domingo, 10 de octubre de 2010

Viejas tácticas de la maledicencia


Las formas de relación humana han cambiado poco a lo largo de la historia del hombre. Bajo la tecnología y la modernidad subyacen plenamente vivas las mismas actitudes y hasta las mismas tácticas que seguramente utilizaban los seres humanos de Atapuerca antes de que sus huesos se convirtiesen en fósiles.

La maledicencia siempre se disfrazó de generoso servicio a la tribu, a la religión verdadera, a la patria o a la justicia, según las épocas. Hoy se arropa con apelaciones a la libertad de información y otros conceptos también de gran nobleza, pero sus tácticas básicas no han cambiado en nada, aunque entonces se emplease el susurro y hoy se usen las nuevas tecnologías.

Alguien dice que un político socialista intercedió para evitar que otro de ideología nacionalista fuese relevado de su
puesto público con el cambio de Gobierno. El interpelado (Txarli Prieto) niega tal cosa y de hecho la persona  a la que supuestamente habría defendido (Aitor Tellería) fue  efectivamente relevada y sustituida. Así están las cosas, no hay nada más: un periódico dice que intercedió y Prieto dice que no fue así. El hecho cierto y demostrable es que el político nacionalista fue cesado. Fin de la historia.


Pero el político nacionalista parece ser que acumulaba informes privados de otros políticos, empresarios y personajes públicos de la vida alavesa que le suministraban unos ertzainas. Sería tan estupendo que estuviésemos ante un caso de chantaje que algunos no se han resistido a alimentar la sospecha, aunque la única realidad cierta sea -como digo- que el supuesto chantajista perdió su empleo público. Y como no hay ninguna certeza se tira de la maledicencia con la táctica milenaria de siempre: acumulando obviedades para ver si se consigue que lo que son verdades neutras contaminen de su evidencia lo que es mentira acusadora. La maledicencia siempre ha funcionado así.

En el caso de Txarli Prieto las obvias verdades con las que se quiere apuntalar la sospecha vacía son estas:

·         Txarli Prieto es un político “controvertido”. Se dice así, sin más. Todos los políticos expresamos opiniones que otros no comparten, nos pagan por eso así que ninguno dejamos de ser controvertidos.

·         Txarli Prieto tiene enemigos. Como todos, y más cuanto mayor sea la responsabilidad que tienen.

·         Es inhabitual que un político defienda a otro que no es de los suyos. Aunque él lo ha desmentido lo que en otro sentido merecería una valoración positiva de la humanidad de la política aquí se utiliza como dardo.

·         Se dice que el Gobierno no ha sido claro, cuando lo cierto es que ha sido clarísimo: ha cesado al Sr. Tellería. No se puede ser más claro.

·         Txarli Prieto era sindicalista de CCOO y ahora su familia tiene una empresa de rehabilitación de fachadas e interiores. Esta empresa no realiza trabajos para ninguna administración pública pero tal extremo, fácilmente comprobable, se deja en el aire como poniendo en duda tal afirmación, no vaya a ser que la realidad nos estropee la jugosa sospecha.

·         La empresa factura un millón de euros al año. Siendo una empresa de rehabilitación de fachadas parece bien poco pero dicho así, comparándolo con el sueldo mensual de usted o mío suena a mucho ¿verdad?

·         Txarli Prieto ha comido más de una vez en restaurantes caros como El Bulli. Y tiene un blog en el que demuestra su pasión por la gastronomía ¿y…?

·         Txarli Prieto ha ocupado cargos como político en Consejos de Administración de empresas públicas de asuntos sobre los que sabe. Todos los Consejos de Administración de empresa públicas están formados por personas que conjugan su condición de políticos con su experiencia profesional. Yo, que soy periodista, estoy en el de EiTB ¿Sería mejor para la sociedad que estuviese en temas de educación o de pesca, de los que no tengo ni puta idea? 

·         Txarli Prieto tiene familiares que también son socialistas como él y algunos ocupan puestos de elección en el Partido o de designación en la administración. Nada extraño que haya familias de ideología cercana pero en este caso se agrupan todos bajo la denominación maliciosa de “bien colocados”.

Un único hecho demostrable:
  • Tellería fue sustituido con la llegada del nuevo Gobierno.
Una suposición aún por demostrar:
  •  Tellería tendría informaciones privadas de otras personas destacadas de la vida pública alavesa.
Una acusación desmentida.
  • Txarli Prieto habría intercedido para que Tellería no perdiese su puesto.
Unas cuantas verdades ajenas al asunto utilizadas para apuntalar la sospecha:
  •  No ser amigo de todo el mundo
  • Tener adversarios
  • Haber sido sindicalista
  • Ser socio de una empresa
  • Sus aficiones gastronómicas y culinarias
  • Haber ocupado puestos de responsabilidad política en empresas públicas
  • Tener familiares que piensan como él y se dedican a la política
Para quienes quieran añadir más verdades suministro algunas que podrían contribuir a añadir más elementos de sospecha sobre mi compañero, con pistas para su "correcta" utilización
  •  Txarli Prieto utiliza unas llamativas corbatas, ¡ah! y con visibles alfileres a veces. (Señal de su torpeza al pasar de sindicalista a empresario)
  •  Pone unos mojitos sospechosamente buenos.(Seguramente un comunista caribeño agazapado)
  •  Lleva un maletín de buen cuero en lugar de uno de plástico o de imitación. (Ya se sabe que los buenos maletines no suelen contener cuadernos de caligrafía de "Rubio")
  • Algunas veces se pone una gorra también de cuero. (¿Hay que añadir más?)
  • Utiliza gomina.(Simbolo inequívoco de su entrega incondicional al capitalismo más salvaje)
  • Es persona de lenguaje confianzudo y le gusta bromear. (Una táctica para esconder tras la simpatía sus negros propósitos)
  • Cuando hace declaraciones suelen ser rotundas y comprensibles.(Señal de imprudencia y de desapego hacia la forma de expresarse de los políticos vascos siempre aproximada, cautelosa y bienquedista)
  • No siempre lleva calcetines negros y lisos.(Intolerable falta de respeto a la seriedad obligada de nuestros máximos representantes)
  • Es alavés.(Ya lo dice la sabiduría popular "Falso y cortés")
En fin, para qué seguir. Me limitaré a recomendar nuevamente una visita al Museo de la Evolución Humana de Burgos.

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