jueves, 10 de noviembre de 2022

La heroica militancia socialista de Madrid

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Tras la última debacle electoral del PSOE en la Comunidad de Madrid parecía que el partido había caído al fin en la cuenta de que el coaching de candidatos no funcionaba y, no solo eso, sino que también bloqueaba los procesos internos de liderazgo dentro del PSOE de Madrid, que otras federaciones territoriales del partido desarrollan con normalidad. Una normalidad siembre conflictiva por supuesto ya que se trata del poder, pero normalidad al fin.

Al PSOE de Madrid, en cambio, se le mantenía encerrado en un bucle vicioso en el que la irrupción de figuras impuestas por la dirección nacional impedía la aparición de sólidos líderes locales y justamente esa misma falta obligaba a inventar para cada elección candidatos y candidatas a golpe de imagen mediática y de encuestas.

Todo esto parecía que llevaba camino de reconducirse y en parte así ha sido con el liderazgo de Juan Lobato en el ámbito de la Comunidad y la creación del PSOE de Madrid Ciudad, como un órgano unitario de acción política que pudiera presentarse ante la sociedad como algo más que las 22 agrupaciones socialistas de los distritos de la capital.

Pero no ha podido ser. Los procesos de generación de liderazgo son siempre complejos, casi nunca pacíficos y desesperadamente lentos, más en una sociedad tan acelerada y tan poco afecta a la paciencia como la actual. Y, claro, los nervios electorales han vuelto a hacer mella en la dirección del PSOE. Las encuestas que tengan quienes las tengan, parece que apuntan a que el indudable tirón del partido en Madrid se podría “desperdiciar” y ante tal “peligro” -vuelta la burra a los trigos- de nuevo se va a hacer lo de siempre. Quizás con la única diferencia de que esta vez el proceso ha resultado tan largo y tan notorio que hasta ha contado con algunas notas ridículas.

La candidata, que mujer parece que va a ser la tapada, seguramente tendrá formación y méritos más que suficientes, ni merecerá ni tendrá críticas internas y contará seguro con la lealtad de los militantes socialistas de la capital que tratarán de auparla a la alcaldía con la fuerza que tiene el partido con la estructura más potente de España y de Madrid. Pero alguna vez tendrá que desaparecer la maldición de que la indudable importancia política de la capital del reino condene a sus militantes socialistas a subordinarse a unas expectativas tan exigentes como las que muchas familias imponían tradicionalmente a sus hijos primogénitos y que tan infelices les hacían.

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