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Desde que el PCE, tu partido, admitió no ser hegemónico en la izquierda ha hecho muchos intentos por buscar “compañeros de viaje” entre grupos, colectivos y movimientos sociales, hasta ahora con poco éxito. Convendría que tu iniciativa no recordase a las anteriores, algunas de las cuales tuvieron como consecuencia obvia el refuerzo de la derecha.
Supongo que eres consciente de la responsabilidad que asumes para movilizar a muchos izquierdistas a los que si no convences de que te voten, se quedarán en su casa porque antes muertos que votar a la vil socialdemocracia. La misma a la que echarán la culpa -nunca a sí mismos- si finalmente tenemos un gobierno no de derechas sino muy de derechas.
Tienes toda la razón cuando dices que lo que ha pasado en Andalucía es lo que aleja a la gente de la política, solo que esta vez es inocultable que ha sido tu gente la que ha dado un auténtico espectáculo...mejor no hacer sangre con calificativos. Has de reconocer que ha sido un obstáculo que te será difícil superar diciendo que no tenía nada que ver con tu iniciativa, porque sí lo tenía.
Algún día tendrás que bajar de la celestial política buena y feliz para decir lo que de verdad propones. Lamentablemente la gestión pública consiste en tomar decisiones complicadas en las que algunos siempre saldrán perdiendo más que otros. Cuentas con el aval de haberlo hecho bien dentro del Gobierno de Pedro Sánchez pero no podrás hacer campaña si no bajas algún día de las nubecillas ideológicas en que te mantienes ahora al suelo de la realidad y empiezas a decir algo.
El éxito de todo en la vida depende no tanto del resultado como de las expectativas. Tantos anuncios y aplazamientos de tu “proceso de escucha” y de tu frente amplio hacen recordar la antiquísima fábula de Esopo “El parto de los montes”, que Samaniego versionó en el siglo XVIII y que no juega en tu favor.