domingo, 3 de abril de 2011

Ingenieros de la compra


Hace ya unos años charlando de pie en la cocina de Jorge y Alicia mientras tomábamos una cerveza vi pegada con imán en la puerta del frigorífico una extraña lista de la compra. Los productos no estaban en un orden que yo pudiera adivinar y sin embargo parecía todo menos improvisada.

Pregunté por el misterio y Alicia me aclaró que los recuadros de cada producto estaban ordenados…según su colocación en los lineales del supermercado…de esa forma cuando hacen la compra solo recorren los pasillos una sola vez y ni buscan ni retroceden. ¡No era una lista sino un plano!

Me pareció una idea genial y también divertida así que he contado la anécdota algunas veces. Pues hoy, que he vuelto a visitarlos, he visto la lista ahí, de nuevo en su sitio. Eso sí, me han informado de que hace poco Jorge tuvo que tomarse el trabajo de rehacerla porque habían cambiado el orden de las góndolas del súper. Es un genio. Y un genio trabajador, además.

Vean ustedes qué fácil es rebelarse contra los expertos en incitarnos al hiperconsumo con todo tipo de técnicas para que deambulemos distraídos dando vueltas y vueltas mientras llenamos el carro de cosas que no necesitamos.

Háganse la suya, ya ven qué fácil es. La mía la puedes ver aquí.

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