucho a las que ofrecen, también por temporadas, los grandes almacenes.

Pese a su indudable tirón una cosa mala que tienen las verdades reveladas y por eso mismo indiscutibles y “permanentes” es que aguantan mal los cambios, claro. Y cuando estos se producen o ya es demasiado tarde o suenan un pelín ridículo.

Mi compañera Merche me habló de una mujer de su familia que, superada por los cambios que había contemplado a lo largo de su vida, se lamentaba a menudo de “la cantidad de gente que hay en el infierno por cosas que ya no son pecado”. Nunca he oído una frase que defina mejor esa dificultad que se presenta cuando es preciso modificar lo que se decía eterno.

jueves, 11 de agosto de 2011

Víctimas de colores

Fernando Mugica Herzog
Como era de esperar, la izquierda abertzale tiene dificultades serias para conseguir que la sociedad vasca olvide de la noche a la mañana los centenares de asesinatos y las décadas de amenazas de ETA por no plegarse a la concepción delirante de la aldea vasca que, según ellos, debíamos ser.

El excelente resultado electoral se les ha convertido en una trampa, particularmente en Gipuzkoa (territorio que antes se llamaba también Guipúzcoa pero ya no). No sé si pensaron que se encontrarían tan de pronto al frente de las instituciones o más bien esperaban alcanzar una posición fuerte desde la que armar ruido y hacer difícil la vida a los demás pero sin los compromisos del poder, sin el vértigo de tener que firmar. Ahora que las decisiones las deben tomar ellos y no otros se les ve incómodos.

Incómodos, además, porque su éxito depende en mucho de no molestar -por ejemplo- a quienes han destrozado el monolito en memoria del socialista Fernando Múgica ya que sin duda los tarados que lo han hecho son auténticamente su gente. Así que Juan Karlos Izagirre, el alcalde de Donostia, (que sigue llamándose también San Sebastián) ha dicho que reparará el monolito «con absoluta normalidad y naturalidad» (sic) como si destrozar lo que recuerda a una persona asesinada fuese una actividad cotidiana y natural, tal como regar las calles, rastrillar la playa de La Concha o recaudar la OTA de aparcamiento: Costumbres urbanas cotidianas y normales en Donostia: (¿Cuánto le pongo de OTA al coche, 15 minutos o más? Es que no quiero que nos multen mientras destruimos el monumento...).

Con esa «absoluta normalidad y naturalidad» es como pretenden que la sociedad vasca se tome los asesinatos, las amenazas y las venganzas. Y para eso necesitan conseguir algo que nunca tendrán: que se considere tan víctima al asesino como al asesinado, que aceptemos que aquí ha habido una guerra entre partes iguales, cuando lo que ha habido es una victoria de la resistencia democrática y pacífica contra la tiranía del terrorismo nacionalista que ellos aplaudieron y de la que ahora quieren escapar como si nada hubiese pasado. Por eso trataron siempre de esconder la realidad detrás del tramposo konflikto y sueñan ahora con un acto en el que los familiares de los asesinados y amenazados por ETA “reconozcan” el sufrimiento de sus verdugos para que todo se olvide en una especie de colorida y animada verbena o kalejira de la paz. A eso se refiere el alcalde Juan Karlos Izagirre cuando dice que le gustaría un homenaje que honre a las víctimas «de todos los colores». Así en medio de la fiesta el asesino podría decirle a la madre del asesinado aquello de: “no fue nada personal, solo negocios” y quedarse tan ancho. Aunque para los que han destrozado el monumento a Fernando Múgica sí parece que se trate de algo personal.

viernes, 5 de agosto de 2011

Las Organizaciones No Gubernamentales reclaman algún Gobierno

Foto AFP


En Somalia están muriendo miles de personas de hambre en los últimos meses. La ONU ha hecho sonar las alarmas, declarando la hambruna “oficial” y ha iniciado un programa mundial de alimentos para paliarla. De momento se habla 400.000 refugiados, creciendo a razón de 1.500 diarios y de niños, ya irrecuperables, que mueren al llegar a los campos pese a las atenciones.

Una crisis que dura 20 años no es una crisis: Es un problema. Lo que hay en Somalia no es sequía (que la hay) sino una guerra que dura ya dos décadas y que ha destruido cualquier atisbo de Estado. De ahí que cundan las bandas, los señores de la guerra, las guerrillas islamistas, la corrupción, la piratería, etc. En fin, lo normal en una guerra sin Estado. Nuestros armadores y pescadores ya padecieron una parte de las consecuencias de ese conflicto.

