miércoles, 19 de febrero de 2020

Cuando en Euskadi faltó el aire

Después del asesinato de Fernando Buesa y de Jorge Díaz Elorza vinieron otros muchos, 53 en total, pero aquel atentado puso de manifiesto algo especialmente horrible: la división que entonces pareció irreparable de la sociedad vasca.

A los amigos de las grandes palabras, de manifestaciones de santa indignación por casi cualquier chorrada les convendría recordar que la exageración de la mística nacional lleva a caminos muy oscuros.



En mi artículo de Vozpópuli de esta semana, que por cierto será el último que publique, me asombro de la crispación y la vehemencia con la que parece que se nos presenta la inminencia del fin de la nación cuando lo que se está discutiendo en una España en paz es sobre reformas laborales, déficits presupuestarios, eutanasia o relaciones diplomáticas. Puedes leerlo entero aquí.

1 comentario:

Rafael dijo...

Según Karl Popper, "la Tolerancia democrática se acaba cuando hay que tolerar a los intolerantes", filosofo y uno de los mas insignes miembros de la Escuela de Franfort, que marca el pensamiento democrático que se instala en el Mundo después de la II Guerra Mundial, con el rechazo del Fascismo y su variante Nazi. ¿Que quiere decir Popper?, pues algo muy sencillo, no podemos consentir que los intolerantes se aprovechen de nuestra forma de entender la democracia para destruirla. "No vale Todo", y esto se demostró con el activismo de ETA, y se esta demostrando con las actitudes de Vox y del PP, en la crisis sanitaria del Coronavirus. Aprovecharse de una Gestión de Emergencia Social para sacar rédito político es cuando menos deleznable, ruin, despreciable, barrio-bajera y que no aporta NADA a la solución del Asunto que la provoca, y solo sirve para encrespar mas la convivencia entre los españoles, ademas de cubrir las malas actuaciones publicas relevantes y corruptas del Partido Popular.
Ademas marca una diferencia entre las propuestas dictadas fascistas que al día siguiente de tomarlas, se denigran de la misma forma que se propusieron en su momento, como ya ocurriera con editoriales del Diario 16, con Pedro J. Ramirez y la posterior campaña desde la otra cabecera periodística El Mundo, sobre los GAL, de este mismo director de periódicos. Ahora con un espacio de tiempo menor, se sigue la misma estrategia, defender algo contrario a lo que se hace, y después cuando se adopta, defender lo contrario a lo que se pedía, con solo la razón de llevar la contraria al Gobierno de España por el mero hecho de que está dirigido por un Socialista, apoyado en el Psoe