domingo, 3 de marzo de 2013

Mierda para la Asociación Española de la Banca


Tienen hasta logotipo
En este momento en el que se exige a millones de ciudadanos que de avengan a pasar hambre, que renuncien a calentar su casa y al futuro de sus hijos (a quienes ya no están a tiempo de evitarlos) y a los políticos que asuman su innegable responsabilidad en el desastre, es asombroso e indignante que los portavoces de la Banca se hagan los locos y salgan con indecencias como las mentiras que alguien de la AEB ha tenido la desfachatez y la inmoralidad humana de pronunciar ante un periodista y aun de escribir sobre un papel.
La banca española ha actuado con reiteradísima y manifiesta irresponsabilidad profesional. Asombra leer que el sistema hipotecario es “eficiente” al permitir -como dicen- el acceso a una vivienda en propiedad al 83%de las familias, con costes de financiación muy bajos y plazos largos”. Concedieron créditos baratos solo porque ellos conseguían el dinero muy muy barato (por cierto de la misma banca europea que ahora nos llama derrochadores).

Prolongaban los plazos no por bondad sino para poder captar como clientes y, consiguientemente, endeudar de por vida a personas humildes, de futuro laboral incierto, a las que ni por un momento se les ocurrió apercibir del lío en que se estaban metiendo al comprar ese piso. Y no solo eso sino que, aprovechándose de la ignorancia y la buena fe de sus clientes, les animaban a incrementar aún más su deuda, ofreciéndoles cantidades adicionales para muebles, coches y otros productos que ellos sabían perfectamente que no son bienes para los que estén pensados los créditos hipotecarios.

Como sabían perfectamente, y ocultaban, que lo que sus clientes firmaban en las mesas de las sucursales superaba cualquier baremo de endeudamiento razonable respecto a sus ingresos presentes y previsibles. Pero nada importaba salvo sus propios objetivos y su cuenta de resultados. (A corto, siempre a corto, por supuesto, que es como piensan los banqueros españoles)

Por si fuera poco, a quienes aún les quedaba algún dinero les engañaban directamente sobre inversiones ofreciéndoles las incomprensibles “participaciones preferentes” y “perpetuas”, de las que hoy ya sabemos que ni los propios vendedores entendían.

Aterrados ahora porque se pueda aliviar el drama de sus clientes prisioneros, los bancos tienen la desfachatez de hablar de proteger a los “buenos pagadores” cuando no hay malos pagadores sino personas y familias empobrecidas hoy, tal y como era previsible entonces. Familias para quienes no hay drama mayor que perder su vivienda y su futuro. Son esas mismas personas a las que los empleados de sus sucursales, apremiados por la codicia de sus irresponsables jefes, aseguraban que el piso “jamás” iba a bajar de precio, y que las inversiones preferentes eran “como un depósito a plazo fijo”.

¡Buenos pagadores! ¿Donde estaban los buenos prestadores? La banca española, desde luego no lo fue y no lo fue a conciencia, con pleno conocimiento, con alevosía. Puedo aceptar que la locura del ladrillo, que no tiene un único responsable, les arrastrase a ellos también pero, puesto que no son ellos quienes están sufriendo en su estómago y en sus esperanzas las consecuencias de esa locura que alimentaron con tanto ahínco, que tengan al menos la decencia de no sentirse orgullosos.

(Otro post sobre lo mismo que publiqué en noviembre del 2012)

2 comentarios:

José Manuel Cámara Sáez dijo...

¿Dónde hay que firmar? Yo tengo mierda empaquetada en casa dispuesta a ser enviada por correo puerta a puerta. Más información en http://euskizofrenia.blogspot.com.es/2012/12/la-denuncia-del-timo-de-los-bonos.html

Anónimo dijo...

¿Cómo se llama una empresa cuyo único objetivo es multiplicar el dinero? Respuesta: Banco.
Entonces porque esperar peras del olmo. Han de estar mejor y más controlados.