Si no fuese porque la sequía ha arrojado de golpe a la muerte a miles y miles de personas que hasta ahora subsistían a duras penas en la miseria, seguiríamos sin tener información de una guerra tan larga y difícil de explicar. Ayer mismo un reportero de la televisión Vasca ETB (minuto 22) solo podía informar de la rabia con que una mujer somalí, refugiada en Kenia con sus hijos, le expulsaba a él y a otros reporteros internacionales, hastiada de que su hambre sirva de espectáculo en nuestros noticiarios.

Las ONGs garantizan que la ayuda llega a los lugares donde pueden trabajar, que son aquellos en que hay un Gobierno que les protege (como el de Kenia) pero denuncian que no pueden acceder a los lugares en guerra porque allí o bien la ayuda internacional se desvía a las necesidades de la guerra misma o bien sus cooperantes son asesinados o secuestrados para pedir dinero a cambio. Lo normal también en una guerra sin Estado.

Reclaman algún gobierno para lograr interlocución, seguridad, derechos, abastecimiento, paz, infraestructuras, comercio, economía… pero reclamar un gobierno es también reclamar autoridad, impuestos, gobernantes, política, orden, policía y ejercito que lo impongan, jueces, control…todo eso que las organizaciones no gubernamentales no pueden ofrecer y que nos rodea a cada instante a nosotros, tanto que ni lo percibimos. El Estado, del que tanto nos quejamos nosotros, es lo que no tienen en Somalia, es lo que sustituye a la barbarie y es lo que, de hecho, reclaman las ONGs.

Mientras no exista una autoridad reglada y controlada (que no otra cosa es un Gobierno) los esfuerzos servirán para salvar tantas vidas hoy como las que se pierdan mañana. Pero seguramente nosotros seguiremos perdiendo el tiempo culpándonos moralmente a nosotros mismos como “opulentos occidentales”. Una actitud de engañosa autocrítica en el fondo muy grata porque creernos los culpables personales incluso de lo que pasa en Somalia nos refuerza como centro del universo. Así de engreídos y autosatisfechos somos.

miércoles, 27 de julio de 2011

Meterse en un piso

Es esta una expresión “muy de aquí” que define bien el sentimiento de entrampamiento, de encierro que en España conlleva la adquisición de una vivienda.

La gente no es idiota y todos sabemos que la alegría cierta de disponer de casa propia queda nublada por el vértigo angustioso de saber que los plazos de su hipoteca nos acompañarán hasta el fin de nuestros días con una tenacidad y una garantía que para sí quisieran nuestras propias uniones conyugales, esas mismas que nos animaron a firmar el crédito y sus copias.

Puede que nos hubiese gustado que las cosas fueran de otra manera pero hasta el estallido de nuestra burbuja inmobiliaria la realidad era que quien no tenía piso despotricaba de los precios ya abusivos pero quien, entrampado de por vida, lo conseguía esperaba que los precios siguiesen subiendo indefinidamente… y a buen ritmo. Nos consolaba esa engañosa certeza de que vivir e invertir eran términos inseparables, casi sinónimos cuando se hablaba de vivienda. Tal y como lo proclamaban, por cierto, desde los mostradores de nuestros bancos y cajas, aunque luego haya resultado que no era tal y esos mismos bancos, antes tan alegres, promuevan ahora tristes desahucios.

Tan fortísima asociación psicológica vivienda-inversión retrajo el mercado del alquiler en España dejándolo en una posición muy marginal. Los arrendatarios pensaban que alquilar era tirar el dinero, renunciando a su capitalización, mientras los arrendadores pensaban que era dejar que tu piso se destrozase. En consecuencia el alquiler se concebía como una situación excepcional y como tal la se la trataba. Y como en la marginalidad funcionan muy mal los controles de un mercado normalizado el resultado era que ni los precios, ni las condiciones, ni la calidad, ni los derechos de las partes encontraban acomodo. Lo que marginaba aún más el alquiler. Incluso en los esfuerzos de las propias administraciones públicas.

Este Gobierno Vasco que los nacionalistas vascos espetan “sin ideas” y los nacionalistas españoles “muerto” ha empezado por tomarse en serio el derecho a la vivienda poniendo herramientas políticas para revertir la actual situación y promover oportunidades a quienes buscan vivienda para vivir.

Separar el derecho a la vivienda del “derecho a invertir” es una apuesta valiente del Consejero Arriola que le reportará no pocas críticas pero que es imprescindible si queremos no solo que en Euskadi haya menos injusticias en materia de vivienda sino también más movilidad laboral, más competitividad, más oportunidades y hasta diría que más natalidad, aunque sobre esto último… habría que estudiar también otras variables (hasta aquí puedo leer).

