viernes, 19 de octubre de 2007

Sexta entrega. Los pronombres tienen antecedente. Pregunta por él

(Útil para los hombres)

A las mujeres les encanta abreviar. Ella le dijo al otro que su hermana sabía que esta gente no podía hacerse con los niños.
En medio de una conversación te puedes encontrar perfectamente con una frase como esta, o parecida. No te alarmes. Ella cree que por el contexto de la conversación (a veces de muchos minutos o incluso de días pasados) vas a entender perfectamente de quien está hablando en cada caso. No lo cree porque sí sino porque, naturalmente, casi cualquier otra mujer le habría entendido a la perfección.


Como no es tu caso, lo conveniente es que vayas aclarando las cosas con calma preguntando cosas como ¿quieres decir Inés?, ¿la hermana de él o de ella?, etc. No es fácil pero sirve para dos objetivos, a saber: de un lado ayuda a aclarar de lo que te habla y de otro retarda su argumentación, dándote tiempo a digerir la ensalada de pronombres con los que te está asaltando. Además, al obligarla a explicarse más despacio tenderá a usar más sustantivos y nombres propios, consiguiendo así que te sea más fácil aclararte.

Para retrasar su avance hay un truco muy útil que consiste en que simules haberle entendido mal incluso lo que te ha quedado claro. Dices, por ejemplo, “es que los niños de Manolo son terribles” -aunque sepas perfectamente que se refería a los de Javier-. De este modo provocarás que vuelva sobre sus pasos para explicarse mejor.

Con todo, lo más importante es no precipitarte y evitar que tus preguntas parezcan un interrogatorio judicial. Debes intentar que tus comentarios aclaratorios puedan pasar como parte de una amable conversación. A veces se tiene éxito y otras no así que estate preparado para aguantar con estoicismo lo de “oye, tu es que estás sordo, tendrías que ir al otorrino”. Lo sé porque yo fui.

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