miércoles, 19 de enero de 2022

Lo de Garzón nada tiene que ver con la carne

 Tiempo de lectura 1:33 min

Uno de los ensayos más interesantes de los últimos años: Crítica de la víctima, de Daniele Giglioni, nos puede ayudar a entender el extraño embrollo que se ha creado, fomentado y alimentado en torno a Garzón y los ganaderos, que es algo que no tiene nada que ver con la carne.

Giglioni constata que La víctima es el héroe de nuestro tiempo, que ser víctima no solo crea identidad sino que genera derecho e inmuniza contra cualquier crítica, garantizando la inocencia en todo, más allá de toda duda razonable. Un chollo. La víctima tiene la razón siempre, de saque, y quien a ella se opone o parece que se opone no tiene escapatoria y solo puede ser culpable. Naturalmente convertir en víctima al sector ganadero lo eleva al Olimpo, lo que a nadie amarga, y arroja a las tinieblas a Garzón y todo aquel que no se apunte a lapidarlo. De ahí las primeras respuestas atropelladas de quienes, viendo venir la tormenta, lo criticaron con fiereza suficiente para que les librase de la menor sospecha de tibieza con el hereje. Y de ahí también las titubeantes respuestas del Gobierno, plenamente consciente de que pisaba no un debate sino un charco de lodo mediático.

Se equivoca Garzón al pretender que se entienda lo que quiso decir de verdad, eso no le importa a nadie, ni menos aún que se opine sobre las macrogranjas. Aquí la polémica va de convertir a un sector en mártir y al Gobierno en el villano de una historia de víctimas buenísimas y culpables malísimos. No hay duda de dónde quiere estar todo el mundo. Nada que ver con la carne.
 

No hay comentarios: