En la nueva política de hiperliderazgos, los refrendos internos sirven sobre todo para que los líderes ya cuenten de salida con un respaldo lo más aplastante posible de la militancia para llevar adelante las negociaciones que estimen convenientes.
La rotundidad del voto militante previo conjura el peligro de que, a medida que se vayan sabiendo detalles sobre el futuro Gobierno, alguien pueda levantar la voz. Por eso se busca que cuenten con un apoyo abrumador de los militantes, preferentemente antes de que ellos mismos los conozcan.
En mi artículo de esta semana en Vozpópuli hablo de los referéndums en favor de acuerdos que se convocan antes de conocer los acuerdos mismos. Puedes leerlo entero aquí.
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