Hoy, sin embargo se puede ser una potencia mundial sin necesidad de esas “rarezas occidentales” de democracia, división de poderes, parlamentos, elecciones libres y otras “distracciones”.
Xavi Hernández y Muhammed Ghoulam. |
En mi artículo de esta semana en Vozpópuli me fijo en la peligrosa tentación de comprar prosperidad a cambio de nuestras libertades. Puedes leerlo entero aquí.
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