martes, 12 de julio de 2011

El último zulo

No sé si tendré mañana cuerpo para leerme enterito el comunicado que ha anunciado ETA y que presumo farragoso y aburrido, hinchado de todos los topicazos y conceptos tóxicos con los que llevan tanto tiempo atizándonos. Ya anuncian hoy, en un breve, los principales conceptos con los que han perpetrado el texto de mañana y, la verdad, leyéndolos se le quitan a uno las ganas de molestarse.

Atentado de ETA contra la casa cuartel de Vic. 29 de mayo de 1991. Foto EFE
Han descubierto, al parecer, que ha empezado un tiempo nuevo. Hasta ahí bien. Pero lo que no dicen es que es el tiempo de su derrota definitiva y muy probablemente el inicio del tiempo de la derrota de sus ideales totalitarios, porque sin la presión de las pistolas va a ser muy difícil que, incluso los que aún les justificaron hasta ayer, mantengan la tensión política a favor de una opción que a partir de ahora tendrá, además, que convertirse en algo más que una amenaza y un grito.

Muy al contrario de lo que dicen han perdido la batalla política para siempre aunque falten muchas cosas y algunos de los viejos tics sigan y seguirán presentes durante algún tiempo. Les queda camino por recorrer (profundizar dicen ellos) en la derrota: Les queda reconocer que la violencia que ejercieron nunca sirvió para nada salvo hacer crecer la injusticia. Les queda asumir que sus presos no son héroes y que muchos de ellos ya van abandonando más o menos discretamente la asamblea. A los que están en la calle les queda vivir cerca de las víctimas que levantaron la voz y de los muchos que no la levantaron por miedo.

Es verdad que pronto viviremos en un país en paz (y no en un “escenario” del que hablan, como si la sociedad estuviese sentada mirándoles) y va a ser así porque la democracia se ha impuesto a la tiranía con los propios métodos de la democracia, que son lentos y cautelosos pero invencibles. Armas como el respeto por la ley y por la voluntad general democráticamente expresada, la verdad, la justicia y también la memoria. Si, la memoria de nuestro holocausto local.

ETA está acabada. El único camino en el que le queda “profundizar”es en el que le ha colocado la policía. Aún puede disolverse por voluntad propia, declarando expresamente su final, o esperar a que sea detenido y encarcelado el último de sus miembros y descubierto el último zulo. Lo que pudo parecer imposible ahora parece inminente. No creo que tengan mucho tiempo para decidirse.

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