martes, 26 de marzo de 2019

Constitución y Patria

La nación cívica, la constitucional de verdad, se basa en los derechos ciudadanos, es la heredera de la tradición liberal y no es la patria nacionalista que exige sacrificios y heroísmo, sino otra muy diferente, que solo pide respeto por la Ley y civismo.

Un poco más de sosiego constitucional y un poco menos de vocerío patriótico nos vendrían bien para encarar los acuerdos que tendrán que venir -seguro- después del 28 de abril.





En mi artículo de esta semana en Voz Pópuli señalo el deliberado error de querer confundir patriota con constitucionalista, que son cosas que se aparecen pero que no son lo mismo. Puedes leerlo aquí.

martes, 19 de marzo de 2019

Los políticos que queremos

Si realmente queremos profesionales ‘en’ la política y no profesionales ‘de’ la política, mejor sería que las puertas giratorias empiecen a girar de verdad


En mi artículo de esta semana en Voz Pópuli vuelvo sobre las consecuencias negativas que  tiene nuestra aversión por las llamadas puertas giratorias que, pretendiendo pureza, lo que logra es impedir que la vida política se airee. Puedes leerlo aquí.

martes, 12 de marzo de 2019

Euskadi, el consenso imposible

Pues claro que no. No va haber ningún consenso entre los vascos sobre lo que significó ETA y sobre cómo explicarlo a las generaciones futuras. Ni puede haberla, ni habrá una explicación “oficial” común y aceptada de lo que fueron cuatro décadas de terrorismo para Euskadi.

Lo que la gente no quiere es que le recuerden lo incómodo, lo cobarde que fue la sociedad vasca, lo bien que se adaptaba en silencio a los asesinatos de sus vecinos.

En mi artículo de esta semana opino que serán los artistas y no los políticos quienes decidan finalmente cómo se contará la parte de la historia más negra del País Vasco. Puedes leerlo aquí.

martes, 5 de marzo de 2019

Si no hay mayoría, ¿cuál es el plan?

Las elecciones de abril no nos van a traer otro país, con otra gente, sino uno muy parecido al de este mes de marzo. ¿Y entonces qué?; ¿cuál es el plan?

No sé por qué se instala tan fácilmente esa certeza, absurda pero firme, de que las elecciones nos traerán las soluciones definitivas a los embrollos políticos.

Los mensajes, las consignas y las declaraciones van todas a muerte contra los adversarios, convertidos en enemigos irreconciliables a batir hasta su exterminio en los campos del honor electoral. Nada de eso tan épico va a pasar.

Foto Uly Martín en El Pais

Mi artículo de esa semana lo dedico a preguntarme lo que nunca se puede preguntar en una campaña electoral: ¿qué pasa si no salen las cosas como nos gustaría?. Puedes leerlo aquí.