viernes, 10 de junio de 2011

No sabía yo que Berlín fuese parte del Tercer Mundo

Foto 5 Días

Cuando se habla de incrementar la competitividad casi siempre se entiende como que los trabajadores “deberían renunciar” a una parte de sus salarios, directos o indirectos, para que las empresas puedan así ofertar al mercado productos más baratos y más capaces de tener éxito en mercados muy exigentes que no distinguen el origen de los bienes que consumen ni les importa el sueldo de los trabajadores que los fabricaron.

Por su sencillez, se trata de una explicación muy competitiva ella misma en el mercado de las opiniones, al que también le gustan las más fáciles de entender, las que más baratas le resultan en esfuerzo.

Estos días hemos sabido que la factoría Mercedes de Vitoria se enfrenta a un dilema difícil y que debe rebajar los salarios y los precios de sus proveedores para poder competir dentro de la misma empresa por la fabricación de los próximos modelos de furgonetas de la marca. De no conseguirlo peligra el futuro de una compañía que genera el 3% del Producto Interior Bruto de Euskadi.

Todo esto parece que encajaría muy bien con la explicación tradicional antes citada, si no fuera porque la otra factoría con la que compite la de Vitoria está en Berlín. ¡Vaya por Dios! En el corazón del país más rico de Europa, el mismo que solemos poner como ejemplo por sus envidiables condiciones laborales.

No parece que esta vez el costo de los salarios sea el meollo. Y no será el único caso, probablemente.

Soy consciente de la proverbial solidez y firmeza que siempre tienen los prejuicios y los estereotipos pero no me resisto a señalar este caso porque nos abre una oportunidad estupenda para hacer un ejercicio de reflexión sobre cuáles son los elementos que verdaderamente hacen que una empresa sea más competitiva y cuál debe ser el equilibrio entre ellos.

Ahí van algunos de esos elementos:
  • · Los salarios (por supuesto)… pero también
  • · La calidad
  • · El diálogo entre empresas y trabajadores
  • · El diseño
  • · La responsabilidad social
  • · La innovación
  • · El compromiso de los trabajadores y de los inversores
  • · La imagen de marca
  • · En entorno industrial
  • · La captación y remuneración del talento
  • · La fortaleza de los controles públicos
  • · El respeto por el entorno
  • · La existencia de un sistema financiero eficaz
  • · La justicia social y la existencia de servicios que aseguren la estabilidad social
  • · Las infraestructuras públicas
  • · El respeto al medio ambiente
  • · Y ya puestos, lo diré también….La calidad de la democracia
Entiendo que usted y yo opinaremos diferente sobre la importancia y peso de cada uno de esos conceptos en la competitividad pero, sin duda todos ellos importan. El caso de Mercedes de Vitoria puede ser una buena ocasión de reflexionar sobre ello.

No hay comentarios: