lunes, 3 de agosto de 2009

Ellos tenían razón y yo no


El pasado jueves asistí a la comisión permanente del Parlamento, en la que escuchamos las comparecencias de los consejeros de sanidad actual y anterior. Entre la intervención del Sr. Bengoa y la del Sr. Inclán, la presidenta, nos propuso una declaración institucional de condena del atentado contra la casa cuartel de Burgos. En ese momento se montó un pequeño rifirrafe con el representante de Aralar, Sr. Maeztu, que criticó el procedimiento seguido para la condena. La cosa quedó en poco y al cabo salimos todos a la entrada del Parlamento para manifestarnos contra la –entonces- última salvajada de ETA.

En medio de la discusión entre la presidenta y el parlamentario se dijo que…“para la próxima vez”…se vería de hacer un procedimiento diferente. Me chocó que se hablase con tanta naturalidad de “la próxima vez”. Al fin y al cabo un atentado es una intromisión intolerable en la vida democrática y no me gustó que se diese por hecho que debiéramos tener un procedimiento reglado para su condena.

Siempre me he resistido a darle al terrorismo ninguna carta de naturalidad, ni siquiera en los más mínimos detalles porque creo que hacerlo ha sido uno de los síntomas del deterioro moral de la sociedad vasca.

Cuando ya quedaba poco para terminar la sesión empezamos a recibir noticias del atentado de Palma. “La próxima vez” se había producido durante la misma sesión. Mi pequeña rebeldía había quedado en nada.

2 comentarios:

Txema Oleaga dijo...

Tremenda reflexión, Carlos

Lex Luthieris dijo...

El indigente moral (presunto) señor Maeztu podría irse a "aralarla a Ampuero". Como tú bien sabes, el peor de todos los males que aquejan a nuestra querida CAV es la pseudoequidistancia de los nacionalistas.

"El que nace lechón muere cochino", amigo Carlos. Y a Aralar hace tiempo que se le ha puesto la colita en forma de sacacorchos…