Favorecer que el alquiler salga de la marginalidad, que recupere la normalidad que tiene en otros países, que se respeten los derechos de las partes y hacerlo sin ignorar la realidad, con imaginación, con ideas y sin pretender imponer es una demostración de que este Gobierno está muy vivo, que tiene iniciativas, que es capaz de ponerlas en marcha y que nunca se olvida de los derechos de las personas a las que a partir de ahora se les reconocerá el derecho a la vivienda como un derecho subjetivo, que obligue, en consecuencia, a las administraciones públicas a satisfacerlo. Sin confundirlo, por supuesto, con el legítimo derecho a la propiedad privada.

En el gráfico que adjunto se adivina una correlación entre la confianza que el país ofrece a sus ciudadanos y la popularidad del alquiler. Seguramente se trata de eso: de generar confianza en el país.

domingo, 17 de julio de 2011

En España no somos racistas


Leía ayer de un inquietante estudio del Observatorio Español del Racismo y la Xenofobia. Parece que un 40% de los españoles considera que un inmigrante que pierda su trabajo debe ser expulsado del país. Ojo que no dicen que deba ser expulsado antes, mientras trabaja, sino cuando su presencia deja de reportar beneficios inmediatos.

No sé cuántos derechos está dispuesto a reconocerle ese 40% de encuestados al inmigrante productivo (aunque me pongo en lo peor) pero lo que está claro es que en el momento en que queda desempleado pasan a no reconocerle ningún derecho. Tan ninguno que prefieren que sea expulsado del país.

A las personas racistas les molestan las de otras etnias porque sí, porque los consideran inferiores o peligrosos y, por lo tanto, no los quieren nunca en ninguna circunstancia a su lado. Pero esta encuesta demuestra que hay un número escalofriante de personas que no son racistas clásicos sino que piensan en las personas extranjeras como si fueran útiles pañuelos desechables.

Va a resultar cierto que -como se ha dicho tantas veces- en España no somos racistas, que lo que somos es unos hijos de puta a secas.

viernes, 15 de julio de 2011

¿Materiales vivos en la alhóndiga?

Conocía los líquidos magnéticos, que adaptan su forma a los campos a los que se les somete. La primera vez que los vi me pareció una curiosidad científica, una forma asombrosa de la materia. Pero hoy he visto a esos ferrofluidos cobrar vida y convertirse en arte a través de la imaginación y la destreza de la artista japonesa Sachiko Kodama. Impresionante.





También conocía los “strandbeest”, esos monstruos amables, algo inquietantes y no menos asombrosos del holandés Theo Jansen, un estudioso del movimiento que también se supera en audacia e imaginación.



Visita muy recomendable a la muestra “Artfutura XXI, Repasando el futuro” en la Alhóndiga Bilbao que hace precisamente un repaso a los 21 años de este festival, en el que las nuevas tecnologías son la herramienta de la creatividad y del arte.

martes, 12 de julio de 2011

El último zulo

No sé si tendré mañana cuerpo para leerme enterito el comunicado que ha anunciado ETA y que presumo farragoso y aburrido, hinchado de todos los topicazos y conceptos tóxicos con los que llevan tanto tiempo atizándonos. Ya anuncian hoy, en un breve, los principales conceptos con los que han perpetrado el texto de mañana y, la verdad, leyéndolos se le quitan a uno las ganas de molestarse.

Atentado de ETA contra la casa cuartel de Vic. 29 de mayo de 1991. Foto EFE
Han descubierto, al parecer, que ha empezado un tiempo nuevo. Hasta ahí bien. Pero lo que no dicen es que es el tiempo de su derrota definitiva y muy probablemente el inicio del tiempo de la derrota de sus ideales totalitarios, porque sin la presión de las pistolas va a ser muy difícil que, incluso los que aún les justificaron hasta ayer, mantengan la tensión política a favor de una opción que a partir de ahora tendrá, además, que convertirse en algo más que una amenaza y un grito.

Muy al contrario de lo que dicen han perdido la batalla política para siempre aunque falten muchas cosas y algunos de los viejos tics sigan y seguirán presentes durante algún tiempo. Les queda camino por recorrer (profundizar dicen ellos) en la derrota: Les queda reconocer que la violencia que ejercieron nunca sirvió para nada salvo hacer crecer la injusticia. Les queda asumir que sus presos no son héroes y que muchos de ellos ya van abandonando más o menos discretamente la asamblea. A los que están en la calle les queda vivir cerca de las víctimas que levantaron la voz y de los muchos que no la levantaron por miedo.

Es verdad que pronto viviremos en un país en paz (y no en un “escenario” del que hablan, como si la sociedad estuviese sentada mirándoles) y va a ser así porque la democracia se ha impuesto a la tiranía con los propios métodos de la democracia, que son lentos y cautelosos pero invencibles. Armas como el respeto por la ley y por la voluntad general democráticamente expresada, la verdad, la justicia y también la memoria. Si, la memoria de nuestro holocausto local.

ETA está acabada. El único camino en el que le queda “profundizar”es en el que le ha colocado la policía. Aún puede disolverse por voluntad propia, declarando expresamente su final, o esperar a que sea detenido y encarcelado el último de sus miembros y descubierto el último zulo. Lo que pudo parecer imposible ahora parece inminente. No creo que tengan mucho tiempo para decidirse.

viernes, 8 de julio de 2011

¡Qué escándalo!

Los viejos aficionados al cine recordarán aquella escena de Casablanca en la que el prefecto de policía, capitán Renault, viéndose sobrepasado por la situación ante los ojos del exigente comandante de las SS, ordena cerrar el café de Rick al grito de: ¡qué escándalo, he descubierto que en este local se juega!, la escena continúa con el croupier entregándole sus ganancias al falsamente indignado oficial, que las recoge agradecido.


Escuchando al candidato del PNV a Diputado General de Araba/Álava me ha venido a la mente aquella escena. Escandalizarse a toro pasado es una forma impostada de dignidad, que hace pensar que, de no haber fracasado en su negociación con Ezker Batua, Aguirre hubiese cumplido calladamente aquellas peticiones que ahora denuncia airado.

Quien está acostumbrado a obtener ganancias privadas en ese tipo de negociaciones no debería hacer tanto aspaviento. Habría que recordarle al candidato del PNV que su partido se ha vanagloriado de conseguir muchas cosas en sus negociaciones para la aprobación de los Presupuestos del Estado bien ajenas a la alta política, entre otras el cambio a su gusto de los nombres de las provincias vascas, subvenciones para telefónicas presididas por sus militantes, e incluso la colocación de algunos de sus ex altos cargos en puestos remunerados de importantes agencias nacionales.

Todo esto es muy lamentable y resulta en efecto escandaloso pero no son los responsables del PNV quiénes para denunciar a nadie por mezclar en una negociación política cosas privadas. Pueden hacerlo pero no podrán evitar que algunos nos acordemos del personaje que Claude Rains encarnó tan brillantemente .

miércoles, 6 de julio de 2011

Perlas de ministro

Foto Europa Press

En contra de muchas percepciones, espontáneas o inducidas, sigo creyendo que en la política hay gente de valía extraordinaria.

Hoy el ministro de Educación, Ángel Gabilondo, ha estado en una charla en Bilbao y he tomado nota de algunas perlas realmente valiosas. Las transcribo según mis propias notas.

  • A los poderes egoístas no se les vence debilitando las instituciones. Necesitamos instituciones justas y fuertes al servicio de los ciudadanos.
  • Decir que algo es público quiere decir que alguien lo paga.
  • Decir que algo es público es lo contrario de decir que no es de nadie. Lo público es de todos y de cada uno de los ciudadanos. Por eso es tan importante la transparencia.
  • El enemigo de la sociedad siempre es el mismo: La miseria, la ignorancia y la mentira. Y hoy añadiría un nuevo enemigo: El pesimismo, el pesimismo es un lujo de ricos.
  • Invertir en educación es caro, pero no hacerlo es carísimo. Inviertan ustedes en ignorancia y lo comprobarán.
Los parlamentarios debemos acudir a muchos sitios. A menudo es cansado pero hay veces, como hoy, en que es un verdadero privilegio.

Demasiados periódicos vendidos


News of the World (NOTW) es un periódico muy vendido en el Reino Unido y del que es propietario Rupert Murdoch, uno de los hombres más ricos e influyentes del mundo. El diario es una más de las muchas cabeceras de su propiedad. El histórico The Times es también parte de su cuadra de medios.

Murdoch es un buen ejemplo de quienes entienden el periodismo como un producto más con el que hacer dinero. Cada uno de sus periódicos se especializa en una línea editorial al gusto de los consumidores (antiguamente lectores) a los que pretende y aquí paz y después gloria. En España también pasa. La calidad, el derecho a la información, la honestidad profesional y el propio respeto por las personas son, para este tipo de empresarios, pintorescas rarezas del sector en el que ellos están para ganar siempre. Rarezas que -claro está- decaen en cuanto se trata de facturar.

