viernes, 26 de octubre de 2007

Séptima entrega. La caducidad de las conversaciones

(Útil para las mujeres)

Importantísimo aspecto de la comunicación con varones. Para los hombres una frase interrumpida a medias tiende a morir y a ser olvidada. Tomad buena nota de esto: cualquier reflexión o comunicación inacabada caduca definitivamente si transcurre un tiempo de silencio mayor de un minuto. Ese plazo, muy generoso, se reduce drásticamente si en el intervalo de ese minuto se inicia otra u otras conversaciones. Esta es una ley inapelable en el trato con hombres que es preciso que tengáis en cuenta siempre.


Pasado el breve plazo de caducidad una frase puede retomarse de nuevo -volviendo a empezar- pero nunca continuarse donde se dejó. Por ejemplo no podéis decir: tenemos que comprar....¿has ido a recoger la camisa de la tintorería? Me dijo mi hermana que la van a cerrar y que van a poner un McDonalds. Eso me recuerda que mañana el niño tiene el cumple de.... ¡Mira! ahí tienes una plaza de aparcamiento, menos mal porque así me puedes acompañar a recoger la comida para el perro ...suavizante.

No. No podéis. Aquí en un texto escrito parece que hasta se entiende pero en la realidad es imposible que un hombre entienda que la palabra “suavizante” era el final de la frase de inicio. A B S O L U T A M E N T E imposible. La frase inacabada “tenemos que comprar...” había caducado ya y, por lo tanto, había dejado de existir en la mente de ese hombre. Por consiguiente la palabra final “suavizante” no tiene ya sentido para él... incapaz de conectarla con el McDonalds, con el cumpleaños del niño (que también ha quedado a medias), con el aparcamiento o con el perro. Y eso que he escogido un ejemplo facilón porque no faltan mujeres que completan la frase incluso horas, o días, después de haberla dejado a medias.

Nunca lo olvidéis. Para nosotros una frase abortada jamás queda flotando en el aire indefinidamente a la espera de ser terminada. Simplemente desaparece y cuando digo desaparece quiero decir exactamente eso. Es como si nunca hubiese existido y, por tanto no puede ser ni siquiera recordada. Por lo tanto si queréis recuperarla hay que volverla a expresar de nuevo desde el principio.

Si queréis que os entendamos conviene que hagáis un esfuerzo para retomar las frases que para nosotros caducaron diciendo por ejemplo: Te decía que tenemos que comprar suavizante y que mañana es la fiesta de cumpleaños de su amiga María en el MacDonalds del barrio. Reconozco que es un poco cansino pero es un truco sencillo que os funcionará muy bien.

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