Los jueces están para ejecutar el procedimiento o y lo hacen; aplican la Ley, pero no “hacen justicia”, porque es imposible. Que no podamos hacer otra cosa es una evidencia inapelable que puede ser motivo de resignación, pero no se entiende que cause alegría.
miércoles, 26 de junio de 2019
Sentencias ‘buenas’
La sentencia contra ‘La Manada’ ha demostrado que el sistema judicial funciona, pero puesto que nunca podrá devolver lo perdido a la víctima, sobra el jolgorio festivo.
Los jueces están para ejecutar el procedimiento o y lo hacen; aplican la Ley, pero no “hacen justicia”, porque es imposible. Que no podamos hacer otra cosa es una evidencia inapelable que puede ser motivo de resignación, pero no se entiende que cause alegría.
En mi artículo de esta semana en Vozpópuli muestro mi extrañeza por asombrosa alegría ante un hecho tan terrible como la violación de una mujer y el castigo de sus culpables. Puedes leerlo entero aquí.
Los jueces están para ejecutar el procedimiento o y lo hacen; aplican la Ley, pero no “hacen justicia”, porque es imposible. Que no podamos hacer otra cosa es una evidencia inapelable que puede ser motivo de resignación, pero no se entiende que cause alegría.
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