(Útil para las mujeres)
Ya se que parece mentira, ya lo se. La mente no tiene un interruptor que se pueda pulsar ni se puede reiniciar pulsando Crtl+Alt+Supr, ¿verdad?. Falso. La de los hombres sí que puede detenerse. Os lo juro. Cuando un hombre mira distraído al horizonte o, menos poéticamente, al gotelé puede perfectamente no estar pensando en nada. Es un estado mental intermedio entre la vigilia y el sueño, muy relajante, y que algunos podemos alcanzar en cuestión de segundos.Esta es una de las cosas que más sorprende a las mujeres y una de las causas de infelicidad de las parejas ya que las mujeres tienden a deducir de nuestra actitud complejas conclusiones, tan imaginativas como terribles a veces, cuando lo único que ocurre es que estamos desconectados. Si, desconectados. No hay conclusión ninguna que sacar, pero ninguna.
En ese momento cualquier comunicación que se nos dirija será completamente inútil. Lo conveniente es dirigirse a nosotros de forma directa, incluso llamándonos por nuestro nombre, siempre en la seguridad de que antes de ofrecernos cualquier argumento es preciso lograr que salgamos de este estado cuasi hipnótico que mientras dura nos mantiene sordos y ciegos por completo. Una vez comprobado que hemos sido “despertados” sí es posible comunicarnos lo que sea, antes no.
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