Scotland Yard investiga ahora si los periodistas del diario interceptaron o no teléfonos móviles de víctimas de los atentados del 7 de julio de 2005 en Londres para obtener titulares sensacionalistas tras haberse sabido que el periódico pinchó efectivamente el buzón de voz del móvil de Milly Dowler, una niña de 13 años que desapareció en marzo de 2002 y apareció asesinada seis meses después. El investigador encargado no sólo interceptó los mensajes que entraban en el móvil de la niña, sino que cuando el buzón se llenó borró los más antiguos para que pudieran seguir grabándose nuevos mensajes y poder así seguir suministrando información al periódico que le pagaba. Mientras tanto los padres de la niña secuestrada y asesinada mantenían la esperanza en base a los movimientos de su teléfono, ignorando que quien borraba los mensajes no era su hija Milly sino alguien al servicio de la cuenta de resultados de un periódico.

Existe la sospecha de un sistema perfectamente organizado de pinchazos en líneas privadas y por eso Scotland Yard examina ahora con lupa cada caso mediático de asesinato o secuestro en el país desde 2001. Sospechan que los familiares de desaparecidos o asesinados también podrían haber sido espiados, incluidos los de la niña Madeleine McCann, desaparecida en el Algarve Portugués.

Lo cierto es que, aunque el escándalo ha estallado ahora, no hay ninguna diferencia moral entre pincharle el teléfono a alguien de la Casa Real Británica, a un famoso, a una modelo, tal y como ese periódico había hecho ya antes a menudo, o hacérselo a una niña secuestrada o a la víctima de una bomba. Lo que importaba era la noticia, la sensación y el gran titular. No sé si son demasiados periódicos vendidos o periódicos demasiado vendidos.

lunes, 4 de julio de 2011

La facción determinista de nuestra patronal

La Confederación Española de Organizaciones Empresariales (CEOE) ha hecho público un informe que llama la atención por varias cosas, pero fundamentalmente por su escasa relación con las actividades empresariales.

Sin embargo, parece que la CEOE dispone de un denominado Instituto de Estudios Económicos que se ha descolgado con un informe titulado Educación y Formación Profesional en el que se defiende que, en materia educativa, los condicionantes sociales y genéticos están por encima del origen socioeconómico y cultural de la familia. Los científicos y los expertos en educación siempre han sostenido que el éxito escolar es mayor entre los chicos y chicas que proceden de familias con más nivel cultural y con menos dificultades económicas. Pero hete aquí que los empresarios vienen a pagar un estudio que dice que de eso nada. Que la cosa no viene “de familia” sino “de nacimiento” y lo demuestran –dicen- estudiando las diferencias entre hijos naturales y adoptados, entre otras cosas

Y ya puestos a opinar con la autoridad de quien tiene dinero para pagar sus propios informes, dicen también que la feminización de la educación ha supuesto una mala práctica, al eliminar las jornadas partidas ya que las mujeres, en su deseo de conciliar, “tienden a convertir en trabajos a tiempo parcial tareas que no lo son” como la educación.

Queda claro, para empezar, que la conciliación es para la CEOE un problema de las mujeres. Pero también denuncian que “medio millón de mujeres y cerca de un cuarto de millón de varones han logrado unas magníficas condiciones para la conciliación a costa de ponerlo más difícil para el resto de la población”. Queda así muy clarito, también, que la CEOE no tiene ninguna intención de que sus empresas contribuyan a facilitar la conciliación sino, muy al contrario, de denunciar las dificultades adicionales que quienes concilian les crean a los trabajadores y trabajadoras que no deben esperar facilidad alguna por parte de las empresas de la CEOE.

Por último sostienen que el gasto en educación no es lo más importante para la obtención de resultados académicos (aunque debo decir que no he podido saber si llaman buenos resultados a que los listos “de nacimiento” saquen buenas notas o a que el conjunto de la población tenga un mejor nivel educativo)

Quedo a la espera de que los sindicatos de maestros y maestras de primaria hagan un informe científico sobre la idoneidad de los empresarios para su labor, sobre la conveniencia de las inversiones productivas y no especuladoras, ah! y que contemple también lo que las personas que educan a nuestros niños y niñas piensan sobre las remuneraciones y bonos de los altos directivos de las empresas.

La búsqueda de la competitividad en base al deterioro de las condiciones laborales me parece a mí un camino sin salida, en el que los países emergentes nos ganarán siempre. Por el contrario una sociedad más culta, mejor educada, más imaginativa y creadora nos garantiza mucho mejor la prosperidad. Son precisamente esas cosas para las que sirve la educación y sus correspondientes inversiones. Eso sí, yo no tengo ningún estudio que lo ratifique, me tengo que conformar con el sentido común.