Si realmente queremos profesionales ‘en’ la política y no profesionales ‘de’ la política, mejor sería que las puertas giratorias empiecen a girar de verdad
En mi artículo de esta semana en Voz Pópuli vuelvo sobre las consecuencias negativas que tiene nuestra aversión por las llamadas puertas giratorias que, pretendiendo pureza, lo que logra es impedir que la vida política se airee. Puedes leerlo aquí.
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