miércoles, 8 de enero de 2020

El peligro de equivocarse de enemigo

La inmensa bronca en torno a la abstención de los independentistas ha resultado tan cegadora que nos ha impedido ver que el verdadero y profundo problema que tienen los grandes partidos nacionales es su incapacidad para distinguir a sus adversarios de sus enemigos.

Tan humanos son los socialistas que se animan con la “frescura y novedad” de las propuestas podemitas como lo son los conservadores a los que enardece la pasión nacionalista de Vox. Tan humanos como errados ambos.


Reanudo la publicación de mis artículos semanales con una reflexión sobre el peligro de no ver que el espectáculo político es el ecosistema ideal del populismo, no de la democracia. Puedes leerlo entero aquí.

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