En los programas de ayer y de esta noche la confrontación es entre caras maquilladas gestos ensayados, datos parcialísimos, consignas tuiteras y, sobre todo, emociones como las del miedo y la rabia, que son las dos que están primando en esta campaña, para mal de España.
martes, 23 de abril de 2019
El chollo televisivo de los debates
Un debate en TV tiene algo de acto político, pero ante todo y sobre todo es un formato más de programación televisiva, sometida implacablemente a las reglas del medio, que son la espectacularidad y la emoción.
En los programas de ayer y de esta noche la confrontación es entre caras maquilladas gestos ensayados, datos parcialísimos, consignas tuiteras y, sobre todo, emociones como las del miedo y la rabia, que son las dos que están primando en esta campaña, para mal de España.
En mi artículo de esta semana en Vozpópuli opino que los debates televisivos se hacen a la medida de la TV y no del ciudadano. Por eso tanta espectacularidad, que es lo último que le hace falta a la política y por eso también ese horario completamente ajeno a la España que madruga. Puedes leerlo aquí.
En los programas de ayer y de esta noche la confrontación es entre caras maquilladas gestos ensayados, datos parcialísimos, consignas tuiteras y, sobre todo, emociones como las del miedo y la rabia, que son las dos que están primando en esta campaña, para mal de España.
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